POV de CarmenEl abrazo que compartimos con Alejandro bajo las estrellas debería haber sido el fin de la tormenta que se cernía sobre nosotros. Pero mientras sus brazos me rodeaban, algo seguía incomodándome. A pesar de sus palabras, de su promesa, no podía ignorar la imagen de Agatha en sus brazos, y la duda seguía ahí, como una espina que no podía arrancar. Traté de empujar esos pensamientos al fondo de mi mente, pero cuanto más lo intentaba, más me pesaban.Finalmente, me aparté de él, cruzando los brazos sobre mi pecho como si quisiera protegerme de algo. Alejandro me miró confundido, pero yo solo agaché la cabeza, sin saber cómo expresar lo que seguía retumbando dentro de mí.—Carmen, ¿qué pasa? —preguntó en voz baja, con una mezcla de preocupación y frustración.—Es que no sé si puedo hacer esto —susurré, mi voz temblando—. No sé si puedo seguir ignorando lo que vi.Alejandro frunció el ceño y dio un paso hacia mí, pero yo me aparté, levantando la mano para detenerlo.—No es que
POV de AlejandroEl frío de la mañana me golpeó con fuerza al abrir la puerta del despacho, pero lo que sentí en mi pecho era aún más helado. El mundo a mi alrededor parecía desmoronarse, y el peso de lo que había pasado en mi negocio me estaba aplastando. Había perdido una suma importante. Un golpe devastador que no solo afectaba a mi empresa, sino a todo lo que había construido. Mis manos temblaban ligeramente mientras me dirigía al escritorio. Apreté los puños con fuerza, sintiendo cómo la rabia empezaba a crecer en mi interior, una rabia que no podía controlar. Todo se había salido de mis manos. Las inversiones que pensé que serían seguras, los socios en los que había confiado... todo había terminado en un desastre que no podía haber previsto. Me dejé caer en la silla, pasando las manos por mi rostro. El eco de las llamadas que había tenido con mis socios resonaba en mi cabeza, cada palabra grabada como un recordatorio de mi fracaso. Las pérdidas eran colosales. Y lo peor de tod
POV de AlejandroEl bar estaba oscuro, lleno de humo y conversaciones a medias que se perdían entre el murmullo de la multitud. Caminé entre las mesas, con la mandíbula apretada y el pecho cargado de una tensión que parecía aumentar con cada paso. Necesitaba distraerme, aunque fuera por un momento. Después de la llamada que recibí sobre Agatha y la posible traición, mi mente no había descansado ni un segundo.Me acerqué a la barra y pedí una bebida fuerte, algo que pudiera calmar el fuego que sentía en el interior. El lugar estaba lejos de ser el tipo de ambiente en el que me sentiría cómodo normalmente, pero esa noche no me importaba. Solo necesitaba despejar mi cabeza antes de decidir qué hacer. Mientras esperaba mi bebida, escuché a un par de hombres en una mesa cercana. Hablaban en voz baja, pero algo en su tono me llamó la atención. No sabía qué exactamente, pero había una inquietud en susurros. Me giré lentamente hacia ellos, fingiendo estar distraído mientras sus palabras come
POV de CarmenLa tormenta afuera era una sinfonía de truenos y relámpagos que resonaban en la noche, manteniéndome despierta y con el corazón inquieto. Cada golpe de viento contra la ventana hacía que mi ansiedad aumentara, y mi mente solo podía pensar en una cosa: Alejandro. Su ausencia me pesaba en el pecho, y la falta de noticias solo intensificaba mi preocupación.Había intentado llamarlo varias veces, pero su teléfono seguía yendo directamente al buzón de voz. Era extraño, Alejandro nunca solía dejar que su teléfono se quedara sin batería. Me preguntaba qué podría estar ocurriendo, si había tenido un accidente o si se había metido en algún problema. Decidí que no podía quedarme allí, así que me vestí rápidamente y decidí salir de la habitación.El pasillo estaba oscuro y silencioso, solo iluminado por la luz tenue de las lámparas en la pared. A medida que caminaba hacia la sala de espera, una sensación de inquietud se apoderaba de mí. Mis pasos resonaban en el suelo de madera, y
POV de AlejandroLa tormenta rugía con una furia que reflejaba exactamente lo que sentía por dentro. Cada trueno retumbaba en mi pecho como si la tierra misma estuviera gritando, exigiéndome que enfrentara las consecuencias de mis acciones. Estaba empapado hasta los huesos, caminando por las calles vacías, con los puños cerrados y la mandíbula apretada. Había perdido el control esta noche, había seguido la rabia que ardía en mi interior, y ahora me encontraba perdido, sin rumbo.Mis pensamientos seguían siendo un caos, y no podía dejar de pensar en los dos hombres que había atacado. No era la primera vez que me dejaba llevar por la ira, pero esta vez... esta vez había sido diferente. Mi bestia interna había estado a punto de tomar el control por completo. Era como si algo oscuro y peligroso dentro de mí estuviera luchando por salir a la superficie. Y lo peor era que, en el fondo, quería dejarlo salir. Quería desatar toda esa furia y destruir a cualquiera que se interpusiera en mi cami
La lluvia caía sin piedad, y cada gota golpeaba el pavimento como si intentara lavarme de la culpa que me envolvía. Caminé hacia la sombra que se deslizaba entre los callejones, mi corazón acelerado, empujado por una mezcla de adrenalina y rabia. El aire estaba cargado de electricidad, y no sabía si se trataba de la tormenta o de la furia que burbujeaba dentro de mí.La figura se detuvo al borde de la luz de una farola, y pude distinguir a un hombre, su rostro parcialmente cubierto por la capucha de su chaqueta. No era uno de los que había atacado esa noche, pero la tensión en mi cuerpo no cedía. Tenía que saber qué quería.—¿Qué haces aquí? —grité, intentando que mi voz sonara firme, aunque en el fondo sentía que la inseguridad se asomaba. El hombre levantó la cabeza, y aunque la luz no iluminaba completamente su rostro, pude ver sus ojos brillar con una mezcla de desafío y temor.—Vine a buscarte —dijo con una voz rasposa. —Agatha está preocupada. El nombre de Agatha resonó en mi
POV de CarmenLa oferta llegó de manera inesperada, como una ráfaga de aire fresco en medio de todo el caos que últimamente había envuelto mi vida. Javier, mi ex mate, me había contactado para ofrecerme algo que no podía haber imaginado. Estaba buscando modelos para una empresa con la que tenía conexiones, y me propuso que trabajara con ellos. Al principio, la idea me tomó por sorpresa. No había pensado seriamente en el modelaje desde hacía años, pero la oferta sonaba más que tentadora. Una parte de mí sentía que esto podría ser una oportunidad para redescubrir algo de mí misma, algo que había perdido en medio de todas las luchas emocionales y la incertidumbre que Alejandro y yo estábamos enfrentando.A medida que me detenía a considerar la propuesta, no podía evitar pensar en cómo le contaría esto a Alejandro. Sabía que su temperamento era explosivo, y cualquier cosa que involucrara a Javier siempre lo irritaba. Pero tenía que ser honesta con él, o al menos eso era lo que me repetía
POV de CarmenEl rugido del motor del coche apenas podía competir con el sonido de mi corazón retumbando en mis oídos. No podía creer que estaba conduciendo hacia una confrontación que no debía ocurrir. Alejandro, con su temperamento cada vez más incontrolable, había decidido enfrentarse a Javier, y ahora nada parecía detenerlo. En el fondo de mi mente, sabía que esto no era solo por el trabajo de modelaje que Javier me había ofrecido. Era algo mucho más profundo, algo oscuro que Alejandro llevaba dentro y que poco a poco lo estaba consumiendo.Cuando llegué al lugar, un sitio apartado cerca de las afueras de la ciudad, la lluvia comenzaba a caer con más fuerza, como si el cielo también se preparara para el caos que estaba a punto de desatarse. Aparqué el coche de golpe, sin preocuparme por nada más que encontrar a Alejandro antes de que hiciera algo de lo que se arrepentiría.Bajé del coche y, mientras corría por el terreno lodoso, lo vi. Alejandro estaba parado bajo una luz tenue, s