Sylvia Regularmente, Callan nunca se mete con mi guardarropa o lo que uso, fue raro que sugiriera que usara una elección no muy apropiada. Pero siendo la primera vez supongo me dejé llevar por sus palabras y quererle dar gusto. Luego me arrepentí un poco al notar las caras de los presentes en la cena, era obvio que estaban siendo muy juiciosos con mi vestimenta. En ese momento recordé que por ello no me gustan las mandas y sus ambientes tóxicos, en donde se sienten con la autorización de andar juzgando a todo y todos. Eso solo me hizo caminar más segura y alzar el mentón y aferrarme más fuerte del brazo de Callan, no podía culpar a los presentes de sus pensamientos y opiniones anticuadas, si la misma Luna regidora me desaprobaba, la note meneando ligeramente la cabeza nada más verme. Ese gesto, por supuesto que me hirió, no supe en qué momento está persona, dejo de ser la cálida Luna que conocí hace tiempo, no la justifico, pero debería dejar el pasado, tiempo ya le di, dos años
Sylvia Un baño rápido y fui enseguida a tomar mi desayuno, sería afortunada si encontraba algo con tanto lobo hambriento, serví mi plato de forma copiosa, sentía morirme por haber utilizado toda esa energía. No me senté en la mesa de los Alfas, pues no había nadie, me invitaron a una mesa con los jóvenes con los que había entrenado Carl, John, James y otros, eran muy divertidos, su humor era ácido y me hacían sentir cómoda y joven de nuevo. Poco a poco fueron llegando todos hasta los del grupo elite, Shaun vino a nuestra mesa y se hizo un lugar a mi lado, todos reíamos sobre cómo le había roto la nariz, yo les dije que había sido algo de maña y que no era nada. Callan llego y se fue a sentar a su mesa junto con Adam, Karla y Noa, al verlo. — ¡Guapo!, ¿cómo estuvo tu entrenamiento? — le cuestione flirteando un poco, a través del enlace mental. — Muy bien y a ti, ¿cómo te fue? — en vez de responderle, solo lo deje ver mi combate con Shaun. Llegaron más personas a tomar su
Callan Al informarme que Sylvia se dirigía de regreso a la casa después de su exploración me sentí aliviado, un extraño pensamiento se instaló en mí, uno en donde ella simplemente mandaba todo a la m****a, yo incluido. A pesar de conocer de su carácter y temple. Desde que sentí su incomodidad y luego claramente percibí que no estaba feliz como cuando llegamos, más aún me bajo el ánimo el hecho de que no acudiera a mí, lo atribuí a esa independencia suya. Por supuesto que me afectaba ver como los miembros de mi futura manada estaban prestos y muy cooperadores para esparcir rumores, ahora sabíamos que alguien buscaba desacreditar a Sylvia, ya lo habíamos contemplado, pero que fuera fácil que la mayoría sucumbiera a propagar dichos comentarios infundados me mostraba que había cosas que debemos mejorar. Al entrar en la casa su aroma se intensificó; aunque, moría de ganas de bajar a conversar con ella para que ambos descargáramos nuestros problemas y asegurarle que todo se arregl
Sylvia La forma en que conduje mi vida no era motivo de vergüenza para mí, pues era una mujer libre y sin compromiso, a nadie dañaba, bueno solo sus prejuicios medievales, sus opiniones me dieron risa, Noa al notarlo se relajó visiblemente, yo lo tuve que sentar, pues al parecer él se molestaba más y más con cada comentario. — Hoy será la única ocasión en que realice este tipo de aclaraciones. Como saben he vivido parte de mi vida en Nueva York y me independice desde que inicie mis estudios Universitarios, sí, pertenecía a una manada en Main, pero para que se den una idea nunca viví dentro de una comunidad lobuna como tal. Mi crianza fue básicamente igual a la de un humano, conozco de las costumbres y normas que rigen su mundo. — Ahora, con respecto al nivel de vida que llevo tienen razón, es caro y si tuvieran que pagarlo ustedes, debería esclavizarlos y explotarlos para que alcanzaran a brindarme dicho bienestar, ¡ja, ja, ja! Descuiden, no soy la bruja malvada, no lo haré — Noa
Callan Era increíble lo que presencie, sabía que Sylvia venía de un linaje de Alfas poderosos, solo que nunca habíamos tenido que poner a prueba o incluso presenciado el despliegue de su dominación. Hasta yo podía sentir esa opresión que se siente cuando un Alfa muestra su dominancia, Deo en mi mente se sentó en sus patas traseras — siéntete orgulloso de tu compañera, es increíblemente poderosa, hasta yo estoy tentado a postrarme ante ella — declaro. — Que mi comportamiento civilizado no los engañe y piensen que pueden seguir siendo irrespetuosos — anuncio Sylvia, con una voz profunda, al parecer Aruna ya se había hartado. Noa se apresuró a su lado y con paso decidido salieron, yo por mi parte no los seguí, pues debía ponerme a analizar ese video que se había estado grabando, estaba seguro de que podríamos descubrir mucho. No tarde en recibir un mensaje de Noa a través del enlace mental; necesitaba ir a la clínica. Al llegar Noa estaba fuera de la habitación de chequeo.
Callan Quise salir corriendo, era tonto y peligroso hacerlo, me incorpore y respire hondo, furia empezó a irradiar por mi ser, mi sentir era temor, así que esta emoción era de Sylvia. — Equipo elite necesito a Nivar en la casa de la manada y algunos de ustedes, de prisa — les envié un mensaje. Salí del despacho, nada más poner un pie fuera, me quité la camisa, vi llegar a Reid y Conrad, sentí una brisa y se escuchó un abrupto golpe seco en un árbol cerca de donde nos encontrábamos. — ¿Para qué soy bueno? — pregunto Nivar con una risa socarrona, era el que había golpeado el árbol por la velocidad con la que llego. — Callan, necesitamos asistencia rumbo al sur cerca de las rocas de osos — anuncio Karla en el enlace mental. — Vamos, algo sucede — les repetí la locación. Los chicos y yo nos transformamos eh iniciamos la carrera más veloz de la que tengo memoria, Nivar, hace mucho que nos había dejado, ser vampiro tiene sus ventajas. Al aproximarnos se escuchaba, gruñidos, c
Callan Enviamos a Sylvia y Noa a la clínica para ser atendidos, pedí que viniera el equipo elite, preparados para recabar muestras y evidencia, era necesario esclarecer que había ocurrido, le agradecí a Nivar el que hubiera pensado en dejar a alguien con vida. — Pues yo no hice gran cosa, prácticamente tu, Luna y Shaun tenían todo bajo control — me respondió. — Shaun, necesito que me digas lo que sabes — suspiro. — Recibí un mensaje de Noa sobre que Sylvia me quería usar de esparrin, dijo que se dirigían al sur a la roca de osos, además me convenció diciendo que habría buen vino. Luego de lo sucedido en la reunión, supuse que podía ayudar a templar las emociones de Sylvia dejándola dar unos cuantos golpes. Me hubiera gustado llegar más a tiempo, me apresure porque intente contactar con Noa y no pude, eso me preocupo. — Y Karla, ¿qué hacía aquí? — le inquirí. — Según Noa ella venía con la comida y el vino que me prometieron — me señalo la canasta, pues Karla se fue con ellos
Sylvia Un día de descanso y volvimos a la normalidad, bueno, Noa aún se tomaría unos días más, por haberle afecto más el nitrato de plata y la bala, por mi parte me haría falta, estoy acostumbrada a su presencia. Nos reunimos en el despacho de Alfa Robert para discutir lo sucedido, querían que contáramos lo sucedido con lujo de detalle, el parte médico decía que yo debí haber sufrido los mismos efectos que Noa, por el dardo. Les aseguré que eso pasaba, pero el que amenazaran con exterminar a Noa me genero una furia que me despertó, además de los previos ruegos de él que me alentaba a pelear ante la posibilidad de perecer. — Es momento de que confíen en mí y me hagan partícipe de los acontecimientos de la manada — les pedí, estaba segura de que algo ocultaban, Callan estaba distanciándose de mí, era obvio que algo le atormentaba, sus emociones aunque trataba de mantenerlas a raya, eran caóticas, sus pensamientos los sello, no me dejaba inmiscuirme. — Tienes razón, Callan te pondrá a