Sylvia La forma en que conduje mi vida no era motivo de vergüenza para mí, pues era una mujer libre y sin compromiso, a nadie dañaba, bueno solo sus prejuicios medievales, sus opiniones me dieron risa, Noa al notarlo se relajó visiblemente, yo lo tuve que sentar, pues al parecer él se molestaba más y más con cada comentario. — Hoy será la única ocasión en que realice este tipo de aclaraciones. Como saben he vivido parte de mi vida en Nueva York y me independice desde que inicie mis estudios Universitarios, sí, pertenecía a una manada en Main, pero para que se den una idea nunca viví dentro de una comunidad lobuna como tal. Mi crianza fue básicamente igual a la de un humano, conozco de las costumbres y normas que rigen su mundo. — Ahora, con respecto al nivel de vida que llevo tienen razón, es caro y si tuvieran que pagarlo ustedes, debería esclavizarlos y explotarlos para que alcanzaran a brindarme dicho bienestar, ¡ja, ja, ja! Descuiden, no soy la bruja malvada, no lo haré — Noa
Callan Era increíble lo que presencie, sabía que Sylvia venía de un linaje de Alfas poderosos, solo que nunca habíamos tenido que poner a prueba o incluso presenciado el despliegue de su dominación. Hasta yo podía sentir esa opresión que se siente cuando un Alfa muestra su dominancia, Deo en mi mente se sentó en sus patas traseras — siéntete orgulloso de tu compañera, es increíblemente poderosa, hasta yo estoy tentado a postrarme ante ella — declaro. — Que mi comportamiento civilizado no los engañe y piensen que pueden seguir siendo irrespetuosos — anuncio Sylvia, con una voz profunda, al parecer Aruna ya se había hartado. Noa se apresuró a su lado y con paso decidido salieron, yo por mi parte no los seguí, pues debía ponerme a analizar ese video que se había estado grabando, estaba seguro de que podríamos descubrir mucho. No tarde en recibir un mensaje de Noa a través del enlace mental; necesitaba ir a la clínica. Al llegar Noa estaba fuera de la habitación de chequeo.
Callan Quise salir corriendo, era tonto y peligroso hacerlo, me incorpore y respire hondo, furia empezó a irradiar por mi ser, mi sentir era temor, así que esta emoción era de Sylvia. — Equipo elite necesito a Nivar en la casa de la manada y algunos de ustedes, de prisa — les envié un mensaje. Salí del despacho, nada más poner un pie fuera, me quité la camisa, vi llegar a Reid y Conrad, sentí una brisa y se escuchó un abrupto golpe seco en un árbol cerca de donde nos encontrábamos. — ¿Para qué soy bueno? — pregunto Nivar con una risa socarrona, era el que había golpeado el árbol por la velocidad con la que llego. — Callan, necesitamos asistencia rumbo al sur cerca de las rocas de osos — anuncio Karla en el enlace mental. — Vamos, algo sucede — les repetí la locación. Los chicos y yo nos transformamos eh iniciamos la carrera más veloz de la que tengo memoria, Nivar, hace mucho que nos había dejado, ser vampiro tiene sus ventajas. Al aproximarnos se escuchaba, gruñidos, c
Callan Enviamos a Sylvia y Noa a la clínica para ser atendidos, pedí que viniera el equipo elite, preparados para recabar muestras y evidencia, era necesario esclarecer que había ocurrido, le agradecí a Nivar el que hubiera pensado en dejar a alguien con vida. — Pues yo no hice gran cosa, prácticamente tu, Luna y Shaun tenían todo bajo control — me respondió. — Shaun, necesito que me digas lo que sabes — suspiro. — Recibí un mensaje de Noa sobre que Sylvia me quería usar de esparrin, dijo que se dirigían al sur a la roca de osos, además me convenció diciendo que habría buen vino. Luego de lo sucedido en la reunión, supuse que podía ayudar a templar las emociones de Sylvia dejándola dar unos cuantos golpes. Me hubiera gustado llegar más a tiempo, me apresure porque intente contactar con Noa y no pude, eso me preocupo. — Y Karla, ¿qué hacía aquí? — le inquirí. — Según Noa ella venía con la comida y el vino que me prometieron — me señalo la canasta, pues Karla se fue con ellos
Sylvia Un día de descanso y volvimos a la normalidad, bueno, Noa aún se tomaría unos días más, por haberle afecto más el nitrato de plata y la bala, por mi parte me haría falta, estoy acostumbrada a su presencia. Nos reunimos en el despacho de Alfa Robert para discutir lo sucedido, querían que contáramos lo sucedido con lujo de detalle, el parte médico decía que yo debí haber sufrido los mismos efectos que Noa, por el dardo. Les aseguré que eso pasaba, pero el que amenazaran con exterminar a Noa me genero una furia que me despertó, además de los previos ruegos de él que me alentaba a pelear ante la posibilidad de perecer. — Es momento de que confíen en mí y me hagan partícipe de los acontecimientos de la manada — les pedí, estaba segura de que algo ocultaban, Callan estaba distanciándose de mí, era obvio que algo le atormentaba, sus emociones aunque trataba de mantenerlas a raya, eran caóticas, sus pensamientos los sello, no me dejaba inmiscuirme. — Tienes razón, Callan te pondrá a
Sylvia Abrí los ojos y en vez de ver al guapo Callan encontré una cama vacía y es que ayer por la noche lo raptaron, para luego abandonarme y llevárselo a su antigua habitación en la casa de la manada, argumentaron que sería más emocionante si no nos veíamos un día antes de la boda. — ¡Buenos días! — me revolví en la cama, eh hice pucheros — ¡te extraño! — exclamé enviándole ese mensaje mental a Callan. — Igual que yo a ti, estoy tan ansioso, ya quiero que llegue la hora para verte caminar hacia mí en ese fabuloso vestido blanco. — Un momento, ¿lo viste? — Por supuesto que ¡no!, pero sé de tu buen gusto y aunque aparecieras envuelta en tela, aún me parecerías de lo más hermosa. — ¡ja, ja, ja! Yo lo que ansió es la noche de bodas. — Mi primera promesa: "será inolvidable"... Con esa promesa me quedé y pataleé estando en la cama, di un grito de emoción ante lo que me esperaba. Tome un bañó rápido, baje y vi el movimiento en la casa, mis padres, Elle, Dorne, los niños, An
Callan Era un día que venía deseando que se aproximara, verla a ella de blanco avanzando hacia mí de la mano de Benjamín, su padre, hizo que mi corazón se detuviera, Deo por su parte estaba eufórico. Al unir mi mano a la suya me envió a un frenesí, primero por la sensación de la corriente eléctrica y chispeante de nuestro contacto y luego porque era el momento especial en el que ante una audiencia numerosa pronunciaríamos nuestros votos y promesas. Al finalizar ambas ceremonias, un sin número de felicitaciones llegaron a mi mente, “bien hecho, se ven muy bien juntos, felicidades, les deseamos lo mejor, apúrense, queremos herederos, sus niños serán preciosos, tu perseverancia rindió frutos”. Extendí mis brazos para recibir el afecto de mis abuelos, — mi precioso nieto, me alegra que por fin estés cumpliendo uno de tus anhelos — expreso mi abuela. Ellos mejor que nadie saben la extensión de lo que hice, pues me ayudaron sin cuestionarme, siempre me apoyaron y sé que adoran a Sylvia.
Sylvia Habían sido cuatro días maravillosos, sin tener que pensar en nada más que mis caprichos, Callan, divertirme, comer, cosas básicas. Una noche hicimos un asado en la playa y dejamos correr a nuestros lobos, los chicos intentarían darnos caza, fue muy divertido, sobre todo porque no conocíamos la isla y esto nos permitió recorrerla, tanto Deo como Aruna amaban poder disfrutar de este edén. A nuestro regreso Adam vino a recogernos al aeropuerto y en ese instante se rompió mi burbuja, pues comenzó a darle un informe a Callan sobre los pendientes y situaciones que se desenvolvieron en nuestra ausencia. Tan pronto como descendimos de la camioneta vi a Callan desaparecer junto con Adam, por mi parte fui a desempacar las maletas con ayuda de Karla, quien se ofreció, para que le contara de lo que se habían perdido, al mostrarle las fotos y videos que tomamos, juro que le reclamaría a Adam, luego le recordé que ya sería en otra ocasión. Comprendí que esta transición requería que al