Uzziel Sostengo a Ashley, sintiendo el pánico al ver lo que acaba de vomitar. Ella llora y no deja de repetir: ¿Qué me está pasando? ¿Qué me está pasando? -Todo va a estar bien, todo va a estarlo.- trato de tranquilizarla y la llevo al baño, porque es lo único que se me ocurre para ayudarla. Ella no deja de llorar y la coloco en el tina, activando el agua fría para que caiga sobre ella y la relaje. Ella abraza sus rodillas y esconde su rostro entre sus piernas. Yo no sé cómo ayudarla, porque no entiendo la situación en la que nos hemos sumergido. Tengo varias teorías y cada una de ellas es peor que la anterior, ya que la bruja que se presentó ante todos y quiso asesinar a Nila, no era Ashley. No hay forma de que haya sido ella, porque su control era absoluto, no había dudas como ella siempre tiene. Su mirada era macabra, imponente, sabía lo que quería, y era hacer sufrir a todos. También noté algo, y es que parecía que no reconociese a nadie. Los veía a todos como simples desc
Ashley Me fundo en Uzziel por completo, tocando cada centímetro de su ser, memorizado cada parte de su cuerpo, el cual me pertenece de pies a cabeza. De solo imaginarme que todo esto es mío, las ansias de tirarlo en la cama, hacer de todo con él y después solo levantarme a pintarlo, son grandes. La necesidad de tener una pintura de él crece, y de solo imaginarme una escena cercana a la del Titanic, solo que al revés, me hace sonreír y me alejo un poco de él, entrando en un 5% de conciencia, porque el resto solo grita lo que quiere hacer con este hombre. -No deberíamos hacer esto.- le pido y el niega con una sonrisa, porque mi voz no sonó para nada certera, más bien como una sugerencia que no exijo que siga, más bien, sonó como si exigiera que no hiciera nada de caso a lo que estaba diciendo. ¿Que estaba diciendo? No lo sé, realmente todo parece una ridículez si no aprovecho está desnudez. - ¿Qué no deberíamos hacer? - susurra y se pega completo a mí, dejándome sentir como su mi
Uzziel. Me quedo de pie, sin saber que decir, sin quiera saber que pensar. Miro hacia Héctor, un Omega, que se ha quedado igual de confundido que yo. ¿Realmente dijo eso o fué solo una ilusión? La esperanza es la primera en creer, porque es la primera que se manifiesta. ¿Realmente sabe cuál es la cura? Juro por todo lo divino, que sí ella realmente tiene esa cura, besaré el suelo que pisa... Ya lo hago, Pero lo haré con más ganas. - ¿Es en serio? - pregunto y ella se levanta, asintiendo y después moviendo su cabeza de un lado a otro. Aunque duda, mi esperanza sigue intacta, porque en mi profecía está escrito que ella será nuestra salvadora, y todo se está cumpliendo, porque por ella, criaturas que estaban ocultas, se levantaron para luchar, ahora, solo tiene que conseguir la cura para los enfermos. -Yo... No lo recordaba, porque todo pasó demasiado rápido, pero ahora, puedo hacerlo muy bien.- respira profundo y procede hablar.- Hace dos días, cuando todo se fue a la mier**, un
Ashley El poder me recorre por completo al sentir como tengo el control de Hera y eso me hace sonreír, porque me siento regia ante estos poderosos alfas... Aunque no sé si Hera también lo sea, lo dudo, si nos guiamos por lo tradicional en los lobos, aunque me he dado cuenta que no todo influye. Los hombres lobos tienen sus propias reglas. - Nadie te da el derecho de tocar a mi esposo.- hablo y sus ojos brillan, al igual que los de su padre. Puede sentir sus ganas de acabar conmigo, y puedo sentir la excitación de Uzziel al verme.- Si no se quieren arrepentir, recomiendo que vayan tranquilos a la reunión, que para eso vinieron, ¿Cierto? -No te permito qué...- trata de hablar el Alfa y yo me enfoco en él, queriendo acabar con su poder, Pero Uzziel lo interrumpe - Te recuerdo que estás en mi casa, en mi territorio. Si a mí esposa le da la gana de hablarte como se le antoje, tu deber es callarte. Y tú, no te avergüences más.- mira a Hera.- Ni siquiera haces falta en esta reunión.
Uzziel La situación en la que estaba metido, no sabía si manejarlo con gracia o con ira, porque realmente era surreal, aunque no podía evitar pensar que esto no me debía suponer. Las brujas por herencia son problemáticas, y lo que acaba de pasar, es la muestra de ello. Sin embargo, Nila tocó un punto sin retorno, y es que ahora todos dudan de mi, porque después de todo, soy un alfa joven, cuya llegada al trono fue simple para ellos. Mi padre, él fue el verdadero alfa, al que todos respetaban y querían seguir siempre. Lo que él decía era ley, sin importar que estuviese equivocado, todos los seguían a ciegas. Cuando murió hace años por vejez, yo fuí quién terminó con su vida por petición propia. Yo era el hijo mayor, y el deber de tomar el poder, me pertenecía. Nadie estuvo de acuerdo con eso. Todos me veían débil, más débil que Asclepio, que siempre demostró lo buen alfa que sería según la fuerza se requería. Sin embargo, las últimas palabras de mi padre fueron claras. -Para
Ashley Yo sabía que todo era complicado, solo que no sabía que tanto era. Después de un rato de negativas por parte de todos los lobos, básicamente se quedó en un acuerdo absurdo, que me olía sospechosamente a trampa. Todos estaban racios a ir a buscar a los brujos celestiales, ya que repetían una y otra vez, que un ejercito de lobos era completamente vencible si se trataba de luchar contra brujos celestiales, que eran los mas fuertes de su raza, y que nunca jugaban limpiamente. Yo no entendía muy bien el tema de brujos normales y brujos celestiales, hasta que Denara me explicó que ella era en realidad una bruja normal que anduvo casada con un brujo celestial que la engañó, la corrió de su ciudad natal, la traicionó de tal manera que casi no vive para contarlo, hasta que consiguió su salvación en aquel pueblo del Amazonas. También me contó, que los brujos normales tienen límites a la hora de conjurar hechizos, y que los celestiales realmente podrían hacer muchas cosas, como tra
Uzziel Ashley se levanta sudada y vomitando. Sus ojos llorosos y ojeras me hacen correr para buscarle medicina en la enfermería, dónde la doctora me da una caja de cosas que ella se debe tomar, porque al parecer, hemos sido demasiado irresponsables con el cuidado del bebé. Me da desde ácido fólico hasta pastillas que al parecer tienen zinc y todo, también pastillas para las náuseas y muchas vitaminas con letras. Corro hacia la cocina y el chef me ofrece un plato con panqueques con queso y frutas. Le agradezco porque sé que Ashley ama ese desayuno y corro de nuevo hacia la habitación, dónde escucho a Ashley cantando en el baño. Entro y la veo normal, incluso me dedica una sonrisa. -Ya me siento mucho mejor.- asiento lentamente. -Me soy cuenta.- mis ojos recorren su cuerpo lentamente y entro sonriendo. Si se siente mejor, debo aprovecharme de eso, no puedo evitarlo y por la sonrisa que ella me dedica, también se quiere aprovechar de eso. Entro con el agua cayendo sobre mí y Ashl
Nila Me alejo lentamente de la puerta, sintiendo por primera vez esa sensación a la que tanto le he huido durante todos estos años. Culpa. No entiendo porqué ahora está presente, porque durante todos mis años de vida, me han enseñado y he aprendido a la perfección, que solo importamos nosotros, las compañías que nos encontremos en el camino de la vida, son solo eso, compañías, decoraciones de navidad que al llegar enero, se botan a la basura, o si te sientes un poco sentimental, guardas hasta que deba ser usado nuevamente. Para mí, todas las personas son así. Y la culpa que siento en este momento, debe ser eliminada, porque yo tomé la decisión de entregar a Ashley a la criatura infernal como pago para que me diera el control total de los brujos celestiales cuando llegara el momento. Una guerra se aproxima. Una guerra donde Uzziel será mi mejor arma, porque esa promesa que acaba de hacer a su esposa, es la que me dará el control total en su momento, porque cuando llegue la hor