Pov Amaya Salimos de aquella pequeña casita, espero que la anciana se encuentre bien, no quiero que nada malo le pase por mi culpa. —Oye, ¿estás bien? Solo asentí y seguí caminando. Estaba feliz por la noticia, claro que sí, pero algo más se estaba instalando en mi interior. Lágrimas de tristeza se deslizaron por mis ojos, Hardick posiblemente ya ni me quiere a su lado y yo soy lo suficientemente orgullosa para querer retenerlo con un hijo. Por ahora, solo saldré primero de aquí y después veré. Caminamos y caminamos y el sueño ya me estaba comenzando a arrastrar y ni hablemos del cansancio. —Déjame hacer algo para descansar, iré por algunos palos secos para la fogata. Simplemente, me recosté en un árbol y cerré mis ojos, de verdad me estaba durmiendo. Mi piel comenzó a hormiguear y abrí los ojos de golpe, algo nos estaba acechando y era muy poderoso. Me encaminé por donde vi a Kayle irse, mientras avanzaba, comencé a ver sangre, desesperada, corrí siguiendo el rastro hasta q
Pov HardickAl siguiente día, algo me tenía tenso, algo en mi interior estaba inquieto, Aitor quería salir y buscar a Amaya, sabíamos que algo con ella no estaba bien.Anoche apenas y pudimos dormir con los maldit0s gemidos de esa mujer y allí viene ese guardián como si nada con una sonrisa de satisfacción en su cara.—"Es el compañero de Mirsella"Ahora entendí por qué dijo que ella pagaría el precio.—Como acordamos, aquí está el libro—, extendió el libro que tomé y le di un asentamiento.—Nos vamos ahora.—Espera, mejor espera.Iba a responderle y en eso entró una mujer, era bastante mayor, su cuerpo era delgado, pero no había malicia en ella.Aitor y yo nos pusimos rígidos cuando se acercó y logramos oler el olor de nuestra compañera en ella.—Ella estuvo conmigo hace poco.—¿Dónde está?— caminé hacia ella y la tomé por los hombros.—Parece que es muy tarde, Darius ya la tiene en su poder, su hijo la llevó hace unas dos horas al castillo.La solté mientras daba pasos atrás, el mie
Pov Narrador. El círculo ante Amaya se cerró por completo, algo en su pecho comenzó a arder al igual que la marca de su cuello. Ella supo lo que estaba pasando y no estaba dispuesta a perder lo único bueno que tenía en su vida. Aun con el enorme dolor de su cuerpo, aun con las restricciones que la misma marca de su compañero había creado en su poder. Estaba convocándolo desde el fondo de su alma, sus runas comenzaron a brillar, el suelo bajo sus pies empezó a temblar. El candelabro sobre sus cabezas se sacudía violentamente. La brisa apareció de algún lado haciendo estragos, todos se cubrían y otra corrían en todas las direcciones. Afuera del castillo, frente a las murallas, se libraba otra batalla, Mórtagos se enfrentaba a muerte contra Aitor, los hombres de los guardianes a los guerreros de Darius. Todo era un campo de batalla que comenzaba a teñirse de sangre, el cielo ahora lanzaba rayos hacia ellos. Amaya dejó salir todo su poder, el camisón que tenía puesto se quemó po
Pov Amaya No sé si estoy soñando o no, pero sentir la suavidad bajo tu cuerpo, es reconfortante. Es como sentir que tu cuerpo está bajo un montón de nubes con un delicioso aroma en el aire. Abro los ojos, lentamente, para darme cuenta de que la habitación apenas está iluminada y ya es de noche. ¿Esto no es un sueño, verdad? ¡Estoy muerta, lo sabía!, eso iba a matarme y mi bebé o no, Diosa, mi bebé. Me senté de golpe en la cama y escuché una suave risa a mi lado. Al voltear, observo a Hardick mirándome, se levanta y se sienta recostándose sobre el respaldar de la cama. Miro cada detalle de él, realmente me gusta mi guapo compañero. —Cachorra... Un subidón me llega de repente sintiendo mi centro calentarse y mojarse en solo segundos. Me quité el camisón y me subí a ahorcadas sobre él. —Amor, estás delic... No lo dejé terminar y comencé a devorar sus labios con hambre, su sabor se mezcló con el mío mientras nuestras lenguas luchaban por el control. Al final él ganó y la ver
Pov Hardick Dejo un suave beso en su frente antes de tener que salir a atender algunos asuntos. Tomo con suavidad su cabello entre mis dedos, ahora es blanco con pequeños mechones rojos, mi poder fluyendo a través de ella. Subo la manta con suavidad por su cuerpo y antes de salir, una vez más, me paro frente al espejo. En mi cuello está su marca, dos hermosos lobos blanco y rojo entrelazados, en mi brazo llevo el tatuaje de sus llamas que se complementan a la perfección con sus runas. Al dirigirme a la oficina, me recibe todo un desastre adentro. Lobos discutiendo contra los híbridos lanzándose cosas de un lado a otro. Ya no tengo una oficina. —¿Qué se supone que pasa aquí? No necesito alzar la voz para hacer que todos se detengan en el acto. Los híbridos bajan sus cabezas y los lobos me exponen su cuello. —"Creo que amo tener el aura de mi compañera, es sumamente poderosa" Sonrío al saber que tiene razón, ella es más poderosa que yo. —Siéntense y no me interesa dónde, de
Pov Hardick La piel chocando húmeda y sus gemidos llenan la habitación. Su cabello se pega a su frente con el sudor corriendo por su cuerpo. Aprieto con fuerza sus caderas y cierro los ojos cuando una vez más, su orgasmo llega y con él, también el mío. Su cuerpo cae sobre mi pecho, su respiración es rápida como la mía. Ambos cansados y respirando de forma pesada dejando que pase la euforia del momento. Acaricio su espalda sudada hasta que su respiración se hace lenta y constante. Me levanto con cuidado sosteniéndola en mi pecho, sus piernas se enrollan en mi cintura antes de llevarla al baño. Le lavo su cuerpo con cuidado, deteniéndome sobre su pequeño vientre que ya es más notable. Después de vestirla y acostarla, salgo de la habitación para irme directo a mi estudio. Me siento frente a mi escritorio y caigo de cabeza sobre él. Diosa, estoy que muero del cansancio. Justo cuando comenzaba a agarrar el sueño, mi madre entra como si nada. —Cariño, buenos días, esta maña
Pov Narrador En la manada Luna Plateada, todos se preparan para la celebración. La familia de Amaya fue bien recibida, qué rápido se puso al día con la madre de Hardick en muchas cosas. Todos iban de un lado a otro, colocando hermosas decoraciones, y arreglos florales. El jardín se estaba preparando y decorando para la entrada de los novios. Hardick quiso que Amaya, tuviera algo más parecido a una boda humana. En la habitación, todo era un desastre, ropas tiradas por todos lados, zapatos de ambos tirados en diferentes lugares. Gemidos lascivos se podían escuchar mientras la cama golpeaba constantemente contra la pared. —Nena... vamos a llegar... tarde... hmms... —No me importa... que esperen... primero... necesito terminar de violarte... Ella volvió a cerrar los ojos, concentrándose en cabalgar a su Alfa debajo de ella. Los gemidos se hacían más fuertes, el sonido húmedo de la piel golpeando, sus respiraciones pesadas y aceleradas. Ambos alcanzaron el clímax junto
Pov Amaya Observo el cuarto que será de mi cachorra, aún no tenemos un nombre para ella, pero creo que por ahora no me preocupo por eso. Paso mi mano por la cunita que ya tiene varios peluchitos adentro. —Me encanta. Cailín entra y rápido corro a tomar a Alek de sus brazos. —Quieta ahí, nada de cargar peso, Alek ya está bastante grande. —Cailín, pero apenas se me nota la barriga. —Los tres primeros meses de vida son muy importantes y delicados, nada de hacer locuras. Ruedo los ojos y aun así, miro a aquellos orbes morados que miran atentamente a mi vientre. Me acerco a él y Cailín lo baja con cuidado para que toque mi pancita. Pero hubiese deseado no haber hecho eso, hubiese evitado el desastre que se avecinaba. Cuando su pequeña mano tocó mi vientre, fui mandada a otro lado como aquella vez. Estaba frente a un lago, donde había una hermosa joven de unos 16 años del otro lado, viendo el agua. Su cabello era rojo y cuando sus ojos me miraron, me quedé congelada, ese mismo