Gina, este niño cada vez está más grande, estas segura que es mi sobrino” decía Enrique mientras cargaba a mi pequeño Maxus.

“Estoy segura de eso y apúrate que no tarda en empezar el torneo, no puedo creer que ya pasaron dos años , parece que fue ayer cuando lo tuve entre mis brazos”.

“Lo sé, aún lo recuerdo , como también recuerdo que desde ese día,

Magnus no ha parado de pedirte perdón y de rogarte que le permitas estar junto a ustedes”.

“Enrique no empecemos de nuevo, ya te dije que no lo necesito, después de la muerte de papa y ahora que soy la Reina de Galandria, no necesito de nadie y menos de mi tan miserable ex ”.

“Ni siquiera de mí”. Dijo con una sonrisa.

“A ti siempre te necesitare a mi lado, eres la única familia que me queda, no lo dudes ni por un segundo, eres muy importante para mí y siempre lo serás”.

“Además, estoy cansada de soportar a los condes y duques, creen que ahora que tengo un hijo será más fácil conquistarme, están muy equivocados”.

“Y hoy en el torne