La voz y el tono de autoridad que nos alcanza, a mí simplemente me hace estremecer, sin embargo, puedo ver a todos los demás presentes, cómo agachan la cabeza y la mirada al tiempo en que se muestran sumisos, dejado expuesto el lateral de sus cuellos a modo de muestra de respeto. Incluso la loba ante mí, que aún no ha vuelto a su forma normal, evita mirarlo a los ojos mientras él se acerca abriéndose paso por el camino despejado que le han dejado los miembros de la manada. En cuanto nos alcanza, por poco y escucho a la loba lloriquear ante Tayler, el cual nos observa con una ceja alzada y los gruesos brazos cruzados frente al pecho, dejando en evidencia el potencial físico que posee. Luana ronronea en mi cabeza ante ésta visión y debo acallarla, porque lo único que me falta es que suelte algo inapropiado delante de todo el mundo por su culpa. -¿Un duelo?-Así es.-¿Quién desafió a quién?-La Sra. Silvia a mí.-¿Eso es cierto?Ella gruñe en respuesta y alguien aparece junto a Tayler,
Esas preguntas me ponen en alerta porque son, precisamente, las que no quería que hiciera. No quiero que empiece a desconfiar de mí, sin embargo, tampoco quiero exponerme, no aún y no quiero mentirle tampoco. Esto es una mierda y será mejor que se me ocurra algo pronto, o va a terminar muy mal.-¿De qué hablas? ¿Ocultando? ¿Por qué motivo escondería a Luana?-No lo sé, por eso mismo te estoy preguntando. Cualquier loba de tu calibre, de todas las que he conocido hasta ahora, estaría más que feliz de mostrarla, de hacer alarde de su poder. Eres conocida precisamente por ser la mejor guerrera de la manada a la que pertenecías, por lo que uno esperaría que, ante semejante momento y oportunidad para mostrar quién eres, además de tu declaración de hacerte respetar, utilizarías a tu loba para ese propósito.-Y no fue así...-No, no lo fue. Por eso ahí va la pregunta de nuevo. ¿Por qué no dejas que tu loba se muestre ante nosotros? -Bueno, la verdad es que, aunque te parezca que era la mejo
Con cuidado para no espantar ni molestar al pequeñito, giro mi cabeza para mirar sobre mi hombro y me encuentro con el pelinegro observándome desde la entrada del claro, observándonos con gesto neutro en su rostro... aunque noto el brillo en sus ojos ante la presencia del Silfym. -¿No ibas a dejar el tema por ahora? -Es verdad, pero eso no dice que no pueda sentir curiosidad. -Cierto... Con paso tranquilo, se acerca a nosotros, acariciando a Natura que ahora está lamiéndose como cualquier gato luego de comer, y se sienta junto a mí en cuanto nos alcanza. La diminuta criatura vuela a su alrededor, como si estuviera saludándolo, y luego regresa a mi cabello, a jugar con él como la vez anterior. -Sin embargo, como dejé claro, no voy a presionarte, puedes estar tranquila por eso. Soy hombre de palabras. -Lo sé... El silencio nos rodea, solo interrumpido por el ronroneo que empieza a brotar de Natura cuando ésta se acomoda junto a mí y me permite acariciarla tanto en el lomo como
Aquí no hay nada, no siquiera una sombra, entonces ¿de dónde vino eso? Porque lo juro, lo escuché, no estoy loca. O eso creo...-No, no lo estás, yo también lo escuché. Hay algo aquí, pero por alguna razón, no quiere que lo veamos aún. -Sea quien sea, algo quiere y creo que no nos quedará más opción que averiguar qué es. -Qué fastidio...-Y que lo digas. Además me empieza a molestar el saber que hay alguien observándonos. La última vez estábamos desnudas dentro de la bañera, por amor de la Diosa, ¿qué ya no hay respeto de parte de los espíritus?-¿Quién sabe? A lo mejor, no tiene el don de la oportunidad.-Qué comentario tan útil para un momento como éste, nótese el sarcasmo.-Amargada...Suspiro con cansancio y me meto al baño para abrir la ducha. Sin embargo, antes de quitarme la ropa, decido hacer un último intento y me coloco frente al espejo, porque si hay algún espíritu aquí, se reflejará en él y podré verlo, aunque no esté necesariamente atrapado en él. Respiro profundo y pa
Golpeo la bolsa una y otra vez con fuerza, la cual chirria con las cadenas reforzadas por los bruscos movimientos violentos de cada impacto. No dejé que Nina la sostenga ni le permití luchar conmigo aún, porque quiero descargarme en serio y podría lastimarla en el proceso. Quiso protestar, pero sabe que soy más fuerte, MUCHO más fuerte y que, cuando me suelto, en serio podría herirla. Llegué a entrenar solo con Alefrick porque nadie podía soportar mis golpes cuando lo hacía en serio. Cuando entrenaba a las hembras, siempre me contenía y, por lo general, no luchaba salvo que fuera completamente necesario, lo que hacía que soltara grandes cantidades de energía en pequeñas porciones, lo que me mantenía mucho más estable y tranquila. Ahora que ya no lo hago, que llevo más de una semana sin tener ningún tipo de combate de ninguna especie (salvo el que fue contra la madre de Yhoseline y ni siquiera me esforcé), y que como extra, me han estado fastidiando y poniendo a prueba mi paciencia d
Nina me mira como si me hubiera vuelto completamente loca y, quizás, realmente lo esté, pero si pienso en lo que dijo hace a penas unos segundos, quizás es la decisión correcta.-No tenía otra opción, luché con la madre de la rubia y ella...-Tiempo fuera, tiempo fuera, tiempo fuera, ¿cómo es eso de que peleaste con la madre de la rubia? ¿Por qué? ¿Qué más pasó y no me has dicho todavía? -Lo siento, formaba parte de todo este problema y no me pareció tan relevante...-¿Cómo carajo se te ocurre que no es algo relevante? Peleaste con una loba de aquí, y lo que me molesta no es que lo hayas hecho, sino que no me hayas avisado para que estuviera ahí para cuidarte la espalda y para hacer apuestas. Habría ganado una fortuna sin duda si hubiera apostado a que le ibas a patear el trasero.-¡Nina! -¿Qué? Es la verdad... Desde que tienes a Luana, nadie ha podido derrotarte jamás, y ésta no iba a ser la excepción, podría haber lucrado muy bien. Incluso desde antes de que tu loba apareciera, so
-Ta-tayler yo... yo lo... lo siento... E-es por eso que no... yo no quería... maldita sea... Nina, dame una toalla, ahora.Mi amiga se apresura y agarra la que dejé sobre mi botella de agua, trayéndomela para que limpie a Tayler, mas él me detiene y hasta me sonríe. -Cálmate, ¿sí? Sabías que algo así pasaría en el momento en que acepté hacer esto, no tienes que sentirte mal por hacer lo que yo mismo te dije que hicieras, ¿no te parece? -Pero...-Pero nada, tranquila, todo está bien. Confía en mí, ¿quieres?-¿Y la sangre?-Es natural cuando te golpean, y ese sí que fue un gran puñetazo. No me esperaba menos de una luchadora consumada. -Bueno yo...-Escucha, no tienes que sentirte mal ni nada similar, solo sigamos y ya. La diferencia es que, ahora, no voy a tener piedad. Su sonrisa es casi siniestra, al punto de que sé que no presagia nada bueno y, en lo que dura un latido de corazón, se arroja sobre mí y me plancha en el suelo sobre mi espalda. El impacto me deja sin aire y él llev
No puedo evitar maldecir en silencio, ¿por qué tenía que venir justo aquí, justo hoy y justo ahora? Malditos fueran él y ella... Frente a nosotros tomados de la mano (aunque él parece más obligado que complacido de estar así), están dos lobos a los que preferiría no haber tenido que cruzarme en lo que me queda de vida, y en su lugar, los tengo justo en mi cara: Alefick y Thábita.¿Sería muy cruel desear que se abra la tierra justo debajo de ellos y se los trague enteros? La verdad sea dicha, es que en ellos noto dos reacciones completamente diferentes a nuestra presencia aquí: mientras que esa perra sonríe con suficiencia de estar con mi ex y, como extra, coqueta hacia Tayler, Alefrick nos observa a ambos con odio. Ninguna de las dos reacciones me sorprenden, en lo absoluto. -¿Qué es lo que quieren? Solo venimos a ver una película, no nos interesa ni hablar ni discutir con ustedes, así que ¿por qué no mejor siguen con su camino y nosotros con el nuestro? Hay demasiados humanos alred