Sus palabras me dejan sorprendida y observo una vez más el cuadro de la loba, la cual no puedo negar que, aún con su aspecto ligeramente aniñado (producto de la nariz pequeña, esos grandes ojos y las pecas en su rostro), es realmente muy hermosa, o bueno, lo era. La forma en la que Tayler observa su imagen, ese brillo cálido en sus ojos, me hace saber que tenían una gran relación, que realmente se tenían un amor profundo, lo que, a pesar de que me alegra mucho (porque soy de las que creen que todos merecemos a alguien que nos ame más que a nada en el mundo), también siento un poco de envidia, porque siempre quise eso mismo para mí y, aunque se suponía que encontré a mi pareja y él me demostraba su afecto en el principio, nunca fue nada comparado con lo que él deja ver ahora mismo de manera descarnada y sin importar quién lo vea. Lo que habría dado yo para que Alefrick me mirara a mí así, estoy segura de que si hubiera sido así, nada de lo que me trajo aquí habría pasado, él realment
Sus palabras me generan curiosidad y lo observo a la espera de que me aclare eso, ¿motivo oculto? ¿Y eso? Su dedo pulgar traza una y otra vez el triángulo que tengo en el dorso de mi mano izquierda, el cual está formado por tres lunares que están en el lado derecho de la misma, y su gesto ausente me hace preguntarme qué es lo que está pasando por su mente justo ahora, ¿qué es lo que quiere decirme y está ahí trabado en su mente? Cuando finalmente sus ojos conectan con los míos, veo un brillo que me resulta curioso en ellos.-El día en que Marceline se fue, quiso hablar conmigo a solas. Me dijo que esa misma noche, había tenido un sueño donde, estando en el medio del bosque, la Diosa se le apareció.-¿En serio?-Sí, dijo que era hermosa, como una aparición, al punto en que no sabía bien cómo describirla, pero que podía decirme con total seguridad, que exudaba un aura de poder y tranquilidad que nunca antes había sentido. Dijo que casi lo había sentido como una caricia llena de amor y c
Nuestras cabezas se giran al unísono hacia la entrada y ahí, acercándose como toro embravecido y un gesto de mala leche que solo sería más notorio si le dieran con un reflector, están la madre de Yhoseline y, junto con ella, otras dos lobas mayores que, si tengo pensar en la primera, deben de ser las madres de las otras dos chicas que se llevaron junto con la rubia. No hay mucho trecho de distancia entre la entrada y nosotros, por lo que nos alcanzan rápidamente, sin embargo, Tayler no parece alterado por la situación, su gesto neutro en su rostro ante ellas me sorprende y me hace imposible saber qué es lo que está pasando por su cabeza. En cuanto están frente a nuestra mesa, puedo ver el brillo de sus ojos, evidenciando su ira y la presencia de sus lobos a penas bajo la superficie, y sus dientes también tienen cierto nivel de desarrollo, aunque no al completo, (espero) en un intento de mantenerse aún bajo control, aunque me parece que están perdiendo la batalla contra la ira.
La pareja de lobos aparece desde la cocina con gesto alarmado, debieron de estar lejos por lo que tardaron en aparecer, o a lo mejor, no querían meterse en el asunto entre el Alfa y las lobas enojadas...No los culpo en absoluto, yo tampoco quería meterme en eso, y aun así, terminé involucrada sin poder evitarlo.-Tranquilos, ya pasó, no tienen de qué preocuparse. -¿Cómo pudieron atreverse a hacer algo así?-En la ira, uno no siempre toma las mejores decisiones.La pelirroja parece profundamente afectada y su esposo muestra un gesto de molestia severo, como si fuera a él a quien hubieran acusado y ofendido y no al pelinegro. Parece que le tiene un profundo respeto y mucha lealtad, aún siendo solo un humano y no un lobo, lo cual me deja mucho más tranquila, porque es bueno saber que tiene personas de su lado. Francamente, me preocupa lo que esas tres puedan intentar, porque sé con certeza que esto, solo fue una batalla que perdieron y ellas lucharán por conseguir la victoria de la gue
Entro en la cocina, aún con la mente en lo que vi estando en la bañera, o bueno, en lo que también no vi, porque esa voz llamándome no me la imaginé, yo lo sé, la escuché perfectamente, y me sorprende no ver a nadie. Son cerca de las diez de la noche y no veo siquiera un movimiento aquí, como si ninguna persona hubiera pasado por éste sitio en horas, lo cual es extraño porque por lo que se esperaría de tipos tan grandes como lo son Tayler y Liam, uno esperaría que comieran casi literalmente como animales, en cuanto a la cantidad, claro está. No estoy diciendo que no tengan modales en la mesa, no me malinterpreten, porque me consta (al menos con respecto al ojirrojo), que no es así. Cuando almorzamos, se comportó perfectamente en todo momento y ni siquiera hubo una miga fuera de lugar.Como sea, quizás debería preparar algo y llevarles, si es que siguen en la oficina de Tayler desde que me fui hacia mi cuarto. Con eso en mente, me acerco a la refri y saco un trozo de carne grande y al
-¿Y bien? ¿Te hacen algún tipo de daño?-¿Es relevante? No es como si pudiera evitarlas, aunque me arrancaran años de vida con cada una que llega a mí. Además, son útiles para proteger a la manada.-Puede ser, todo lo que dices, sin embargo, eso no me interesa, lo que sí tiene importancia es lo que te hacen cuando llegan a ti. Porque si te lastiman de alguna forma, la que sea, buscaremos una forma de que ya no tengas que sufrirlas. No sé si es posible, pero haremos todo lo que esté en nuestras manos. -¿Estás seguro de eso? ¿Realmente crees que sea una buena idea? Perderías una gran oportunidad para los nuestros. No hay que sacrificar el bien mayor por el bien de uno solo.-Es un abuso, usar a alguien que sufre por el beneficio que eso le otorga, no está nada bien. Nadie tiene derecho a algo así.-¿Aunque sea voluntario?-Sigue siendo abuso, porque a veces, esa persona acepta por el simple hecho de que cree que es necesario, de que es lo que debe hacer, y no es así. Todos tenemos dere
Luana empuja hacia afuera con ferocidad, está cansada de ésta loba y exigiendo un ajuste de cuentas ahora mismo, sin embargo, aprieto el control sobre ella y respiro profundo, intentando mantenerme lo más tranquila posible. No quiero darle el gusto de saber que me ha fastidiado, de que sus acciones me molestan o afectan de alguna manera, pero la verdad me la está poniendo muy, MUY difícil.-¿Srta. Rosh?-Con su permiso, solo iré a sentarme. No la miro siquiera, solo me encamino hacia el pupitre vacío, hasta que su voz nuevamente me detiene. -No le di permiso para eso, ¿o sí?La observo sobre mi hombro con una ceja alzada.-¿Lo necesito? Solo estoy entrando a su clase, se supone que debo sentarme y escuchar lo que diga para aprender.-Pues sí, lo necesita, porque llegó tarde y yo soy quien decide si le doy permiso o no de quedarse aquí. -¿Tarde? ¿Usted llama tarde a un minuto?-Un minuto, cinco, diez, quince, una hora, tarde es tarde y punto.Siento mis dientes desarrollándose, mi l
La voz y el tono de autoridad que nos alcanza, a mí simplemente me hace estremecer, sin embargo, puedo ver a todos los demás presentes, cómo agachan la cabeza y la mirada al tiempo en que se muestran sumisos, dejado expuesto el lateral de sus cuellos a modo de muestra de respeto. Incluso la loba ante mí, que aún no ha vuelto a su forma normal, evita mirarlo a los ojos mientras él se acerca abriéndose paso por el camino despejado que le han dejado los miembros de la manada. En cuanto nos alcanza, por poco y escucho a la loba lloriquear ante Tayler, el cual nos observa con una ceja alzada y los gruesos brazos cruzados frente al pecho, dejando en evidencia el potencial físico que posee. Luana ronronea en mi cabeza ante ésta visión y debo acallarla, porque lo único que me falta es que suelte algo inapropiado delante de todo el mundo por su culpa. -¿Un duelo?-Así es.-¿Quién desafió a quién?-La Sra. Silvia a mí.-¿Eso es cierto?Ella gruñe en respuesta y alguien aparece junto a Tayler,