¿Es lo que quiero? ¿Quiero volver a ser una Luna? ¿Quiero tener todo tipo de responsabilidades nuevamente y aceptar todo lo que conlleva, aún con la ayuda y compañía de Tayler? ¿Qué pasa si él cambia? ¿Qué pasa si toda la historia se repite nuevamente? Alefrick en el inicio, por más que suene extraño, era mucho más amable y cariñoso que en el último tiempo antes de que todo esto ocurriera. Era atento, le gustaba pasar el tiempo conmigo, compartíamos actividades e intereses, salíamos a correr juntos para tener tiempo a solas y hasta tenía detalles dulces que me hacían sentir que realmente le importaba, que en serio me quería. Sin embargo, eso cambió paulatinamente a medida que el tiempo pasó. Jamás me manifestó su necesidad tan urgente de tener un hijo, éramos jóvenes, teníamos mucho tiempo por delante, ni que alguno sufriera algún tipo de enfermedad que pudiera causar una muerte repentina o algo similar como para necesitar un embarazo tan temprano. Es cierto que las que son como yo,
No tengo que pensarlo, no hace falta que diga nada, porque aunque el calor que estamos sintiendo ambos y la intensidad del momento podría hacer arder la habitación en cualquier momento, parece que Tayler tiene un cierto punto de pensamiento humano y, aunque muy lento, baja el nivel del beso paulatinamente hasta que éste se convierte en un ligero roce. Su frente queda apoyada contra la mía al tiempo en que sus dedos dibujan suaves círculos contra la caliente piel de mi espalda y su aliento se entremezcla con el mío en el estrecho espacio que ha quedado formado por nuestra posición. Mis propias manos siguen sobre sus hombros, sintiendo la firmeza de sus músculos y el ancho de estos bajo las yemas de mis dedos. Y yo que pensaba que la visión de su torso desnudo antes me había dado una buena idea de lo poderoso que es su cuerpo, mas no, ni de cerca. Mi cerebro gritaba casi para que me permitiera el placer de bajar por su cuerpo y, como mínimo, amasar esos pectorales, clavar mis uñas
-¿Lo viste?-Sí, ¿por qué? Pensé que era algo bueno.-No se ha mostrado ante nadie salvo mi madre y yo desde que tengo conocimiento de él, ni siquiera ante Liam, ¿y me dices que tú lo viste?-No solo lo vi, jugó con mis dedos y mi cabello, me guio hasta el lago y fue quien "me dijo" que mirara dentro. Hasta me pidió a su manera que me convirtiera en Luana y se divirtió con mi otra mitad. Cuando llegó el momento de volver, parecía que no quería que me fuera, se aferró a mi dedo y chilló hasta que le prometí que regresaría con él pronto.-Wow... Eso sí que no me lo esperaba. Hay pocos Sylfins en el mundo y uno solo vive en nuestro bosque, son en su mayoría tímidos, salvo que perciban que la persona que se acercó a su hogar tiene ese "algo" que los atrae, una parte de su persona que les hace confiar enseguida, por lo que prácticamente nadie suele verlos o sabe siquiera de su existencia, y tú no solo no lo buscaste, sino que él fue a tu encuentro y quiso que te quedaras... Cada vez creo m
Su mirada, esa casi como un puchero infantil, me produce una gracia que no puedo ocultar y él parece satisfecho ante mi risa, como si eso hubiera sido exactamente su objetivo y disfrutara de su premio. -Está bien, está bien, me quedaré "si eso te deja más tranquilo", aunque prácticamente hayas admitido que tienes otras intenciones más egoístas que el simple hecho de protegerme. -Bueno, pero es una de mis razones. -Claaaaaaro... Como tú digas. Y si nos basamos en eso, no es necesario que vayamos a la casa, aunque sí me interesa ir a la facultad, necesito inscribirme y ponerme al día para poder conseguir mi título.-Bueno, eso suena más interesante. Lo único que me faltaría ahora es que, si vamos a la casa, te guste demasiado y quieras retractarte y quedarte ahí.-¿Me crees tan voluble?-No pienso arriesgarme, no voy a dejar que cambies de opinión, y si llegase a pasar...Sus manos me aprietan contra él y su voz baja a un tono ronco que me eriza la piel en menos de un segundo. -Esto
Al voltearnos, una mujer que se nota que está ya cerca de sus cuarenta, aunque eso no le quita la juventud que la envuelve. No veo prácticamente arrugas en su rostro, aunque sí que hay un par de líneas de expresión... y no se ve feliz en lo absoluto. ¿Por qué presiento que esto es por mí? ¿O estoy siendo demasiado engreída?Nop, por la mirada casi de desprecio que acaba de dirigirme, definitivamente tiene que ver conmigo. ¡Maldición!-Buenos días Silvia, como siempre, es un placer verte.-Normalmente te correspondería, pero hoy no puedo.-¿Pasó algo?-Sí, y algo muy malo. Pido una audiencia privada.La forma en la que menciona la palabra "privada", obviamente dejando claro que no me quiere tener ni a una milla de ella, hace gruñir a Luana con fiereza dentro de mi cabeza, pues es una falta grave de respeto para una Luna, mas tengo que refrenarla, porque yo ya no soy una Luna, ni siquiera lo era de ésta manada, y ella no me debe nada. -Los modales son modales, y ella no está siendo edu
Estoy por negarme nuevamente a que lo haga, no quiero más de su odio dirigido hacia mí y que eso pueda desencadenar que todo vaya peor y que más se le sumen, pero ella me corta y su declaración no sorprende un poco... aunque no del todo, supongo que debí esperármelo.-Bien, lamento haber sido irrespetuosa, si hizo el juramento, es justo que le dé el mismo respeto que a los demás miembros, sin embargo, no voy a retractarme de lo que dije: ella no debería estar aquí ni mucho menos acercarse a usted, Alfa. Es una extranjera, una recién llegada que, aunque haya rechazado a su compañero, si es que realmente fue así, ya lo tuvo y usted debe buscar a una persona adecuada, preferentemente, alguien que haya estado a su lado desde el inicio. Algún defecto o problema para causar que la haya cambiado por otra. Mi hija por otro lado, es una de esas lobas que mencionaba, y debería considerarla como una de las mejores opciones, pues lo conoce desde que eran niños. Podrían entenderse con facilidad y
-Así es, ¿no lo notaste?Me quedo helada por un momento, considerando sus palabras y analizo sus apariencias, empezando a unir puntos en similitudes como el color del cabello, la forma de la nariz y, aunque no tuve mucho intercambio precisamente con Yhoseline, esa actitud altanera y de superioridad sí que delatan el parecido.-Ahora que lo mencionas...-Sí, son bastante parecidas. -Y parece que ambas no les caigo nada bien. -Eso es su problema, no tuyo. No puedes agradarle a todo el mundo, porque siempre alguien se molestará o tendrá algo qué criticar. Lo mejor que puedes hacer es ser tú misma y, a quien le caigas bien, trátalo bien y, a quien no, simplemente no reacciones ante sus ataques, no les des el gusto de saber que pueden afectarte.-Para ser tan joven, eres bastante sabio.-Agradezco el cumplido.-Pero aquí el problema no es solo mi presencia, sino lo que ellas esperaban.Tayler bufa y niega con cierto aire de molestia, la cual, dado lo que acaba de ocurrir, es entendible.
-Como escucharon, quieren ser ellas quienes "elijan a la siguiente Luna", que sea una de ellas. Todas quieren ser su compañera, así que han estado intentando alejar a todas las demás y compitiendo entre sí para decidir quién es más digna, poderosa, hermosa y no sé qué más, para poder ocupar el puesto. -¿Están locas? ¿Qué las impulsó a eso y por qué creen que aceptaré eso?-No sé, mas al parecer, no es que esperen que lo aceptes, sino que han ordenado que solo la que esté ganando, o sea ya directamente la ganadora, es la única que tiene permitido insinuársele o coquetearle para atraerlo. -Déjame adivinar: Yhoseline forma parte de ese grupo y es quien va en la delantera, ¿no es así?Los ojos de Albert se abren con asombro y curiosidad.-¿La conoces? ¿Cómo lo supiste?Bufo con cansancio y me trago la necesidad de responder mordazmente sobre lo que pasó en tan solo hoy; en su lugar, Tayler es quien responde.-La conoció hoy y también a su madre. Lo que dices me ha aclarado un par de cos