Flegt Everard.

— No estoy entendiendo nada ¿alguien puede explicarme? Flegt no mataría ni a una mosca menos podría ser un cazador.

— yo les voy a explicar, Gi tiene que preparar las cosas.

Zorel nos dirige hasta la sala principal, antes de sentarse toma la botella de vino y comienza a beber, no solamente una copa era toda la botella.

— hace mil años o algo así, no me pregunten reprobe historia — susurra la última parte — todos vivían en el mismo Sarter pero cada vez habían más disputas entre nosotros hasta que un día una bruja encontró un niño abandonado y lo adoptó, la acusaron de haberlo robado y sacaron a todas las brujas del pueblo, siguieron con las hadas, elfos, duendes todo aquel que era diferente.

— pero no pasó nada muy malo ¿verdad?

— eso fue el comienzo, no encontraban un lugar en donde vivir y se desató una guerra en Sarter, muchas hadas y brujas murieron colgadas hasta que decidimos escapar, creamos nuestro propio Sarter escondido en el bosque.

Los problemas comenzaron de nuevo cuando un grupo de hijos de brujas y normales decidieron cazar a todos aquellos que vivían en el bosque por ser un peligro para las personas, las siete brujas dirigentes decidieron sellaron la salida la cual solo se abre cada cuatro años para que las brujas puedan cuidar al pueblo de Sarter. 

— en.. entonces yo... ¿yo voy a colgar a Aster? 

Mi respiración se dificulta y comienzo a dar vueltas en la habitación, escuchaba a los lejos la voz de Aster y Zorel pero no logró saber que dicen, estoy encerrado en mis pensamientos, estaba teniendo un ataque de pánico no había tenido uno desde los quince años se me olvidaba lo que era la sensación de estar por morir. 

— toma esto va a tranquilizarte. 

Volteo a ver a Zorel y lo que recibo de su parte es un golpe.

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Astereae Brunhilden

— Flegt, despierta por favor — intento levantarlo del suelo pero esta inconsciente gracias al golpe que le dio Zorel 

— tenía que tranquilizarse — se encoje de hombros. 

Esperamos unos minutos intentando que Flegt reaccione pero Zorel se cansó y le lanzo un balde con hielos y agua lo que hizo que reaccionara al instante.

— ¿y se supone qué yo les haré daño a ustedes? — se pone las manos en la cabeza — pensé que los duendes eran agradables pareces el dueño de la mafia.

La mafia de Zorel y los duendes de santa próximamente en cines es lo primero que pensé para ser sinceros cumplía con el papel 

— no tenemos tiempo y tienen que tomar una decisión.

— ¿sobre qué? 

— Flegt puede irse y no tendrían que hacer la unión de sangre pero si el se va tu no podrás irte jamás, como llegaron juntos hay un lazo que los une y si uno se va o muere ese lazo se rompe.

— No voy a dejar aquí a Aster, vamos a hacer esa cosa de la sangre.

— ¡no le digas esa cosa de la sangre, más respeto niño! — espetó Gi entrando a la habitación con seis mujeres más

— si hacen la unión de sangre estar juntos para toda la vida, nada lo puede romper a menos que la bruja que en este caso es Aster este con un brujo más poderoso la unión se rompería y Flegt estaría a merced de las despiadadas brujas.

— no le voy a hacer eso, el merece vivir su vida yo lo arrastre hasta aquí no es justo que también este condenado a estar conmigo toda su vida.

— no hables de mi como si no estuviera aquí — Flegt se levanta y toma la botella de vino — vamos a hacer esto, claro si Aster esta de acuerdo y si no voy a comenzar a beber todas las botellas de vino que hay en esta casa para estar inconsciente cuando las brujas me encuentren.

— eso no va a suceder — le quito la botella de vino y ahora tomo yo — a celebrar una boda de brujas.

— no es una boda de brujas — reniega 

— Zorel, si ella lo quiere llamar así déjala, mejor ve y comienza a hacer un vestido de bodas para nuestra pequeña  bruja.

— pero yo...

— ¡cumple tu trabajo de duende ya!  

En los tres días que llevo conociendo a Gi e notado tres cosas esenciales, puede ser más dulce que la azúcar pero si le llevas la contraria o la haces enojar prepárate para morir, esta obsesionada con the vampire diaries y que nos trata como si fuéramos sus hijos.

— muy bien señoras comencemos con esto antes que la luna este en su punto máximo y sea tarde — las seis mujeres se dispersan por la casa convertidas en pequeñas hadas — En tu habitación debe de haber algún traje deberías comenzar a prepararte.

— ¿es necesario, no podemos solo cortarnos la mano y ya como en los libros?

— ¿qué dijiste? — levanta la ceja y frunce el ceño 

— que en seguida voy a buscar mi traje querida Gi.

Flegt toma de mi mano y subimos por las escaleras hasta su habitación en donde efectivamente había un traje completamente negro incluyendo la camisa y los zapatos, excepto el saco que era rojo de terciopelo ¿qué tienen las brujas con la ropa así? 

— ¿estas segura? En realidad no me importaría morir aquí solo pediría despedirme de Farah y mi padre — me pone una sonrisa tranquilizadora mientras abotona su camisa 

— no dejaré que mueras — me levanto y comienzo a arreglar su camisa ya que no la abotono correctamente — te quiero Flegt.

— ¿aunque sea el fastidioso hermano de tu mejor amiga? 

— incluso más porque eres el fastidioso hermano de mi mejor amiga. 

Nos quedamos viendo fijamente un momento, yo no separo mis manos de su pecho y el no desvía su mirada hasta que de golpe se aleja

— necesitamos una foto del día de nuestra boda.

Comienza a tomarme varias fotografías y después una juntos, lo abrazó con todas mis fuerzas y al levantar el rostro observo que esta grabando.

— ¿cómo te sientes a ser la próxima señora de Everard? 

— vamos Flegt, no es gracias — lo miro fijamente a los ojos 

— hay que buscarle el lado bueno todo incluso a una boda forzada — pone una sonrisa 

— incluso siendo nuestra boda de brujas.

Me acerco más a el y en ese precioso momento en el que nuestras respiraciones chocan debido a la cercanía el me toma de la cintura cortando todo espacio entre nosotros y así fue como sus labios que tienen un fuerte sabor a vino rozan con los míos encajando perfectamente, una secuencia de sensaciones y tranquilidad invade mi ser hasta que llegamos a separarnos y el vacío vuelve a mi.

— creo que no alcancé a grabar eso, el teléfono se quedó sin pila al fin — dice con una sonrisa en su rostro.