Punto de vista de Ryan
Tras unos días más aquí, con Blake y Colin como mis guardaespaldas, debía decir que me la estaba pasando de lo mejor.
—Oye… ¿viste la caída de hoy? Quizás es un buen momento para invertir —comenté con calma.
—¿En vacaciones?
—Oh, vamos, Blake. Sé que también estás interesado
Una sonrisa pintó sus labios y resopló.
Nos encontrábamos en el patio trasero del alojamiento de Vanessa y Joss. La música sonaba y todos hablaban con más o menos calma. Mi padre con el señor Ewan y el tío Larry, mi madre estaba con Libi y Miranda, en tanto la señora Jude se encontraba con Van, Joss y los niños, que daban carreras por acá y por allá, lejos de la piscina.
Blake y yo estábamos hacia un lado, cada uno con un vaso de
Punto de vista de RyanQuise irme detrás de él, pero la mano de mi madre sobre mi hombro me detuvo.—Ryan, ¡tienes que hacer algo con esto!, ¿cómo pudiste permitir que Blake le pusiera una mano encima a la pobre Libi?Parecía angustiada, y sí lo estaba, pero era una angustia basada en estupideces.—Ella fue quien se metió en nuestra conversación y quiso imponerse, para empezar. Honestamente, si él no lo hubiera hecho, lo hubiese hecho yo.La miré con firmeza, pero mis palabras la ofendieron, porque se echó hacia atrás y me dio ojos indignados.—Ewan, que sepas que no dejaré pasar esto. Tú hijo es un completo irrespetuoso por golpear a mi ni.ña así de la nada —espetó el tío Larry hacia el señor Maier.Lo vi enfurruñarse y temí por Blake, porque
Punto de vista de BlakeLa mañana siguiente, Ryan, Colin y yo fuimos a desayunar comida típica de las Bahamas a uno de los restaurantes del complejo. El plan del día era ir a pasear en barco, nadar un rato en la mañana, y en la tarde, según lo planeado con antelación, todos iríamos a ver un espectáculo de música y danza en el teatro de la ciudad, para lo que teníamos que asistir bien arreglados.Sin embargo, tan pronto terminamos de comer, y vi a mi padre, al señor Killian y al señor Warner abordarnos apenas salir de allí, supe que nada iba a transcurrir como lo deseábamos. Detrás de ellos venía mi madre, y no se veía muy contenta.—¿Y ahora qué querrán? —murmuró Ryan, que llevaba a Colin cargado sobre sus hombros.—Ni idea —mascullé en respuesta.Apenas ve
Punto de vista de JudeEstas vacaciones, para ser sincera, no estaban siendo lo que yo esperaba.Después de unos arduos meses de ir por acá y por allá con nuestras actividades, de Ewan al pendiente de sus inversiones, y pensando en si debería o no contemplar el retiro, pues el cansancio comenzaba a vencerlo algunas veces; de Blake divorciándose de su esposa, y todo lo que eso le trajo a la familia, esperaba calma, paz, quietud.Quería unos días de reposo en las Bahamas; sin embargo, desde el minuto uno, desde que vi a Libi en el aeropuerto, supe que no sería así.Esto no iba a terminar bien.Luego de la primera reacción de Ryan, que consideré por completo normal, me sorprendió que mi hijo se comportara de forma tan protectora con él, porque, sí, ellos eran amigos de toda la vida, como hermanos. Blake parecía más hermano d
Punto de vista de JudeUna sonrisa pintó los labios de Killian, y resopló.—No sé más de lo que tú viste.—Pero pareces muy tranquilo al respecto —acoté.Él no se notaba ansioso ni enrarecido, mucho menos molesto, y eso era anormal, demasiado extraño.—Bueno, es que me lo imaginaba, y tú también —apuntó con ojos puntillosos—, es por eso que estás tan tranquila.Apreté los labios y no pude negar eso, porque así era.Killian continuó:—Ryan me insinuó hace unos días que podía estar enamorado de alguien, de un chico y, mal que bien, la única persona que se me vino a la mente fue Blake.»En el pasado, me pregunté más de una vez si ellos tenían ese tipo de relación, o si incluso llegaron a hacerlo solo p
Punto de vista de Ryan¿Estas eran las peores vacaciones en la historia de mi vida? No.Las peores fueron el año anterior, cuando estaba comprometido con Libi, y ese maldito pegoste me seguía a diestra y siniestra.Sin embargo, estas se le acercaban bastante. ¿Por qué esa idiota no me dejaba en paz de una vez por todas?Tres días después de lo que pasó en la piscina, cada uno andaba por su lado, aunque, con Blake y Colin, tratábamos de pasar mucho tiempo con mi hermana y su esposo para que los ni.ños jugaran.Temprano esa tarde, tras ir a un parque de diversiones en la mañana, dejamos a los ni.ños en la casa club para ellos, donde los pondrían a jugar y a hacer otras actividades mientras nosotros nos relajábamos.Decidimos tomar un paseo en bote para ver el atardecer en el mar. Nos subimos los cuatro en un yate y partimos, ponie
Punto de vista de BlakeYo no era yo, sino un tipo enloquecido y dejado llevar por el deseo.¿Cuándo me volví este tipo de hombre? ¿Cuándo me convertí en un sujeto tan amante del se.xo y el placer?Quizás desde la primera vez que lo hice con él.Me reprimí por tanto tiempo, que solo podía dejarlo salir si se trataba de Ryan, ese tipo lujurioso y oscuro que habitaba en mi interior.Sin embargo, no me esperaba su propuesta.—¿Más? —pregunté confundido.Él asintió.—Estamos en un yate de lujo en altamar. Me acabas de partir el culo… quiero hacerte sufrir un poco también.Sus palabras de doble sentido me hicieron resoplar, y me arrodillé sobre el colchón.—¿Qué propones? —cuestioné.Apenas decir eso, sentí
Punto de vista de RyanLa atmósfera, tensa a pesar de que pareciese lo contrario, degeneró enseguida en una espiral de incertidumbre e incredulidad cuando se escuchó un gran grito, seguido de platos rodando y rompiéndose.Y el alarido de dolor de mi hombre, que me tomó por sorpresa.Vi en cámara lenta cómo la sopa hirviente de Libi le caía encima a Blake, y su gesto maltratado y compungido.Él se echó para atrás y calló de la silla, pero se quedó en el suelo, encogido de dolor.—¡¿Qué demo…?!No tuve tiempo de terminar de hablar, porque Blake se quejaba en el suelo mientras buscaba quitarse la camisa sin conseguirlo.La camarera gritó y, en general, todo el mundo se levantó de sus mesas.—¡Lo siento! ¡Lo siento, fue un accidente! —La voz de Libi reson&
Punto de vista de BlakeEl ardor se regó por mi cuerpo con virulencia y, en la ambulancia, perdí la noción de mí por un momento. Me ardía el pecho, los muslos, la entrepierna, pero, sin lugar a dudas, la peor sensación se la llevaba mi abdomen y el brazo, donde el líquido caliente cayó como tirado, y luego bajó a los muslos.Sin embargo, no era solo eso lo que sentía.Tenía un raspón en la pierna, que me hice al subir al yate más temprano, y por ahí comenzó todo.Empecé a sentir que el aire me escaseaba, y el pecho se me apretó en un puño.—No puedo… respirar —murmuré casi sin fuerzas.El paramédico me examinó el pulso enseguida y comprobó eso.—¡Blake! —gritó mi madre, siendo sostenida por mi padre para que no saltara.