Punto de vista de Ryan
Los dos nos sentamos a cenar y, conforme probaba cada plato, entraba más y más en ambiente.
—¿Qué es esa fragancia en el aire? Huele muy bien.
—Es ciprés y canela… creo que te va muy bien —contestó Blake, que ahora probaba un poco de puré de chirivía.
—¿Tú crees? —curioseé, medio incrédulo, porque era una fragancia potente.
—Sí… pega mucho con tu aroma natural, créeme.
Arrugué la cara, sin saber si eso era un comentario sagaz u otra cosa, pero, al verlo comer como si nada, me di cuenta de que tan solo se trataba de palabras sinceras.
Dios… me había convertido en un pervertido.
Seguí comiendo con tanta calma como pude, y al probar el vino mi paladar se alegró. Una sonrisa pintó los labios ajenos, y resoplé.
—A veces me da miedo lo bien que me conoces, Blake. ¿Qué pasaría si alguna vez usaras esa información para el mal?
—¿Me tienes miedo? Jamás te haría nada m
Punto de vista de RyanDespués de veintiocho años, lo miraba con los mismos ojos mientras nos movíamos al ritmo de la música, como si estuviésemos en una enorme pista de baile.Su aire me embriagaba como un cosquilleo en el pecho y, por un momento, sentí que solo éramos los dos en el mundo, sin divorcio, sin la idiota de Amanda, sin nuestros padres juzgándonos, nadie más que él y yo en un perfecto pedacito de realidad.Él era mi todo, y no me daba miedo decirlo, aunque era bastante consciente de que eso podría salir muy mal para mí.Respiré hondo y recosté mi cabeza en su pecho, lo abracé por el torso, en tanto llevó sus manos a mis brazos, y nos movimos despacio al ritmo de la música, como suave vals.Inhalé con calma, y un aroma fuerte entró a mi sistema, uno que me embriagó al instant
Punto de vista de RyanLa sonrisa abandonaba mi cara desde el momento en el que desperté ese domingo en mi cama, en mi casa, y vi en mi dedo lo que hoy llevaba con orgullo.Era una argolla de acero, atravesada por toda la circunferencia por una fina línea de bronce, pero su significado era lo que más me encantaba. Blake llevaba una idéntica y eso, para mí, era el sinónimo de un compromiso, aunque el pelirrojo aún estuviera casado en el papel.Respiré hondo y me acomodé en la silla. Un malestar penetrante me recorrió la espalda, me obligó a volver a resoplar, y la escena de lo ocurrido un par de días atrás reapareció.Fue, probablemente, el mejor se.xo de mi vida, y eso trajo consecuencias, vaya que sí. Todavía me era difícil sentarme, y ya había perdido la cuenta de las horas que pasé sobre agua tibia para c
Punto de vista de RyanSu grito resonó con ferocidad en la sala de estar, y casi me pareció ver a una mujer poseída por un espíritu, más que alguien civilizado.—¡Lárgate de aquí de una vez! —grité—¡No!—¡Tío, tío… no quello, tíooo! —chilló Colin, aterrorizado por la situación.El nene se abrazó a mí tan fuerte, que sentí que sus pequeños deditos se apretaban contra mi piel, lo que me hizo preocupar mucho más.La rabia no hizo más que subir, al tiempo que aquella tipa me fulminó con la mirada.—¡No trates de quitarme a mi hijo, maldito desgraciado!Se me vino encima de nuevo, y en ese momento temí por el pequeño. ¿Cómo podría recibirla sin que él corriera peligro?
Punto de vista de BlakeCerca de las once de la noche, por fin fuimos libres de la policía y, tras unas llamadas a Logan y arreglar algunas cosas, pude darme un baño y comer algo.La «velada romántica/familiar» con Ryan y Colin se arruinó de cierta forma, porque terminamos los tres en mi habitación, pues mi hijo se sentía demasiado ansioso y asustado, pero no quedó de otra.La verdad era que… casi no pegué un ojo. ¿Qué demonios le pasaba a Amanda? ¿Cómo se le ocurría venir directo a mi casa y armar una escena como esa?Colin lloró toda la noche, hasta dormirse cerca de las tres de la madrugada, y luego solo quedamos Ryan y yo mirándonos las caras.—Esto no era lo que tenía en mente —murmuré muy bajo.—Yo tampoco —dijo él y se sonrió—. Pero&hellip
Punto de vista de BlakeOliver Kim era, probablemente, el mejor asistente que pude haber encontrado y, ¿cómo no? Si al día siguiente ya tenía para mí una cita concertada con Raymond Clark.A juzgar por su desempeño actual, se estaba ganando un buen bono para fin de año, y unas merecidas vacaciones para que fuese a visitar a su familia a Corea del Sur.El lugar de reunión era una locación común, algo esencial para que no saltaran las alarmas de nada. Nos veríamos en un restaurante familiar en los suburbios, por lo que me vestí, esa tarde, como si fuese a salir con mis amigos, medio informal.Raymond era un sujeto de cuarenta y tantos años, nadie más y nadie menos que el antiguo gerente de operaciones de nuestra empresa, es decir, el segundo al mando… hasta que mis padres me obligaron a hacer escalar a Gil en el Grupo y convertirlo en mi
Punto de vista de RyanEse miércoles, mis padres concertaron una cena familiar en su casa para hablar de lo que serían las próximas vacaciones, que se suponía íbamos a pasar juntos con los Maier y los Warner.Pero yo no tenía muchas ganas.No me molestaría pasar dos semanas con Blake y Colin en una isla del Caribe, pero… Libi Warner era otra cosa.Llegué a la casa después de una larga jornada de trabajo, y encontré que Vanessa y Joss ya estaban en casa. Bueno, eran casi las siete, pero es que tuve algunas complicaciones.—¡Tío Ryan! —chilló Sally apenas verme y se lanzó a mis brazos.La cargué y le di algunas vueltas en el aire solo para escuchar sus risas. Mis padres y Vanessa se encontraban en la cocina, en tanto Joss acomodaba la mesa.—Lamento llegar tan tarde, tuve algunos
Punto de vista de BlakeDespués de un agotador día en la oficina, donde lo único bueno que pasó fue que firmé un papel que esperaba desde hacía mucho. De resto, solo fueron problemas y más problemas, crisis y más crisis.Por suerte, sabía separar muy bien mi vida laboral de la personal y, gracias al cielo, hoy era uno de esos días donde me alegraba que Ryan estuviera a mi lado.Después de la guardería, Colin y yo nos fuimos directo a su departamento, y jugamos y comimos a placer. Para ser sincero, me complacía en demasía la nueva relación que se gestaba entre mi hijo y mi novio, porque… era perfecto.Ryan siempre quiso a Colin, y Colin siempre amó a su «tío», pero ahora, quizás ante la ausencia de Amanda, ambos se entregaban más al otro.Después de jugar un buen
Punto de vista de JaredLas cosas no iban tan bien para la empresa como me gustaría, y la continua presión de mis padres y de mis tíos ya me tenía harto.—Jared, necesitas sacar la compañía a flote. Te recuerdo que no eres solo tú aquí, los negocios de cada uno de nosotros están en juego.La voz de advertencia de Adam, mi padre, no me dejó indiferente, y resoplé molesto, porque era como la tercera vez que me llamaba un miembro de la familia en lo que iba de semana.—Papá, estoy tratando de ver cómo puedo retomar contacto con el Grupo Maier, pero está siendo un dolor en el culo.—Blake Maier trabajó con nosotros por cinco años, ¿qué hiciste esta vez que lo espantó? Si nuestra empresa se va a pique será por tu culpa… ¿Me vas a exponer a la vergüenza de tener q