Punto de vista de Ryan
Su grito resonó con ferocidad en la sala de estar, y casi me pareció ver a una mujer poseída por un espíritu, más que alguien civilizado.
—¡Lárgate de aquí de una vez! —grité
—¡No!
—¡Tío, tío… no quello, tíooo! —chilló Colin, aterrorizado por la situación.
El nene se abrazó a mí tan fuerte, que sentí que sus pequeños deditos se apretaban contra mi piel, lo que me hizo preocupar mucho más.
La rabia no hizo más que subir, al tiempo que aquella tipa me fulminó con la mirada.
—¡No trates de quitarme a mi hijo, maldito desgraciado!
Se me vino encima de nuevo, y en ese momento temí por el pequeño. ¿Cómo podría recibirla sin que él corriera peligro?
Punto de vista de BlakeCerca de las once de la noche, por fin fuimos libres de la policía y, tras unas llamadas a Logan y arreglar algunas cosas, pude darme un baño y comer algo.La «velada romántica/familiar» con Ryan y Colin se arruinó de cierta forma, porque terminamos los tres en mi habitación, pues mi hijo se sentía demasiado ansioso y asustado, pero no quedó de otra.La verdad era que… casi no pegué un ojo. ¿Qué demonios le pasaba a Amanda? ¿Cómo se le ocurría venir directo a mi casa y armar una escena como esa?Colin lloró toda la noche, hasta dormirse cerca de las tres de la madrugada, y luego solo quedamos Ryan y yo mirándonos las caras.—Esto no era lo que tenía en mente —murmuré muy bajo.—Yo tampoco —dijo él y se sonrió—. Pero&hellip
Punto de vista de BlakeOliver Kim era, probablemente, el mejor asistente que pude haber encontrado y, ¿cómo no? Si al día siguiente ya tenía para mí una cita concertada con Raymond Clark.A juzgar por su desempeño actual, se estaba ganando un buen bono para fin de año, y unas merecidas vacaciones para que fuese a visitar a su familia a Corea del Sur.El lugar de reunión era una locación común, algo esencial para que no saltaran las alarmas de nada. Nos veríamos en un restaurante familiar en los suburbios, por lo que me vestí, esa tarde, como si fuese a salir con mis amigos, medio informal.Raymond era un sujeto de cuarenta y tantos años, nadie más y nadie menos que el antiguo gerente de operaciones de nuestra empresa, es decir, el segundo al mando… hasta que mis padres me obligaron a hacer escalar a Gil en el Grupo y convertirlo en mi
Punto de vista de RyanEse miércoles, mis padres concertaron una cena familiar en su casa para hablar de lo que serían las próximas vacaciones, que se suponía íbamos a pasar juntos con los Maier y los Warner.Pero yo no tenía muchas ganas.No me molestaría pasar dos semanas con Blake y Colin en una isla del Caribe, pero… Libi Warner era otra cosa.Llegué a la casa después de una larga jornada de trabajo, y encontré que Vanessa y Joss ya estaban en casa. Bueno, eran casi las siete, pero es que tuve algunas complicaciones.—¡Tío Ryan! —chilló Sally apenas verme y se lanzó a mis brazos.La cargué y le di algunas vueltas en el aire solo para escuchar sus risas. Mis padres y Vanessa se encontraban en la cocina, en tanto Joss acomodaba la mesa.—Lamento llegar tan tarde, tuve algunos
Punto de vista de BlakeDespués de un agotador día en la oficina, donde lo único bueno que pasó fue que firmé un papel que esperaba desde hacía mucho. De resto, solo fueron problemas y más problemas, crisis y más crisis.Por suerte, sabía separar muy bien mi vida laboral de la personal y, gracias al cielo, hoy era uno de esos días donde me alegraba que Ryan estuviera a mi lado.Después de la guardería, Colin y yo nos fuimos directo a su departamento, y jugamos y comimos a placer. Para ser sincero, me complacía en demasía la nueva relación que se gestaba entre mi hijo y mi novio, porque… era perfecto.Ryan siempre quiso a Colin, y Colin siempre amó a su «tío», pero ahora, quizás ante la ausencia de Amanda, ambos se entregaban más al otro.Después de jugar un buen
Punto de vista de JaredLas cosas no iban tan bien para la empresa como me gustaría, y la continua presión de mis padres y de mis tíos ya me tenía harto.—Jared, necesitas sacar la compañía a flote. Te recuerdo que no eres solo tú aquí, los negocios de cada uno de nosotros están en juego.La voz de advertencia de Adam, mi padre, no me dejó indiferente, y resoplé molesto, porque era como la tercera vez que me llamaba un miembro de la familia en lo que iba de semana.—Papá, estoy tratando de ver cómo puedo retomar contacto con el Grupo Maier, pero está siendo un dolor en el culo.—Blake Maier trabajó con nosotros por cinco años, ¿qué hiciste esta vez que lo espantó? Si nuestra empresa se va a pique será por tu culpa… ¿Me vas a exponer a la vergüenza de tener q
Punto de vista de BlakeEsa mañana, las cosas iban bastante bien para mí, y hasta parecía que nada se interpondría en mi camino; sin embargo, no era un tipo iluso y, quién sabe por qué, una vena de sospecha siempre rondaba alrededor de mi cabeza.—Aquí lo tienes, gózalo.La voz de Logan llegó a mí con un anuncio especial, y tomé entre mis manos una carpeta beis, la abrí y encontré un documento firmado y sellado por todas las partes que llevaba por nombre algo así como «Maldita declaración de divorcio».Me fui enseguida a la última página y no pude evitar sonreír al ver la firma de Amanda y de su abogado ahí. Resoplé y me mojé los labios.—Dios… esto se siente tan bien ahora mismo —mascullé, sin poder esconder mi emoción.Logan, fr
Punto de vista de BlakeEl pasmo invadió su expresión, y un sonroso peculiar bordeó sus mofletes, al punto que un calor presuroso llenó mi cuerpo. La emoción que me quemaba explotó, y una sonrisa plena me pintó los labios.—Te amo —repetí, consciente de que en sus ojos se peleaban la sorpresa y la incredulidad.Siempre quise decirle esas palabras como algo más que amigos, como más que hermanos, y hoy, por fin, pude hacerlo.Ryan tragó un par de veces, y por su tacto me di cuenta de que se puso nervioso, porque las manos se le enfriaron.—Ahora soy un hombre libre que puede amarte sin medida —comenté y apreté mi agarre.Una tímida sonrisa curvó sus labios, y lo escuché resoplar.—Dios… esperé tanto para escuchar eso. De verdad temía que nunca lo dijeras.
Punto de vista de RyanDespués de unos días más o menos tranquilos, pero duros, en el trabajo, por fin era el momento de abandonar la rutina, relajarse, tomar el sol, ir a la playa y comer y beber sin contemplaciones.—Tío Ryan, ¿vamo a ir a la paya cando lleguemos? —preguntó Colin.Estábamos en pleno vuelo hacia las Bahamas, más específicamente a la capital, Nasáu, donde pasaríamos un par de semanas de relajación y confort.—¿No vas a estar cansado? No has dormido nada. Llevamos cinco horas de vuelo, e incluso ve a tu papi, está rendido.Tiré la vista al asiento al otro lado del pasillo, donde Blake dormía desde hacía como tres horas, con su carita de angelito, y un oso que Colin le puso al costado cuando se dio cuenta.—Papi eta cansado, pedo yo no… Tío Ryan, tú