Punto de vista de MaxEn medio de un terrible bullicio, vi a Blake casi desplomarse, pero Shaun lo tomó, y me acerqué por reflejo para ayudarlo, ya que el pelirrojo era un hombre grande y pesado.Sin embargo, en el momento en el que cargué su peso, me percaté de que ya no era así. Él estaba delgado… de hecho, podías darte cuenta de que, por su rostro anguloso y ropas medio anchas, al menos había perdido unos cuatro o cinco kilos y, al ser tan alto y delgado, en tan poco tiempo, eso no era bueno.Pero yo no sabía lo que le pasaba.Elegí no saberlo… y quizás solo hasta ahora tocaba a la puerta el resultado de mi error.—Hay que sacarlo del salón —comentó Shaun.—Afuera hay un descanso donde puede tomar aire… necesita estar alejado de la gente —comentó un tercero.Desde atrás, Liam Harrison apareció. Su rostro se veía preocupado y, al captar a su espalda a Ryan, cuyo horror era visible en sus orbes zafiro, supe que esto era serio.¿Era un infarto? No…Creo que todos sabíamos lo que pasab
Punto de vista de JudeAl llegar a la casa de Blake, Gilbert metió el auto directo a la cochera, y entramos por el acceso lateral.Tras subir las escaleras, con el pelirrojo aún un poco débil y silencioso, enseguida escuché una vocecita fina romper el ambiente.—¡Papiiiii!Colin vino corriendo desde la sala de estar con la emoción en la cara y los brazos bien abiertos; sin embargo, apenas ver el estado de su padre, se detuvo en seco y su expresión se ensombreció.Arrugó la carita y, cuando sus ojos y los del mayor se encontraron, frunció el cejo.—Papi, ¿tas ben?Blake arrugó la cara y suspiró. Lo notaba tratando de recomponerse frente a su hijo, pero creo que en estos momentos eso era imposible, por lo que resopló.—Me duele un poco el estómago, pero no te preocupes.Desde atrás, Riley apareció preocupada y dijo:—Señor Maier, ¿quiere que le prepare un té? Podría ayudarlo a sentirse mejor del estómago.Ella era tan considerada, pero al verla me percaté de que sabía bien lo que de ver
Punto de vista de RyanLo sucedido la noche anterior me dejó un terrible sabor de boca, y fue solo tras contactar con la señora Jude que pude calmarme, porque ella me dijo que Blake, quien no me contestó las llamadas a lo largo de las siguientes horas, se encontraba bien, aunque sensible.Sé que fui cruel, pero era necesario.No quería hacer esto, pero él necesitaba un ultimátum, y yo ansiaba una respuesta.¿Qué haría a partir de ahora? ¿Cómo lo haría?No pude evitar pensar que las cosas lucían demasiado complicadas para él; no obstante, eso no era todo lo que tenía metido entre ceja y ceja.Por eso, esa tarde no rechacé ir a beber a la casa de Wyatt, cuyos hijos y esposa se preparaban para una corta visita a su familia de Alaska. Era una noche de chicos típica, de esas que sucedían de cuando en vez.Me cayó de perlas que Max estuviera también libre, pues preparaba sus vacaciones y, a mi llegada, no me sorprendió verlos reunidos ya; después de todo, tuve que quedarme tiempo extra en l
Punto de vista de RyanLiam tuvo que regresar a Reino Unido para atender unos compromisos comerciales urgentes y, por primera vez en mucho tiempo, me sentí en el aire.No tenía deseos de casarme, pero… ¿qué esperaba?Ahora mismo me comportaba como un maldito mimado compulsivo, y lo sabía… Quería que Blake me dijera con todas sus letras la verdadera forma de sus sentimientos, que le mostrara al mundo que no le importaba lo que dijeran porque me amaba.Necesitaba sentir que no volvería a dejarme de lado si su padre le decía algo, o si alguien más lo amenazaba… Yo era importante.Sí, Colin era importante, amaba a ese ni.ño con toda mi alma, pero… Ryan Daft vivía en este cuerpo, y le dolía sentir que era desplazable, que podría ser dejado de lado ante el primer embate de la sociedad y, sin embargo, entendía bien que todo esto no se trataba de eso.Las palabras de Gil volvieron a mi mente, aquellas en las que dijo que su hermano se encontraba en la búsqueda algo en él que no sabía que pose
Punto de vista de RyanSe movió para sacarse el saco, cosa que le fue más fácil, y me quedó viendo de costado.¿Qué debería decir ahora?—¿De verdad quieres saber eso? ¿Tú?Hablé con dureza y di un paso adelante. Él apretó los labios y se quedó en blanco por unos segundos.—Soy demasiado… iluso, ¿verdad? —Soltó una risilla suave—. Yo… lamento tanto haberte lastimado… pero sé que solo eso no basta para que me… perdones.Fruncí los labios. Su hablar era quedo, suave, pero me hizo molestar de un chasquido.Y sí, Liam me había dicho mucho sobre su familia, su hermano y lo que creía que planeaba este hombre frente a mí, pero eso no era nada.No significaba nada.—Eres un tonto, eso es lo que eres —espeté con crudeza—. Dices cosas que no sientes y me tratas como un idiota, ¿crees que eso tiene arreglo? ¿Por quién me tomas?Subí el tono y avancé más, hasta quedar justo frente a él.El corazón me latía con fuerza, lo sentía hasta mis oídos, y estaba molesto, cada segundo más y más.—Lo siento
Punto de vista de RyanAnsiaba sus labios, su calor, su carnosidad, su humedad… lo quería todo de él, y aquella vez no me bastó.Lo deseaba tanto como jamás había deseado a nadie, necesitaba su aliento, sus palabras, su amor, su comprensión y, al mismo tiempo, deseaba poder darle todo eso… quería acunarlo en mi pecho y decirle que todo estaría bien.¿Por qué amaba tanto a Blake? ¿Tener mis inseguridades era malo? ¿Querer certeza me hacía mala persona?A veces pensaba que era un idiota por alejarme de él, y otras que me merecía que fuese claro. Era una lucha constante entre el yo que ansiaba cuidarlo y apoyarlo, y el que necesitaba sentirse a gusto con el hombre al que amaba.¿Era malo por hacerme a un lado?En medio de ese beso, al que Blake correspondió casi sin pensarlo, todas esas cosas se me vinieron a la mente y se agolparon con dolor.Justo entonces, él tomó mi rostro entre sus manos y me separó.—Ryan, no deberíamos…Fruncí el cejo ante su negativa y, antes de que terminara de
Punto de vista de BlakeResoplé con fuerza tras despertar. Estaba teniendo un precioso sueño donde nada malo pasaba y todo era como antes, pero el sonido de una llamada telefónica me despertó.Al ver el reloj, me di cuenta de que apenas eran las tres de la mañana, lo que significaba que había dormido casi exactamente por una hora.¿Quién osaba llamar a estas alturas de la madrugada?Viendo el identificador, se trataba de un número privado y desconocido, por lo que enseguida supe que las opciones eran bastante limitadas.—Hola… ¿sí? —contesté, sin poder evitar que mi voz sonara rasposa y grave.Me acomodé en la cama con cuidado y miré a un lado. Allí se hallaba Colin, dormido como una piedra, envuelto en su pijama largo, su cobijita y mi cobertor. Esa noche insistió en dormir conmigo porque no quería que yo estuviera solo y, ya que se puso un poco meloso, lo dejé.Tenía que aprovechar a esa dulce bolita de amor mientras existiera… hasta que se convirtiera en un adolescente amargado y p
Punto de vista de RyanHoy era mi flamante despedida de solteros, y la vivía con una tremenda emoción: me encontraba en mi casa, sentado en el sofá frente al televisor mientras comía galletas de naranja. En la pantalla se reproducía una película que para nada me interesaba y… mi cabeza andaba en otra parte.Mañana me casaba, y lo haría con un hombre al que no amaba y que no me amaba, esa era la verdad.¿Por qué pasó esto? Era un voto de confianza, así de simple.Desde que vi el contrato que Logan me entregó, ese donde Blake se comprometía a quedarse en bancarrota por su cuenta si él no firmaba con Componentes Harrison, o si yo no me casaba con Liam, la molestia y la resolución llegaron a mí en partes iguales.De nuevo, Blake hacía las cosas por su cuenta; sin embargo, también me decía con claridad que yo no tenía que casarme con Liam, que podía seguir mi vida y él se ocuparía de todo.No podía dejarlo hacerlo solo, por eso me comprometí, por eso se organizó la boda.Sin embargo, ¿qué