Una mañana en casa de Sam.
Estoy en casa de mi pequeña Sammy mirando como duerme, parece un pequeño ángel con sus ojitos cerrados, es tan preciosa que entiendo que cualquier persona se enamore de ella.Sammy lo paso muy mal en el pasado, y aunque aparente que está feliz, que lo ha superado, sé que no es así y no puedo permitir que lo vuelva a pasar mal por culpa de dos imbéciles, no voy a dejar que esos dos se salgan con la suya.Pensando en la manera de vengarme o simplemente plantarles cara a esos dos veo el teléfono de Sam vibrar, voy hacia él con la intención de apagarlo para que no se despierte y cuando lo veo cambio de opinión. Sé que ella es tan buena que no me dejara que les haga nada, pero yo no soy tan bueno como ella, así que reviso su móvil hasta que lo encuentro, el número de Bryan. Sin dudarlo ni un segundo le mando un mensaje.[Sammy] enviado 12:40
Hola, Bryan o Hugo, quien cojones seáis, soy Dylan el amigo de Sam. Os hablo para que terminEsa misma mañana en casa de Sam.Cuando me levanté era más tarde de lo normal, pero por un día no iba a pasar nada. Entiendo que me levantara tarde porque ayer tuve un día muy pesado, ayer por la noche después de la cita me entere de todo, ellos estaban jugando conmigo, a ninguno de los dos les he importado nunca.Cuando abro los ojos me doy cuenta de que Dylan aún sigue a mi lado, está dando vueltas por la habitación de un lado a otro, se ve nervioso, pero probablemente sea por lo que le conté ayer. Cuando me despierto del todo me doy cuenta de que está con mi móvil.—Dyl ¿Se puede saber qué haces con mi móvil?—S-Sam—tartamudea—es solo que no paraba de hacerte ruido y lo quería poner en silencio para que no te despertara.—Ah vale—conozco a Dylan y sé que eso no es del todo verdad, pero bueno tampoco tiene porque estar mintiéndome.—Al fin te despiertas bella durmiente—me dice cambiando de tema.—Si, ayer no fue un buen día, necesitaba descansar y mucha
Ese mismo día en el hospital.Estaba en la cama del hospital acostado sin nada que hacer, me estaba desesperando. Yo era un chico que no podía estar quieto y estar aquí me estaba matando, lo único que tenía ganas era de que me dieran en alta, pero eso lo veía muy difícil, ya que las enfermeras me habían dicho que por lo menos tendría que quedarme en observación un día más.Lo peor de estar aquí sin hacer nada es que no paraba de pensar en ella, en cómo estaría en este momento y además mi mente también estaba en Bryan y como habría quedado en el encuentro con el estúpido de Dylan. De repente como si lo hubiera invocado lo veo aparecer por la puerta, estaba como ido, está pensando en algo, como si estuviera en otro mundo.—Eh tío—lo llamo—¿En qué piensas?—Emm… En nada—dice nerviosamente.—Está bien, si no me lo quieres contar es cosa tuya, pero ahora a lo importante, ¿Cómo has quedado con el encuentro con Dylan?—Con Dylan bien, todo bien.—¿Bien? —digo ex
Esa misma noche de camino al hospital.Al final Sam me convenció de que la acompañe al hospital a ver a Hugo, yo no estaba de acuerdo con esa idea, no me parecía bien que después de todo lo que le había hecho ella quisiera verlo, eso era algo irreal, no tenía sentido, es como si ese individuo le hubiera hechizado, pero ese era solo una parte del motivo por la cual no quería ir, la otra es porque sé que allí estaría Bryan, y no sé lo que me pasaba pero después del beso que nos habíamos dado no me apetecía verlo, no sabía cómo actuar delante de él.Al entrar en el hospital me relajo, de momento no hay rastro de Bryan y eso de alguna manera me alivia, así no tendré que verlo a la cara.—Disculpe enfermera—habla Sam—Me podría decir donde se encuentra un chico que ha tenido un accidente esta noche, se llama Hugo.—Solo pueden entrar los familiares—dice la enfermera.—Yo soy su novia—suelta Sam de repente. Al decir eso me quedo parado, ella no es su novia, aunq
Cinco días han pasado desde que salí de aquel hospital, los cinco días más largos de mi vida. Me creía que al decirle aquellas palabras todo sería más fácil, que cuando llegara a casa me olvidaría, pero no ha sido así, estos días no he parado de pensar en él, en cómo estará y que estará haciendo.En estos días no he salido de casa, pero mi amigo Dyl siempre ha estado haciéndome compañía, él intentaba hacerme reír, que me olvidara de Hugo, pero no lo conseguía. Además, Dyl estos días ha estado muy raro, cuando se pensaba que no lo miraba su cara cambiaba, se ponía triste y cogía el móvil, estaba nervioso y no me quería decirme el porqué, pero yo lo conozco y sé que algo le pasa.—Dyl, ¿me quieres decir de una vez que te pasa? Yo estoy mal, pero es que tú estás peor.—No me pasa nada Sam, solo que no tengo un buen día.—No es solo hoy, llevas desde el día que viniste del enfrentamiento con Bryan así, estás raro y nervioso todo el tiempo.—No es nada.—Se que algo es,
Antes de la salida al parque.Estábamos Hugo y yo dirigiéndonos al parque dónde había quedado con Dylan, me había costado convencer a Hugo para venir aquí, pero ahora ya estaba saliendo todo como lo habíamos planeado Dylan y yo.Un día antes.Estábamos en el hospital hablando con Dylan cunado de repente sale Sam llorando.—Sam ¿Qué te pasa? —oigo que le pregunta Dylan—Cómo no, la princesita te espera, ves a rescatarla—murmura irritado, me daba rabia que siempre se preocupara tanto por ella, no sabía porque, pero no me gustaba—El príncipe al rescate—digo enfadado y entro en la habitación pegando un portazo.—Tío ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás así? —me pregunta Hugo.—No es nada, solo el estúpido de Dylan y la adoración que siente por Sam.—¿Están juntos ahora? —me pregunta triste.—Si, lo siento, no te lo debería de haber dicho, tu aquí preocupado por mí cuando se ve kilómetros que lo estás pasando mal.—No te voy a mentir, me jode que
Habían pasado dos días desde que me había encontrado con Sam en el parque, estos días no había estado triste ni había sentido que no valía nada, en estos dos días no he parado de mandarme mensajes con ella, solían ser de simples tonterías, pero solo por ser con ella hacía que me pusiera feliz.Tengo que admitir que cuando me dijo eso de ser amigos no me pareció bien, ¿acaso me acababa de dejar en la friendzone? Yo a ella no la podía ver como un amigo, pero después de estar hablando con ella me he dado cuenta de que ella tampoco me ve como tal, a ella le importo y lo que quiere hacer es confiar en mí, y eso es lo que voy a hacer, voy a demostrarle que yo estoy hecho para ella.En este momento me encontraba tirado en el sofá con Bryan a mi lado, que por cierto, hablando de él, tengo que admitir que él últimamente ha estado muy raro, no para de mirar el móvil y poner una sonrisa estúpida cuando le llaga un mensaje, por más que le pregunte quien es no me lo quiere decir, pero por
Ese mismo día en casa de Sam.Sam al enterarse de que se van a ir de la ciudad se ha ido corriendo escaleras arriba. Esas dos simples palabras no paran de repetirse en mi cabeza “nos vamos”, a mí eso no me tendría que molestar, al contrario, me tendría que poner contento porque así dejarían de molestar a Sam, pero no lo podía evitar, me mataba no poder volver a verle. Desde la última vez que nos vimos en el parque Bryan y yo hemos estado horas y horas hablando, incluso a veces nos pasamos toda la noche despiertos, y aunque intente mentirme a mí mismo diciéndome que solo es un amigo, en el fondo sé que no es así, cuando recibo un mensaje suyo una sonrisa tonta aparece en mi cara, cuando tarda en contestar me pongo nervioso y esas cosas no pasan con amigos, al principio me costó mucho asumirlo, pero ahora ya no, no me da miedo lo que piense la gente, ya puedo decirlo abiertamente, Bryan me gusta y no cómo un amigo y ahora que estaba asumiéndolo viene y me dice que se v
Salgo de la habitación de Sam sintiéndome el hombre más feliz, por fin nos hemos confesado lo que sentimos, estoy tan contento, pero esa felicidad que tenía desaparece completamente al ver la escena que tengo delante de mis ojos, Dylan y Bryan se están besando y al vernos se apartan rápidamente, pero ya es tarde, los hemos visto, inmediatamente me giro para ver a Sam y está igual de alucinada que yo, no me molesta lo que he visto, lo que pasa es que no me lo esperaba, sin decir una palabra me dispongo a bajar las escaleras, pero estoy tan sorprendido por lo que acabo de ver que me tropiezo y caigo rodando escaleras abajo.—¡Hugoooooo! —escucho que grita Sam al mismo tiempo que baja corriendo hasta mi—¿Estás bien? ¿Te puedes mover? —pregunta preocupada.—Tranquila, estoy bien, solo me duele un poco la espada por el golpe—le digo tocándome el sitio que me había golpeado—Dime que has visto lo mismo que yo y que no estoy loco, dime que has visto a Dylan y Bryan besándose—le susurr