El abrazo de Andrea para el CEO ruso era para darle un poco de consuelo, ellos estaban ahí, prácticamente en el centro de la sala de espera, tratando de recomponerse. Los mafiosos al verlos también voltearon a ver a Joshua, ellos que lo conocían vieron su cara inexpresiva, si. Pero de una forma que no era nada buena, Joshua era capaz de matar al hombre que estaba abrazando a su amada. — ¿Qué está pasando aquí? — La voz grave y dura del joven mafioso Ferreti resonó en el lugar, él no iba a disfrazar nada, quería una explicación y la quería ya. Los cuñados se separaron, Andrea tenía el rostro bastante mojado de lágrimas, Egon solo se limpió un poco la cara y respondió. — ¿Qué está pasando de qué, Joshua Ferreti? ¿Qué haces aquí para empezar? Estamos pasando un momento muy difícil, no necesitamos de la mafia aquí para que lo empeore. El comentario se sintió ofensivo para los peligrosos mafiosos, los CEOS se apresuraron a intervenir. — Paren esto, Joshua Ferreti, tú y yo te
Alessandro quería saber que hacía el cabrón que un tiempo le robó los besos y el cariño de su amada Úrsula, ahora ella estaba en su mansión cuidándose de su embarazo y siendo atendida por docenas de empleados que la trataban como la reina que era para él. Joshua Ferreti por su parte quería estar seguro de que no estaba interesado por la bella Andrea. — Egon era el padre del bebé que Cecilia iba a tener. Ellos estaban muy felices con la noticia de la espera del pequeño. Mi princesa estaba muy ilusionada al igual que el ruso. — ¿Cómo...? ¿Y eso cómo diablos pasó? — Alessandro, ¿Te necesito explicar cómo se hacen los bebés? Ellos se conocieron, se atrajeron, una cosa llevó a la otra y boom, un bebé venía en camino. — Andye les contaba lo que sucedió entre el ruso y su hermana. — Vaya, si que es... inesperado. Pudo superar fácilmente a Úrsula, entonces no la quería tanto como decía. — El dijo que la quiso mucho, pero... ¿Quién que conozca a Cecilia no termina enamorándose
Mientras tanto en la clínica de alto nivel que pertenecía a la mafia mexicana, Oliver comenzaba a reaccionar. Poco a poco abrió los ojos y pudo ver a Axel que dormitaba sentado en el sofá. El CEO vestía de traje y tenía una de sus manos en la barbilla. Oliver recorrió el lugar con la mirada y entonces comenzó a recordar lo que había sucedido, su encuentro con Axel después de salir ebrio del bar. Los muchos chupones que tenía en el rostro, en el cuello y en el cuerpo. Había pasado la vergüenza de su vida delante de sus jefes y amigos y ahora estaba ahí, desmayado por el agotamiento físico. — !Axel... Axel... hey, despierta! — ¿Qué...? Oliver, despertaste, ¿Cómo te sientes? ¿Ya estás mejor? — El apuesto CEO corrió a tomarle de la mano al mafioso. — ¿Qué haces aquí, Axel? ¿En donde está mi familia? — Preguntaba el mano derecha al no ver a nadie más Enel cuarto. — ¿Cómo que que hago aquí? Estoy aquí por ti, me tenías muy preocupado, yo... realmente lo siento mucho, nunca q
Oliver pensó por un momento que todavía estaba desmayado y que estaba soñando. El apuesto y perseguido Axel Black estaba ahí proponiéndole tener una relación seria. — Bueno, ¿Qué me respondes? ¿Qué sientes por mí, mafioso? Creo que sí decidiste entregarte a mí es por qué soy especial para ti, ¿Cierto? — Yo... — Oliver estaba a punto de responder cuando la puerta se abrió abruptamente y entró el atractivo CEO Archivald Valencia. El hombre al no tener noticias de Oliver había investigado por todas partes hasta dar con el en la clínica. — Oliver. Apenas me enteré que estabas aquí, vine en cuanto lo supe, ¿Cómo estás? ¿Qué te sucedió? Espero de verdad que no te hayan disparado, ya no sigas en la mafia querido, esa es una vida muy peligrosa. ¿Axel Black, tú qué haces aquí? — Preguntó por último el CEO. — ¡Qué carajos! ¿Qué haces tú aquí? ¿Cómo rayos te enteraste que Oliver estaba aquí? Cómo sea, mi chico necesita privacidad, tienes que salir de aquí Archivald, este territorio no adm
Jhonatan estaba muy contrariado. Por años no había hecho más que dedicarse a la preparación de Oliver para que tomara su cargo, y ahora ese CEO decía que lo quería retirar de la mafia. El padre quería saber que pasaba realmente. — Oliver, ¿Dime si me he equivocado y tú vocación ha sido una diferente a la que te enseñé? — Papá, desde que mi difunto padre Marco trabajaba como guardaespaldas de los Rodríguez, supe que quería ser un mafioso cuando creciera. siempre me gustaron las armas, el peligro, la adrenalina. Y estoy consciente de que el puesto que me heredaste en vida es el más difícil de conseguir. La confianza de los jefes es lo más duro y casi imposible de ganarse. — Así es, pero Deeguel, Emill y Degél, confían totalmente en ti, saben que serías capaz de antes morir que traicionarlos. — Por supuesto, nunca vendería a mis jefes, y por el asunto de que me salga de la mafia eso no va a pasar. Nací y crecí dentro de la mafia mexicana y es aquí donde voy a morir, quizás en u
En el hospital, el médico había decidido pasar a una sala privada con todo lo necesario para que Cecilia estuviera más cómoda, así podría estar acompañada de sus familiares más cercanos. A la joven Alcántara le habían puesto ya la última bolsa de sangre, la hemorragia se había detenido por fortuna, sus signos vitales estaban mejor. — Señores Alcántara, pasamos a su hija a una habitación privada, es la doscientos uno, pueden estar ahí con ella, pero tenemos que seguir siendo un poco reservados, okey, ella está estable, por el momento no le pondremos más sangre ya que la hemorragia se detuvo. — ¡Eso es una muy buena noticia, quiere decir que mi hija está mejor! — Andrés y Casandra se abrazaron, Andrea se abrazó a Joshua, Andye a su novia Sofía que ya estaba acompañándolo, y Egon... el simplemente asintió sintiéndose un poco mejor al saber que Cecy estaba menos grave que al principio. Los CEOS y los mafiosos se despidieron pero prometieron regresar a visitar a Cecilia, Andrés y
Lo que nunca había pasado sucedió en ese momento en el hospital, Cecilia soltó a su padre y los dirigió al CEO ruso. El hombre llegó a ella en dos zancadas hasta ella y la estrechó en sus brazos. — ¡Egon...! ¡Quiero que vuelva, por favor que vuelva! Cecilia sentía que el corazón le sangraba de dolor, había imaginado a su bebé en brazos, a ella misma con su gran panza de embarazada, y ahora se lo habían arrebatado para siempre. — Llora mi amor, llora, desahoga tu pena, el bebé ya está en el cielo, no tenemos otra opción que aceptarlo, pero vamos a guardar su recuerdo en nuestros corazones, juntos nunca vamos a dejar que si cortó paso por este mundo se olvide. — El ruso dejaba besos en el cabello de Cecilia, ambos estaban desolados. — Cassandra, el ruso me está robando a mi princesa, yo soy su favorito y lo está abrazando a él... — Andrés susurraba al oído a su esposa. Estaba celoso del CEO ruso que le había robado la atención de su hija. — Cariño, ¿Qué no lo ves? — ¿Ver q
Los días pasaron y Oliver fue dado de alta, el médico recetó vitaminas y reposo, pero como no era un hombre sedentario solo se tomaría un día más, necesitaba regresar a trabajar cuánto antes, sentir la adrenalina que le recorría el cuerpo cuando tenía que sortear al FBI o a la DEA. Oliver detrás de ese rostro de príncipe azul era un psicópata Cecilia fue llevada por sus padres a la mansión Alcántara para que siguiera su recuperación, ella todavía tenía lastimada la pierna y el golpe de la cabeza. La jóven Alcántara había dejado de llorar a su bebé, pero pasaba largas horas mirando el jardín por la ventana de su habitación, ella apenas comía para sobrevivir y no mostraba interés en nada. Su sufrimiento era silencioso. — Cariño, ya hace una semana que te quitaron los puntos de la pierna y la cabeza, ¿Te sientes mejor? — Cassandra entraba a la habitación de su hija con una merienda en la mano. — La cabeza ya no me duele tanto, pero la pierna me sigue molestando, ¿Creés que algú