La gente se amontonaba para mirar el aparatoso accidente. Alguno de ellos afortunadamente llamó a la ambulancia, Cecilia se encontraba golpeada e inconveniente. La jóven Alcántara tenía una pierna bastante lastimada, de la frente le corrían sangre que manchaba su rostro. El golpe en todo su cuerpo fue demasiado fuerte, ella comenzó a sangrar, el pequeño bebé se estaba yendo. La estaba dejando ya que no soportó el impacto. El chófer del coche que la chocó, resultó estar mínimamente herido, los transeúntes no lo dejaron marcharse cuando pretendió huir. Todos ellos estaban de acuerdo en que tenía que pagar por su imprudencia. Pronto la ambulancia llegó y los paramédicos fueron a atender a la jóven mujer. — !Es una chica, ella está muy herida! — Se escuchó a una señora decirles. — Troy, ella está inconsciente, está sangrando de la frente y de una pierna... ¡Oh por dios, ella está sangrando también de la vagina, puede tratarse de un posible aborto! ¡De prisa, saquemosla de aqu
Los paramédicos bajaron de la ambulancia a Cecilia. Pero el personal no estaba convencido de dejarla entrar. — ¿Quién viene con ella? ¿Hay algún familiar que se haga cargo de los gastos médicos? — ¡No, su familia apenas viene en camino, ellos pidieron que se le trasladara aquí al Bartolomé, ella conducía un porche de modelo reciente, no creo que tengan problemas para pagar, atiéndala m*****a sea, la chica está muy mal! Aunque dudaron un poco, el equipo de doctores de urgencias del costoso hospital de primer nivel. la metieron a su esterilizada e impoluta sala de espera, una vez ahí procedieron a hacerle todo lo que necesitaba esperando que si hubiera quien pagara por todos los procedimientos. — ¡Rápido, un ultrasonido móvil para saber si efectivamente esto era un embarazo, que el trauma le vea la pierna, el cirujano se encargue de la herida que tiene en la frente, tenemos que hacerle radiografías, muevance que se nos va! — Doctor, esta joven necesita una transfusión, ha perdido de
El CEO ruso nunca se esperó que le hubiese ocurrido tal cosa a Cecilia, su angustia se podía sentir, se podía escuchar, preguntaba por la jóven y preguntaba por su hijo. — !Dime Andye, quiero saber, quiero la verdad, Por favor no me ocultes nada! — La verdad no lo sé, Egon, apenas hace poco que llegó al hospital y todavía la están atendiendo, no han salido a darnos noticias. Trata de tranquilizarte y ven al hospital, mis padres y yo estamos aquí. — Claro. Estaré allá cuánto antes. — El jóven ruso cortó la llamada con su socio y se llevó la mano al rostro. Andye en ese momento recibía una llamada de Dallán. Necesitaba unos datos y se los iba a preguntar a su primo. — Hola Andye, ¿Estás muy ocupado? — La verdad es que si. — Respondió el CEO con tristeza. — ¿Qué te pasa Andye? Te escuchas muy extraño, ¿Puedo ayudarte en algo? — Dallán, es Cecilia, ella ha sufrido un accidente. No sabemos que tan grave está por qué sigue adentro con los médicos, estamos en el hospital
Tanto Andrés como Egon pedían entrar a ver a Cecilia, pero por el momento no se podía, tenían que pasar al menos un par de horas para ver su evolución, ella debía estar monitoreada con un doctor prácticamente al pie de su cama. — En estos momentos todavía no pueden pasar, su condición es estable pero no podemos abusar. Yo mismo vendré a avisarles cuando ya pueden entrar a verla, pero tenga entendido que solo podrá ser cinco minutos nada más, debemos cuidarla lo más que se pueda para que tenga una buena recuperación. — Pero... ¿Ella estará bien, cierto? Es que... ella estaba tan ilusionada con el bebé... Los dos lo esperábamos con tanto amor. Cecilia... va a estar devastada cuando lo sepa. Un silencio sepulcral se hizo en la sala de espera.. Esa era una terrible realidad. Cuando Cecilia supiera que había perdido a su hijo, ella se iba a entristecer muchísimo. De repente comenzaron a llegar Dallán, Daniel Alejandro y Donovan. — Tío Andrés, ¿cómo está ella? ¿Los doctores ya
Al CEO Alcántara le había tocado vivir duros y dolorosos procesos durante su vida. La muerte de sus padres siendo un niño muy pequeño, el ataque en la preparatoria que lo dejó discapacitado de la mano izquierda, y ahora el estado grave de su tercera hija y la muerte de su nieto. — Cariño, no puedo quedarme más tiempo aquí, tendré que salir... pero estaré en la sala de espera con la familia, todos han venido a verte, ¿Lo ves? Todo el mundo te adora, Princesa. — Señor Alcántara, debe salir, hice una excepción con usted porque es su padre, pero la paciente no va a despertar por el momento. — Si, entiendo. — El CEO dió un beso en la mejilla a su hija y muy en contra de su voluntad salió de la sala de cuidados especiales. Absolutamente toda la familia, abordó para preguntar a Andrés cuando salió de ver a Cecilia cómo estaba ella, incluso Dariana Ferreira y Aithana Ballesteros, habían llegado al hospital apenas se enteraron por sus esposos del accidente de Cecy. — Gracias a t
Era terriblemente doloroso para el hombre ruso ver como la joven Alcántara se deshacía en lágrimas y desesperación, ella gritaba que quería morir también para ir al lado de su pequeño. Las máquinas comenzaron a hacer ruidos y los doctores vinieron a ver qué pasaba. — ¡Señor, por favor salga de la sala, tenemos que estabilizar a la paciente de nuevo! — ¡No, no te vayas Egon, no te vayas, no le abandones, no puedo sola con este dolor, no puedo! — Cecilia no quería quedarse sola en la sala con extraños doctores que no comprendían su sufrimiento. — Está bien amor... No voy a irme, nunca voy a irme, me quedaré aquí, estaré a tu lado y juntos vamos a vivir nuestro duelo. Pero prométeme que vas a luchar por vivir, jurame que no vas a dejarme solo con esta pena. — Las inesperadas palabras de Egon fueron para Cecilia el aliciente justo que necesitaba. Ella lo miró y asintió. Solo ellos podían sentir en carne propia lo destrozados que estaban sus corazones. Los doctores no pudieron
El abrazo de Andrea para el CEO ruso era para darle un poco de consuelo, ellos estaban ahí, prácticamente en el centro de la sala de espera, tratando de recomponerse. Los mafiosos al verlos también voltearon a ver a Joshua, ellos que lo conocían vieron su cara inexpresiva, si. Pero de una forma que no era nada buena, Joshua era capaz de matar al hombre que estaba abrazando a su amada. — ¿Qué está pasando aquí? — La voz grave y dura del joven mafioso Ferreti resonó en el lugar, él no iba a disfrazar nada, quería una explicación y la quería ya. Los cuñados se separaron, Andrea tenía el rostro bastante mojado de lágrimas, Egon solo se limpió un poco la cara y respondió. — ¿Qué está pasando de qué, Joshua Ferreti? ¿Qué haces aquí para empezar? Estamos pasando un momento muy difícil, no necesitamos de la mafia aquí para que lo empeore. El comentario se sintió ofensivo para los peligrosos mafiosos, los CEOS se apresuraron a intervenir. — Paren esto, Joshua Ferreti, tú y yo te
Alessandro quería saber que hacía el cabrón que un tiempo le robó los besos y el cariño de su amada Úrsula, ahora ella estaba en su mansión cuidándose de su embarazo y siendo atendida por docenas de empleados que la trataban como la reina que era para él. Joshua Ferreti por su parte quería estar seguro de que no estaba interesado por la bella Andrea. — Egon era el padre del bebé que Cecilia iba a tener. Ellos estaban muy felices con la noticia de la espera del pequeño. Mi princesa estaba muy ilusionada al igual que el ruso. — ¿Cómo...? ¿Y eso cómo diablos pasó? — Alessandro, ¿Te necesito explicar cómo se hacen los bebés? Ellos se conocieron, se atrajeron, una cosa llevó a la otra y boom, un bebé venía en camino. — Andye les contaba lo que sucedió entre el ruso y su hermana. — Vaya, si que es... inesperado. Pudo superar fácilmente a Úrsula, entonces no la quería tanto como decía. — El dijo que la quiso mucho, pero... ¿Quién que conozca a Cecilia no termina enamorándose