La madre del CEO, se quitó la zapatilla y le dió unos cuantos zapatazos en la espalda a su hijo que corría por la sala de estar huyendo de la furia de su madre — Eres un demonio, ¿Sabes siquiera la responsabilidad que implica ser un padre? — Dariana, mi esposo ha sido el mejor hombre desde que lo conocí, el más amable, atento, cariñoso, si no fuera de esa forma ya estaría muerta de miedo, es verdad que quiero regresar a terminar mi carrera, y que la noticia de que un bebé viene en camino me tomó por sorpresa, pero estoy segura que Daniel Alejandro, será un gran padre y que no tendrá problema en que continúe mis estudios para en un futuro poder llevar las empresas que mi padre le heredó a mi madre y ella a mí ¿Cierto querido? — Los hermosos ojos verdes de Candice, buscaban en los azules ojos de su marido, una respuesta — Daniel Alejandro, Candice, te está haciendo una pregunta, respóndele, ella debe saber sobre que está parada y que le espera en un futuro a tu lado — Mamá,
Las voces de los recién llegados se podían escuchar charlar, ellos habían llegado desde muy lejos quizás para quedarse — ¿Esperas a alguien, mamá? Creí que solo estaríamos nosotros para cenar — No, yo no espero a nadie, quizás tenemos visitas sorpresa, ¿Tú esperas a alguien, querido? — Si, es una sorpresa para ti y una reunión importante aunque apresurada de... — Hola mamá, papá, ya estamos aquí, papá nos llamó y dijo que quería que estuviéramos aquí está misma tarde, y bueno pues... me da mucho gusto verte, a ti también Daniel Alejandro, pero.... Wow, ¿Quién es esta bella joven de grandes ojos verdes como el mar? Sin duda eres italiana, ¿Cierto primor? Mamá, tus habilidades como casamentera van mejorando, la chica es preciosa, si Daniel Alejandro, no se avispa y sale con ella, entonces yo lo haré — El apuesto hermano menor de los Black, mencionaba sonriente — Axel, apenas vas llegando, no tienes idea de quién es esta mujer, te lo aclaro, Candice Torrineli, es mi esposa,
Esa tarde, la familia Black, estuvo deleitándose con los bocadillos de fina repostería que el chef preparó, la plática era entorno al bebé, los tíos amenazaban con consentirlo en absolutamente todo — !Ustedes dos, tienen prohibido consentir a este bebé, demasiado, tienen prohibido echarlo a perder, los voy a estar vigilando de cerca para que no le den todo lo que pida! — El joven CEO, señaló a sus dos hermanos, los sabía capaces de malcriar al bebecito en un santiamén — Eres un amargado, ¿Qué tiene de malo que consintamos a nuestro sobrino o sobrina? ¡¿Acaso quieres que crezca carente de todo?! ¡Será un Black! Si quiere puede tener lo que deseé — Axel, tenía toda la intención de desobedecer a Daniel Alejandro Esa tarde noche, Adriana, salió de la mansión Lombardi, ella lucía preciosa en un vestido bermellón con detalles dorados, había dado un beso a cada uno de sus mellizos, dejándolos dormidos al cuidado del abuelo Donatello Donovan, todavía se encontraba en una junta virtua
La confusión de las luces, las personas bailando, el alcohol, el deseo, todo era propicio para dejarse llevar, la muy sorprendida Adriana, no tenía idea de lo que estaba pasando, por un momento pensó que podía tratarse de su esposo quien la atrajo hacia él, pero nada se sentía así, no su toque, ni su sabor Lo que nadie sabía era que el CEO Lombardi, ya había llegado y estaba buscando a su mujer con la mirada, el elegante hombre que llegó vestido en un traje color arena y camisa color lavanda, se encontraba de pie observando la escena que estaba ocurriendo en la pista de bailar — ¡Pero que demonios está pasando aquí! — El hombre tenía la mandíbula tensa, los puños apretados y una incontrolable furia en su interior, su azul mirada despedía una frialdad indescifrable El ingeniero italiano, sintió como alguien lo jaló para separarlo de Adriana, apenas iba a tirar el primer puñetazo cuando pudo darse cuenta que era el mismo Donovan Lombardi, quien había llegado y se le veía furioso
Por las calles de la fría ciudad, un Maserati gris ahumado recorría a alta velocidad, el CEO Lombardi, tenía sus manos puestas en el volante, sus nudillos estaban casi blancos de lo mucho que lo apretaba, su furia era desmedida— Donovan... ¿Estás enojado? Tienes una mirada muy fría, das un poco de miedo, tienes un aura como de un demonio... A ver dame un beso, sonríe...— ¿Pero que rayos te ocurre? ¡Te acabo de encontrar besándote con otro hombre en la pista de baile y todavía me estás preguntando si estoy molesto, molesto es poco, estoy furioso contigo maldita sea!Adriana, entendió que su esposo le estaba gritando por lo sucedido con Julio, pero ella se sintió y comenzó a sollozar— Yo no tengo la culpa de que el ingeniero me besara, yo... solo estaba bailando con mis amigos, todo el mundo sabe que al único hombre que amo eres tú, pero ahora me gritas y estás muy enfadado conmigo, eso me duele mucho, ¿Es que no entiendes que yo no puedo vivir sin ti? Pero me lastimas así, y no lo s
El CEO Lombardi, había estado muy ocupado desde la mañana, debajo de sus impresionantes y gélidos ojos azules había unas sombras negras que hablaban de la desvelada que había pasado cuidando y alimentando a los mellizos Los pequeños diablillos lo habían hecho arrullarlos hasta el cansancio, cambió pañales, cambio de mameluco a Dominic, por qué se mojó el enterito, y terminó por descansar en el sillón que estaba cerca de sus cunas — ¿Entonces ahora sí tienes disponibilidad para hablar? ayer te quedaste dormida mientras discutíamos sobre lo que había sucedido en la fiesta de tu amiga con ese imbécil de julio Garza — Si, yo... lo siento por eso es solo que no me di cuenta que me dormí, no supe nada de mí hasta hoy en la mañana, pero lo podemos hablar ahora — ¿Y qué me vas a decir? ¿Te gusta mucho el italiano ese? El ha dicho que le gustas mucho y que te quiere para él, entonces te pregunto, ¿Que habrías hecho si yo no hubiese llegado a quitarte a ese bastardo de encima? Respon
En la mansión Black, Daniel Alejandro, había salido a la compañía muy temprano porque tenía reuniones importantes, había dejado a su mayordomo a cargo de que lo que su mujer, lo que ella necesitara se lo debían proporcionar de inmediato El CEO, dejó a su esposa en cama mientras él se hacía cargo de negocios millonarios, más en un momento en el que se tomaba cinco minutos para despejarse, se escuchó un escándalo afuera de su oficina, su secretaria claramente estaba discutiendo con alguien y conocía esa voz De pronto la puerta se abrió de golpe para dar paso a Lucio Corleoni, el CEO, como no habia podido hablar con Candice, venia a hablar con su marido — ¡Qué demonios! ¿Por qué entras asi a mi oficina? Estoy ocupado Corleoni, si tienes algo que tratar conmigo pon cita con mi secretaria — ¡Me vas a atender Black, Sabes muy bien que regresé aquí para recuperar a Candice y aunque esté casada contigo eso no significa nada para mí, yo la amo, la conozco más que tú, nosotros tenemos h
La advertencia del CEO Black, le erizaba los cabellos al CEO Italiano, pero aún así quería escuchar lo que Candice, tenía para decirle, quería asegurarse de que ese aterrador CEO, no la estuviese obligando a estar con él, de ser así, de tener la más mínima sospecha, se le enfrentaría aunque le costará la vida, él no volvería a cometer el mismo error por segunda vez — Quiero pedirte que me dejes verla, hablar con ella, yo necesito escuchar de sus labios que quiere estar contigo y no conmigo, sé que cometí un error muy grave, fuí un cobarde, abandone a Candice cuando más me necesitaba, pero quiero que sepas que si ella me da una oportunidad jamás volveré a dejarla, si como dices ella quiere estar contigo entonces me haré a un lado — ¿Por qué lo haría? Tú me estás pidiendo que te lleve con mi esposa, cosa que no le agrada en lo absoluto, ella está descansando en mi mansión y no quisiera que nada la importune — Más el CEO, lo pensó unos momentos —Esta bien, te llevaré, pero si la p