La rubia estaba en shock, ella no podía asimilar lo que estaba escuchando, lo tenía todo, era hermosa, muy sensual, una modelo muy cotizada en pasarelas de marcas de alta gama, en el pasado enloquecía a Donovan en la cama con sus caricias y su ardiente forma de hacer el sexo, no podia estar diciendo ahora que ya no sentía nada por ella, no, no lo aceptaba

— ¡No... no, no, tú no puedes estar hablando en serio, me quieres castigar por haber subido el vídeo, está bien lo reconozco moría de celos de que estuvieras casado y viviendo con esa mujer, pero no puedes haberte enamorado de ella, no cuando es por mucho inferior a mi, solo mírame, yo estoy al nivel de un hombre como tú, ella es... ordinaria, ese cabello negro, y no tiene un piel rubia como la mía, recapacita Donovan! ¡no hay un punto de comparación entre ella y yo!

— ¡Pero por supuesto que no, ella es hermosa, su mirada es limpia y transparente, no es ambiciosa como tú, mi dinero le importa un carajo, y parece que no escuchas