Al CEO, mientras caminaba detrás de la enfermera que lo guiaba hasta donde Adriana, se encontraba, su preocupación por lo que había hablado con ella por teléfono, crecía en cada paso que daba, su esposa al ver las fotos íntimas suyas con Gala, quería dejarlo para siempre y llevarse a sus hijos, y él ya los amaba con todo su corazón, ellos habían logrado derretir su dureza, habían despertado su instinto de protección, sus mellizos lo necesitaban y él los necesitaba a ellos Después de pasar por unos pasillos cortos pintados de blanco, la enfermera le señaló la camilla en donde se encontraba su mujer, ella tenía un golpe en el rostro ese era el más visible de todos, los demás eran en su mayoría internos, Adriana, estaba sedada y con una intravenosa puesta, la madre de sus hijos estaba muy vulnerable y él solo queria cuidarla y protegerla de todo y de todos — Adriana, no debiste salir sola de la mansión, debiste esperarme para hablar, mira nada más como estás, los mellizos te necesi
El CEO, sintió que le caía una pesada loza encima, su esposa lo estaba terminando, ahora era ella quien le pedía el divorcio, se lo merecía, si, pero no por eso se sentía menos mal — Escucha, Adri, sé que tienes razones de peso para pedirme el divorcio, pero no soy culpable de esto último que pasó, prometo que voy a probarte que lo que digo es verdad, es por eso que no voy a aceptar darte el divorcio — No es justo, ¿Sabes? cuando tú me lo pediste yo sí te lo concedí, firmé y me fuí de tu vida, Además, ?Qué carajos te pasó? tienes sangre en la ceja y un morado cerca de los labios, ¿Ahora te peleas con las personas? — Solo con quién me quieren quitar a mi mujer y mis hijos, soy un tigre cuando defiendo lo que es mío, además tú te fuiste embarazada de mis mellizos, cosa que debiste decirme, tenía derecho de saber sobre ellos, son mis hijos, mi sangre, ellos merecen tener a su padre para que los cuide y los proteja — ¿Que tiene de malo que haya un hombre que si me ame? alguien
Donovan, se le quedó viendo a su amigo, se preguntaba como es que el sabía de eso— No me mires así, me lo contó Francoi, él estaba preocupado por ti y por las malas decisiones que estabas tomando, bueno y ahora, ¿Vas a darle el divorcio de una buena vez para que rehaga su vida? por qué parece que tú te la pasas muy bien con esa rubia con la que sales muy bien retratado, eh — Ya te dije que no son las cosas así, Gala, drogó el vino que tomé con ella, me quedé dormido y así aprovechó para sacar esas fotos, fuí a terminar cualquier cosa que sucediera entre nosotros, pero la verdad es que desde que me casé con Adriana, no volví a tener intimidad con ella, sobre todo desde que hice mía a mi esposa, yo tomé su primera vez, ahh... le he hecho tanto daño, ni siquiera fui amable, o la preparé lo suficiente — Wow... wow... para, para, eso es demasiada información, ahora todo mundo está creyendo que eres amante de la rubia, y no veo como puedes demostrarle a Adriana, que no es así, y mira
El CEO, dejó a sus amigos y se apresuró a seguir a la enfermera a Adriana, la habían pasado a una habitación privada, la habían instalado de forma que se sintiera cómoda, era grande, tenía un sofá para que pudiera dormir la persona que se quedara con la paciente, un televisor de alta gama, mesa especial movible para que comiera el paciente, pero eso para Adri, no era importante, ella lo que quería era ver a su hijos El apuesto CEO, entró a verla, pero ella apenas lo vió se volteó para otra parte, no quería cruzar palabra con él, no había podido dejar de pensar en las fotos de las redes con esa modelo, es que en verdad ella era muy sensual y bella, no podía evitar sentir la punzada de los celos en el pecho, cosas que le molestaba demasiado, no podía seguir sintiendo nada por ese hombre infiel y desvergonzado — Sé que ya me viste, ¿Cómo te sientes? no sé si te has dado cuenta que cada que te alejas de mi te suceden cosas como esta, yo soy tu lugar seguro — El CEO, escaneó a su esp
El CEO, se instaló en el sofá, él estaba sentado ahí mientras que Adriana, lo ignoraba, había cerrado los ojos aunque no dormía, a Donovan, le había llegado un mensaje de Dallán, y se lo estaba respondiendo cuando llegó la cena, era algo ligero, una ensalada de pollo, gelatina, atole sabor vainilla, tres galletas y un plátano, el aroma era muy agradable, Adriana, estaba amamantando, su apetito despertó apenas olió el delicioso menu — Buenas noches, yo voy a ser su enfermera esta noche, tengo entendido que nuestra bella paciente tiene mellizos casi recién nacidos, ella no debe mal pasarse, por favor procure que ella tome todos los alimentos, señor Lombardi, así se va a poner bien muy pronto y podrá regresar a casa con sus bebés — La amable enfermera, daba ánimos a la accidentada madre — Yo me encargo de que tome todos los alimentos, ¿Escuchaste, querida? debes seguir las instrucciones del personal médico para que te recuperes pronto, voy a colocar esto aquí y voy a subir un poco
Los CEOS y el asistente se quedaron conversando un poco más sobre lo que había pasado y como las cosas eran diferentes ahora, pero que Adriana, parecía odiarlo cada vez más Por otro lado los astutos rivales, aprovecharon ese momento para subir a la habitación de la paciente, el CEO Villaseñor, ayudado por el CEO Black y el asistente Mike, pudo llegar al cuero de Adriana, él llevaba una rosa en la mano para ella — Por fin pude entrar a verte, ese miserable de Lombardi, no me permite acercarme a ti, pero sigo aquí, no voy a darme por vencido, voy a recuperar tu amor, ese mal esposo no podrá evitar que volvamos a estar juntos El apuesto CEO, pasó una de sus manos por la mejilla de Adriana, su piel era suave y cálida, solo que en ese momento Donovan, regresaba a ver a su mujer, la escena lo dejó por unos momentos clavado en su sitio, ese bastardo se estaba atreviendo a tocar a su esposa, ¿Que le daba el valor para venir a su cuarto y además de eso poner su mano en su rostro?
La mujer de ojos verdes como el mar, no supo que hacer ni que decir por el detalle de Donovan, él nunca antes le había llevado flores a casa, tampoco le había enviado ningún arreglo, cosas que ella había deseado que hiciera, pero ahora ya no era la misma de antes, dejó el bello ramo por un lado y se volvió a dormir Donovan la observaba de reojo, pudo ver qué había algo de tristeza en la mirada de la mujer, a Adriana, no le había alegrado su gesto, más bien le recordaba lo hijo de puta que había sido con ella en su corto matrimonio — Ahhh... ¿Cómo pude lastimarte tanto? — El empresario se quedó trabajando por un par de horas más en su computadora, Francoi, subió para llevarle a firmar unos documentos que debían presentarse al día siguiente, era para que los embarques hacía sudamérica fueron enviados, Donovan, era un CEO, muy responsable, había hecho crecer la ya de por sí exitosa compañía en un sesenta por ciento en tan solo tres años desde que él estaba al frente, un mérito que
Al día siguiente, el médico especialista pasó a revisar a la mujer que decía sentirse mejor, más no podían tomarse las cosas a la ligera ella seguía necesitando reposo — Señora Lombardi, su condición no es no tomarla a consciencia, necesita cuidados, necesita reposo, debe estar consciente de eso — Lo entiendo, pero aún así quisiera que me diera el alta, mis hijos son pequeños, los estoy amamantando, seguro que me extrañan mucho y me necesitan, por favor déjeme salir, prometo que voy a tener cuidado — Ahh... ¿Usted que opina, señor Lombardi? si le damos el alta a su esposa usted será responsable de cualquier cosa que suceda con ella, usted tiene la última palabra — Donovan, por favor — Aceptaré, si accedes a pasar toda tu recuperación en la mansión Lombardi, si me das tu palabra de que no intentarás marcharte, de que no aceptarás ninguna propuesta de Villaseñor, ni ningún plan de sus amigos para escapar de mi lado con mis hijos, solo de esa manera firmaré el alta para p