Capítulo 48
“Es hora de despertar, muñeca”. Alec murmuró; una mano suave presionada contra mi hombro.

“No”. Gruñí, agarrando el calor que permanecía en la cama.

Mi fuente de calor venía del otro hombre en mi cama, el que envolvió sus brazos alrededor de mi cintura, acariciando su rostro en mi cabello con un gruñido de contenido. El calor parecía irradiar de los gemelos en oleadas, y noté la fina capa de sudor que cubría mi cuerpo. Kade olía a cítricos y madera, una hoguera crepitante, comodidad y seguridad. Su olor me adormeció, solo para que la voz de Alec me despertara.

“Tenemos un largo día por delante, muñeca”. Alec se rio entre dientes, otro suave empujón en mi hombro.

Reuní la fuerza para abrir los ojos, fulminando a Alec a medias con la mirada. Kade roncaba suavemente, sus pestañas oscuras se extendían abanicando sus mejillas. Todos los signos de estrés e ira habían sido borrados de su rostro, haciéndolo lucir pacífico y angelical. Kade gruño ante el sonido de la voz de su hermano, y mi
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