Una vez que Garrett se fue, el aire tenso que llenó el comedor se disipó lentamente. Callie soltó un largo suspiro, seguido de una breve sacudida de cabeza, como si estuviera tratando de borrar lo ocurrido de su mente. Theo hizo una mueca mientras miraba la entrada del comedor, como si aún pudiera ver a Garrett parado allí."Hablaba en serio hace un momento, Aurora.", dijo Callie con una leve sonrisa. "Eres más que bienvenida a vivir aquí. Parece que no tienes ningún otro lugar adonde ir"."No lo tengo.". Negué con mi cabeza. "Tengo a Melissa y Frank... pero ellos no son una opción"."Bueno, aunque tenemos dos cuartos de huéspedes, tengo la sensación de que querrás quedarte con uno de mis hijos. No veo razón para que ustedes dos no se muden a una habitación con Aurora", dijo Callie pensativamente, lo cual hizo que casi me atragantara con un trozo de pollo que estaba comiendo.Kade se rio entre dientes e hizo que mi rostro se pusiera rojo como un tomate. Incluso Alec tenía una mirad
"¿Por qué no llevas pantalones, muñeca?". La respiración de Alec abanicó mi oído mientras sus dedos bailaban a lo largo de mi cadera desnuda, amenazando con viajar más abajo con cada aliento.Las palabras se atascaron en mi garganta y mi rostro se calentó, aunque no podía obligarme a apartarme de su toque. Su respiración se entrecortó cuando me moví, pues presioné mi trasero contra su duro miembro. Su deseo junto con el mío sabía dulce e increíblemente abrumador. Su deseo me dejó sin sentido, calentando mi piel como si fuera un fuego estallante escondido dentro de él. Podía saborear su necesidad... su necesidad de tocarme, de reclamar cada parte de mi cuerpo, de saborear mi piel y sentirme temblar debajo de él.No podía pensar, no con nuestras emociones pasando por mi cuerpo. Todo en lo que podía pensar era en sus manos arrastrándose a lo largo de mi cadera y su miembro pulsando contra mi trasero. La presión entre mis piernas creció y un temblor recorrió mi ser cuando Alec gimió en m
Alec y Kade me acompañaron a la casa de Garrett al día siguiente. Cuando uno tenía que irse, el otro me vigilaba. Ninguno me quería fuera de su vista con todo lo que estaba pasando. Todavía había dos salvajes pícaros más que sabían que yo era una loba blanca. Tuve toda la mañana para prepararme para lo que podría enfrentar en la casa de Garrett y la inevitable conversación que tendría que soportar."¿Te gustaría conocer a nuestros Betas luego de que busquemos tus cosas?", preguntó Alec desde el asiento trasero, inclinándose hacia adelante para mostrarme una sonrisa deslumbrante."¿Betas?", pregunté. Sabía lo suficiente sobre los lobos y su jerarquía para saber que un Beta era el segundo al mando, aunque me sorprendió que tuvieran dos."Dos Alfa, dos Beta". Kade se encogió de hombros, apretando mi mano suavemente mientras conducía por la carretera.A pesar del extraño vínculo que me permitía saborear las emociones de Alec y Kade, me di cuenta de que Alec estaba emocionado por la pos
Mi mente estaba dando vueltas con la información que Kady me había dado. No lo había dicho de forma clara, pero no era necesario. De alguna manera, Garrett había arreglado que Melissa, Frank y yo nos mudáramos a ese lugar. La ira se apoderó de mí y quise bajar las escaleras y exigir respuestas. Me detuve a tiempo, pues me di cuenta que terminaría haciendo que Kady cargara con la culpa. Necesitaba ser inteligente con esto. Si me enfrentaba a Garrett completamente enojada, no conseguiría nada.Hice una mueca de disgusto mientras bajaba las escaleras con mi bolsa de lona colgada del hombro. Si pudiera leer las emociones de Garrett, podría saber si estaba mintiendo o no. De momento, las únicas emociones que podía sentir eran las de Alec y Kade.Ambos gemelos dejaron de mirar a Garrett para encontrarme con sus miradas mientras bajaba las escaleras. Mi estómago revoloteó cuando me encontré con los ojos oscuros y cautivadores de los gemelos. No podía recordar por qué los había abandonado, e
La ira de Tori la rodeaba como un tornado. Pedazos de vidrio rayaron y cortaron mi piel. Justo cuando pude sentir esa palpitante emoción, se me escapó de las manos. Una pared invisible cayó entre Tori y yo, cortando mi conexión con sus emociones. Respiré entrecortadamente y traté de calmar mis propios nervios antes de abrirme de nuevo a las emociones. En lugar de forzarlo, dejé que cada sensación pasara por mi lado para dejarlas ir.El torbellino que era la ira de Tori se reanudó, soplando de un lado a otro en los mechones de mi cabello y entre mis dedos. Dejé que la ira me envolviera y llegara más profundo. Debajo de la ira estaba un agudo y distintivo dolor punzante. Me regañé a mí misma por un momento. Obviamente, ella estaba herida, me había ido sin decir una palabra y había olvidado el teléfono que ella me había dejado en la cama. Tori había sido mi primera amiga en muchísimo tiempo, y le pagué negándome constantemente a confiar en ella. Oculta aún más profundamente estaba una em
Me encontré parada frente a la casa de Tori al día siguiente, mi estómago estaba lleno de nervios. A pesar de que parecía que ella me había perdonado, sabía que causé una brecha entre nosotras. Sabía que mis razones para irme eran justificables, pero no pude borrar el dolor que causé con mi ausencia. Así como yo tenía derecho a irme, ella tenía derecho a estar molesta.Tras meterme en la cama con Alec y Kade la noche anterior, ambos prometieron apoyarme sin importar lo que le dijera a Tori. Después de pedir mi permiso, Alec y Kade le confiaron la información a sus Betas y les pidieron que buscaran algo de información sobre los lobos blancos. Ahí es donde estaban Alec y Kade ese día, ayudando a sus Betas a aprender más sobre mí y de lo que podría ser capaz. Todos sabíamos que era arriesgado decirle a Tori toda la verdad, pero quería confiar en ella. Quería esforzarme más por ella.Mientras esperaba a que Tori llegara a la puerta, cada segundo que pasaba hacía que el nudo en mi estómag
No estaba segura de por qué me sorprendí. Ya había hecho cosas con Alec y Kade, cosas que encendieron mi piel y enviaron mi sangre corriendo por mis venas. Tori tenía razón, era más que agradable estar con Alec y Kade. Sabía que el siguiente paso llegaría eventualmente, pero nunca dejé que mi mente pensara demasiado en ello. No pude evitar preguntarme cómo iba a funcionar eso, cómo podría estar con ellos dos."Casi puedo ver los engranajes dando vueltas en tu cabeza". Tori se rio entre dientes. "No es una ciencia, Aurora. Nunca ha habido una loba con dos parejas antes, ¡pero yo diría que lo hagas con ambos al mismo tiempo!"."¿Al mismo tiempo?", balbuceé, ahogándome con el aire que ondulaba y se arremolinaba en mis pulmones.Confiaba en Alec y Kade, y sabía que nunca me obligarían a nada, pero no podía imaginar hacerlo con los dos al mismo tiempo. Sabía cómo funcionaba, pero también sabía que algo así sería muy incómodo."Tienes más de un agujero". Tori sonrió y sentí que mi piel s
Sin importar cómo ahogara los suspiros que dejaban mis labios, la liberación se negaba a llegar. Era como si mi cuerpo supiera lo que quería, al igual que mi mente y mi corazón. Se negaba a funcionar para nadie más, se negaba a reaccionar a menos que fuera bajo los suaves toques de los gemelos. Cuando comprendí que mis esfuerzos eran inútiles, terminé mi ducha y me sequé.Había llevado una muda de ropa al baño y me puse un vestido que me llegaba hasta los muslos. Las mangas eran largas pero delgadas, lo suficiente para combatir el suave frío que comenzó a hacer esa tarde. Me sequé el cabello con el secador mientras los gemelos esperaban afuera y, seguramente, se preparaban por su lado. Cuando salí a la habitación, fui bombardeada por el espeso aroma de Alec y Kade. Mientras me giraba para agarrar un par de zapatos, Alec se interpuso en mi camino. Estábamos a solo unas pulgadas de distancia, pero podía sentir el calor que irradiaba su piel. Su olor almizclado se arremolinaba con el l