Un mes después…
Amy y su hermana charlaban de la relación de Ana y Theo, esta se había tomado bien todo y se amaban, pero Theo había decidido darle a su mujer una época de cortejo lo que les parecía romántico.
—Me parece que nuestro hermano se toma esto demasiado en serio—añadía Gabe—ustedes nos reprocharan que no les dimos lo mismo. Deberían detenerse ya.
––No seas infantil esposo. Si solamente hubieses decidido llevarme a cenar una vez al inicio, no sentiría envidia—era obvio que le agarraba el pelo, pero Gabe no lograba verlo, sufría de pensar en que había lastimado a su esposa—es romántico que llevan ya veinte cenas en distintas partes del mundo.
––Sí; en esas veladas —añadió Anastacia—lo único que pudieron hacer es averiguar qué clase de bailes les gustaba a cada uno, pero no creo que hayan podido descubrir las cosas realmente importantes de su carácter. Por eso Theo seguirá saliendo con ella cada noche.
––Bueno ––dijo P
Abigail había nacido con un destino escrito para ella y estaba bien con eso, quizás porque sabía sobre aquello desde que nació. Y la vida en el pequeño pueblo donde vivía era bastante aburrida. Cuando de pequeña reaccionó al Cáliz Immortalitas, el rey Theo Dracul envió a un emisario con el acuerdo de matrimonio asegurándole así a la familia Black, que los Dracul cumplirían la promesa. También entrenaron a la niña sobre como defenderse durante la misión que emprendería al alcanzar la mayoría de edad—lo que sería en dos días. Su madre, muerta durante el parto y su padre un hombre codicioso que veía ahora su oportunidad de alejarse de la pobreza, ya que parte del trato incluía vastas riquezas para él, no tenía problema alguno en dejarle claro a su hija cuánto la odiaba. En un par de ocasiones, cuando ella era una niña y se reusaba a trabajar en los entrenamientos pues eran agotadores, su padre la golpeo. Una mañana su papá apareció
Iban a cumplir ocho horas caminando y su futura esposa mantenía un buen ritmo, aunque estaba un poco pálida así que decidió que podían detenerse. —Estamos cerca de uno de los pueblos por los que vamos a pasar. podemos detenernos esta noche y dormir en una habitación y disfrutar de las comodidades de una buena cena casera. —deberíamos seguir caminando para así aprovechar la noche. —ya empieza a hacer bastante frío, quiero que descansemos. Te daré algo de mi sangre y dormirás por qué si encontramos alguna de las gemas te necesito totalmente descansada. —¿Cuándo regresará Cormack al Reino de tu rey? —Nos va a acompañar, antes pensé que era mejor ir solos pero siento que son muchas las criaturas que quieren tener el Cáliz Immortalitas en sus manos, así que es mejor que nos acompañe. Se mantendrá a una distancia segura y cuando sea de noche vigilará conmigo para que estemos tranquilos. —me gusta la idea de que vaya con nosotros porque somos
Nana iba en la parte de atrás, Ethan conducía el auto y el gato, que había hecho una conexión instantánea con él, iba en sus regazos. El perro dormitaba con nana pero no por voluntad propia, los arañazos en brazos de amos, más la tapicería destrozada mostraban cuan enérgico era el cachorro, así que Ethan había dado un pequeño golpe mental y el cachorrito dormitaba. El gato de hecho ni siquiera maulló al sentirlo cerca y cuando se arriesgo a meter el dedo por entre las rejas de la caja, este le lamio el dedo. Ese gato era de todo menos normal. —Vamos a llevarnos bien tú y yo. Miau… Abi es mi compañera, soy un vampiro Miau… —Te tendré la mejor comida del mundo, incluso podemos ver si te encontramos algún compañero de juegos. Miauuu… Las cosas no parecía que fuesen a ir mal. Al menos el gato lo había aceptado. Llegó a casa y se sorprendió al sentir
Un par de días después, mientras estaban iniciando el mes de diciembre, Gabe llegó a contarle sobre a dónde iría con Pietro. —Pietro te llevará por el árbol de navidad una vez que lleguemos a Rumanía. Ya vimos la casa y como te ha gustado, podemos mudarnos de inmediato. Mudarse con vampiros descubrió Amy era tan sencillo como abrir y cerrar los ojos y desaparecer de al lado y aparecer en el otro. como la casa estaba totalmente amueblada decidieron que poco a poco Irán cambiando los muebles pero de momento a Amy, le gustaba todo tal cual estaba sólo quería ir poniendo alguna decoración fotos familiares y demás cosas todos los hermanos dracul salvo el monarca vivían en casas similares a las de ellos, y en una cosa curiosa de ver como vampiros tan temerarios podían sentarse a tomar café en la sala junto a una mesa que tenía fotos de toda la familia. habían decidido que vivir como mortales resultaba menos aburrido y sus compañeros estaban felices que ello
Dos semanas después, Gabe llegó con varias cajas para sus hijos. Mathew abrió la primera y se puso a llorar. Había casi veinte fotos de él y Sabine junto a su mamá. Gabe había sentido el amor que transmitía Andrea a sus hijos. Conocía la historia real sobre lo sucedido, pero lo que lo asombraba era que Mathew también lo sabía y amó la entereza de su hijo. —Papi…
20 años después Mathew a diferencia de su familia que vivía en Rumanía, había decidido estudiar en la universidad en USA. Claro que extrañaba a todos, a la pequeña Irina, y a sus hermanos trillizos Rob, Alec y Jord. También extrañaba a su hermana Sabine, pero como vampiros, sabían que gozaban de una eternidad ara estar juntos y si su hermana quisiera verlo, alguno simplemente se materializaría frente a ella y la traería a su casa. Con su transformación a vampiro, al cumplir la mayoría de edad, había obtenido los dones de su tío Theo. Se podía hacer niebla, podía controlar la mente de la gente. Y fue como acabo ayudando a su compañera a superar los problemas que tenía. Aquel 31 de octubre estaba por cambiar todo en su vida. Jana estaba en el baño y mientras se lavaba la cara en el baño sentía como el sabor a sangre estaba aún en sus labios. Tenía veinte años y acababa de presenciar un suicidio, probó la sangre de la víctima y le gustó. El muerto era un
40 años después Mathew Dracul observaba desde las sombras a su nueva secretaria, quien era nada más y nada menos que su amada Jana, aunque en esta vida si nombre era Mara. Aquella vez no había podido salvarla, la había alimentado con su sangre, había bebido de la suya pero ella había resultado demasiado herida. Pero al haber hecho un intercambio de sangre, se había asegurado de que si reencarnaba daría con ella. Los últimos años habían sido muy difíciles para él, sus hermanos, sus primos todos tenían sus propias parejas, pero él seguía solo esperando a su amada y finalmente la tenía. Mara Harris miraba y miraba a su jefe. Este parecía disfrutar del escrutinio al que lo sometía, pero es que en realidad era fascinante. Y aunque le daba y le daba vueltas en su cabeza, a lo que tenía ante sus ojos, Mara no entendía cómo era posib
Gordon la miraba como si no la reconociera y ella se sintió tan bien con aquello que se relajó aún más en el abrazo cálido y protector de ese hombre tan hermoso que de nuevo, llegaba a ella cuando más lo necesitaba. Mathew se sintió invencible, porque el que su compañera se hallara tan cómoda y confiada bajo su abrazo, eso le calentó el alma. La magia del momento la rompió Gordon, maldito imbécil del que iba a encargarse. —¿Su prometida, señor Dracul? Ella lleva mi anillo. —Por lástima claro está, no sabíamos cómo decirte que ella no te ama, esto de hoy le ha dado ya los motivos. —Zorra…nada de dormir hasta que nos casáramos ¿verdad? Su jefe, el hombre ecuánime y bromista, se veía furioso. Con cuidado y tras besarla en la frente de forma casta y calma, la separó de su cuerpo con un cuidado muy fuerte y