Les cuento, la historia que vendrá después es la de Salvatore. Espero que les guste este italiano sexy y caliente. Sera una buena lucha de voluntades con su esposa. Respecto a la historia de Jonathan y Mason, ellas tendrán su propio libro, que comenzare al terminar casados otra vez.
CAPÍTULO 53 Juliette abrió la puerta de su suite y se abalanzó sobre la cama como una niña pequeña. ―Estoy agotada ―dijo escondiendo su rostro en la almohada, luego se dio la vuelta y miro el techo de madera del bungalow ―Nunca imagine que una boda fuera tan agotadora. Connor, que terminaba de acomodar las maletas, camino directo a la cama y en un segundo estuvo arriba de ella. ―¿Muy cansada para divertirnos? ―Depende de cuál sea la diversión ―respondió Juliette acariciando su cabello. ―Se me ocurre que… podría tener mi noche de bodas ahora ―Connor agarro uno de los pétalos sobre la cama y la acaricio con él. Juliette se limitó a mirarlo, sin embargo, no dejaba de pensar en lo que había sucedido en la iglesia. ―¿Crees que saldrán en la prensa? ―frunció las cejas y continuo ―Marcos… Dios hizo un espectáculo, nunca pensé que… ―Te dije que no te preocuparas ―Connor la callo con un beso ―Mi familia no estará muy contenta, igual no me importa. Te tengo y eso es suficiente. Juliett
CAPÍTULO 54 Juliette estaba envuelta en un mini bikini cortesía de Raquel, sospechaba que lo había hecho a propósito. Connor la miraba a través de la venta con una sonrisa en los labios, el día anterior no salieron de la habitación, finalmente había satisfecho su apetito por ella, pero solo temporalmente, porque sospechaba que su hambre regresaría nuevamente y con más fuerza. ―¿Vienes? ―Juliette camino lentamente hacia él con un bloqueador solar en la mano ―Necesito de mi marido en este momento. Connor estaba sin camiseta, solo llevaba un short playero color negro. Ella lo miro con avidez, y su cuerpo reacciono al instante, todavía tenía un poco de molestia por la follada anterior, sin embargo, no era impedimento si le propusiera una ahora. Connor agarró el frasco de su mano y se inclinó hacia su oído. ―¿Obtendré alguna recompensa por el trabajo? ―dijo con un claro toque de seducción. ―Depende de que también te desempeñes, esposo ―Juliette, respondió coqueta, había descubierto qu
CAPÍTULO 55 Después de salir de casa de Ricardo, Connor pensó en volver a la empresa. Aun si tenía un gran porcentaje de acciones, no iba a dejar que Margaret tomara ventaja. Su chofer lo esperaba junto al auto, abrió la puerta y él subió. ―¿A dónde señor? ―La empresa ―dijo mirando su reloj. Pensó en hacer otras llamadas y probar suerte, no podía darse por vencido. Reflexionaba en ello, cuando repente la figura de una mujer demasiado familiar estaba junto a la carretera, entrecerró los ojos y le ordeno al chofer detener el auto ―Detente. Bajo y camino directamente a ella. ―¿Stella? Tan pronto escucho su nombre, Stella se giró, sus ojos se abrieron con sorpresa cuando lo vio. ―¿Connor? ―¿Cómo estás? ―dijo con una sonrisa ―¿Y por qué estás aquí y de paso sola? Ella torció los labios y señalo el capo. ―No sé qué le sucedió, de repente se apagó y no prendió más. Estaba a punto de llamar a casa cuando apareciste. Connor se echó a reír, tampoco sabia mucho de autos, pero por la c
CAPÍTULO 56 ―En la amplia sala de juntas, poco a poco los accionistas fueron tomando sus lugares, Connor había llegado más temprano que de costumbre y miraba su reloj constantemente. Stella no había llamado todavía, supuso que Cristian se había negado a asociarse con él. En el fondo lo entendía. De repente Margaret hizo su entrada acompañada de su hijo Malcom, le dio una mirada orgullosa y tomo asiento frente a él. Continuamente llegaron su abuelo y el resto de los accionistas, para ese momento ya eran casi las nueve de la mañana, así que el anciano, pregunto. ―¿Esperas a alguien hijo? Connor se puso de pie y le ordeno a su asistente que cerrara la puerta. ―No, supongo que estamos todos, así que puedo iniciar esta reunión. Sin embargo, quiero… ―¿Encontraste al socio que cubrirá todas las pérdidas? ―lo interrumpió Margaret. ―Respecto a eso… ―Perdimos un gran negocio, solo por un capricho tuyo, Connor. ―intervino otro socio, que a todas luces estaba coludido con Margaret ―Nuest
CAPÍTULO 57 Una serie de imágenes de Malcom y Howie pasaron una tras otra, los miembros de la empresa no dijeron nada. Y Malcom que solo pudo quedarse inmóvil, vio cómo su privacidad fue expuesta. Sin embargo, la más afectada, después de Malcom, era Margaret. Se quedó de piedra cuando vio a su hijo besar a otro hombre, específicamente su mejor amigo. Ahora entendía muchas cosas. ―¡Apaga eso! ―ordeno el anciano con fiereza. Las luces se encendieron y todos comenzaron a levantarse. Pronto solo quedaron Connor, Malcom, Margaret y el abuelo. ―Te has pasado de la raya, Connor ―fue lo primero en decir el anciano ―Aun si tu ira te consume, no tenías derecho a… ―¿Lo sabías verdad? ―pregunto ―Tú sabías que Malcom era gay. El viejo dejo salir el aire contenido y asintió. ―Sí. Los vi hace un tiempo, no dije nada y tampoco planeaba hacerlo. No era mi derecho. Connor se rio. ―¿Ahora soy el malo? Nada más me estaba defendiendo, ellos me han atacado primero, únicamente hice lo que se requ
CAPÍTULO 58 ―¡¿Cuándo ibas a decírmelo?! ―Patricia llego como una tormenta y se detuvo delante de Margaret, sus ojos estaban llenos de fiereza y en un impulso levanto la mano y la abofeteo ―¡Eres una zorra! Margaret fue tomada por sorpresa y la miro sorprendida cubriéndose el rostro. ―¿Qué? ¿Creíste que no tomaría cartas en el asunto? ¡Por destruir el matrimonio de mis padres! ―Patricia tenía intenciones de golpearla de nuevo, pero esta vez Margaret estaba preparada y contuvo su mano. ―Vaya, vaya. Hasta que por fin sacas las garras ―se burló ―¿Qué quieres que te diga? Tu padre nunca ha sido feliz y yo lo único que hice fue darle lo que la insípida de tu madre no hizo. ―¡Cállate! ¡Eres una desgraciada! ―Y tu una zorra ―dijo, dando un paso hacia ella ―¿Qué consideras que pensara tu mami, cuando sepa que te has estado acostando con Theodore Expósito? O mejor aún, cuando Connor sepa que abriste las piernas para que su socio no hiciera negocios con él ―se rio malvadamente ―¿Te va a am
CAPÍTULO 59 A la mañana siguiente, después de que Juliette enviara los niños a la escuela, estaba a punto de dar la vuelta, pero vio que una figura familiar apareció frente a ella. ―Marcos, ¿Qué haces aquí? ―estaba a punto de irse, pero fue detenido por él. ―Juliette, por favor, no te escondas de mí. Sé que tu vida es muy difícil y ese hombre, te trata mal, así que no seas valiente. A ella por poco le sangran los oídos, no podía dar crédito a lo que escucho. ―¿De qué demonios estás hablando? ¿Quién te dijo esa mentira? La expresión de Marcos se sobresaltó viendo la firmeza en la mirada de Juliette, pero después de pensarlo nuevamente, se volvió más determinado. ―Juliette, lo sé todo. Sé que esta familia no te acepta, podrán fingir que te aprecian, pero no es así. Nunca podrás ser como ellos. Margaret le había hecho una visita y para tergiversar las cosas, dejando a Connor como un demonio y a Juliette como la pobre ovejita esperando ser comida por el gran lobo feroz. También, le
CAPÍTULO 60―¡¿Qué estás diciendo?! Te pagué para que hicieras la tarea, ¿y me das esta respuesta?Margaret le disparo como una flecha al hombre.―Señora, vigilamos a la mujer como dijo, pero… un… hombre se interpuso en el último momento, ¿Cómo íbamos a adivinar que se sacrificaría?―¿Un hombre? ―frunció sus cejas y creyó que se trataba del mismo hombre que se presentó en la iglesia, cuando hablo con él y le lleno la cabeza de información tergiversada en contra de Connor, sabía que iría de inmediato con Juliette. En su opinión, era otro pobre imbécil enamorado fácil de manipular.Por eso le facilito toda la información.El plan original era que atropellaran a Juliette, pero no funciono. Ahora tenía que ingeniarse otro plan para acabar con ella, quería arrebatarle poco a poco todo lo que Connor amaba.Miro una vez más al hombre y dijo. ―Lárgate, te volveré a llamar si te necesito.El hombre asintió rápidamente y se marchó. Sin embargo, Margaret no estaba al tanto de que la persona que