El tiempo pasaba y nosotros seguíamos ahí, abrazados mientras mirábamos la playa, se podían escuchar las olas romper en la orilla, — ¿Sabes?, realmente amé esta sorpresa, es la primera vez que alguien hace algo tan tierno por mí— le aseguré con total franqueza, — Me alegro de que te haya gustado. Con solo ver tu sonrisa sé que todo valió la pena. Matt tomó una almendra cubierta de chocolate acercándose a mí de forma seductora, acaricio mis labios ejerciendo un poco de presión sobre el labio inferior, logrando que le dé una mordida a la almendra, acto seguido limpio el chocolate sobrante con sus dedos y me besó de una forma apasionante pegándome más a él. Era la primera vez que una almendra me resultaba tan irresistible y correspondí a sus labios con el mismo sentimiento. Podía sentir como su piel iba en aumento con cada beso, paso su mano de forma impertinente por el borde de mi vestido, mientras depositaba suaves besos en la comisura de mis labios, bajando a mi cuello. —Po
De nuevo en la uni, volvimos a acomodar todas nuestras cosas y armamos un lindo mural con varias fotos que habíamos tomado en vacaciones, sin duda teníamos muchos gratos recuerdos del año pasado y del verano. Este año prometía ser igual de bueno para todos. Cuando llegó la hora de la ceremonia de bienvenida no pude ocultar mi entusiasmo cuando el director aclaró que el año anterior había contado con 6 estudiantes brillantes y que este año no esperaba menos de los nuevos estudiantes de primer año, ya que tenían que mantener el prestigio que nosotros le habíamos heredado. Al término de la misma, nos reunimos con los chicos en la cafetería, — Holaaa chicooos— dije saludando a todos los presentes. Caminé hacia Matt y este me abrazó haciendo que me sentara a su lado, — Te ves muy sexi con ese uniforme— murmuró en mi oído logrando que me sonroje, —Hay, no; no empiecen con su dulzura extrema o les juro que les vomito encima— grito Renata, mientras rompía la punta de su pollera c
— ¿Qué quería esa basura? — preguntó Renata mientras llegábamos al estacionamiento, — Leónidas tiene problemas— respondí mientras subíamos al auto para irnos, — Uf, ¿de nuevo esas ratas entraron a su tienda? — preguntó Dilan luego de bostezar — No solo fue eso; se atrevieron a lastimar a su hija, alguien dijo que estábamos volviéndonos “tiernos” — ¡QUE YO, TIERNA!, ¡QUIEN FUE!, lo voy a colgar de las bolas— saco su navaja dejándola en su falda y recogió su pelo para que no le molestara, — Ya veremos quién es el que se atreve a hablar de nosotros. En el camino Renata y Dilan ya estaban prontos para aclarar el malentendido, una con su navaja y el otro con su b**e favorito, si bien nos faltaba el más sanguinario; esta vez podíamos arreglárnosla solos. Al llegar frente a la tienda esta estaba en ruinas, todo había sido destruido, bajamos del coche y entramos sin más, — ¡Leónidas! — grité al no encontrarlo. Una mujer salió del fondo caminando con dificultad y me contest
La noche había pasado muy rápido y aún no tenía noticias de Matt y los demás, después de cerciorarme que Luca estuviera bien, me dirigí hacia el estacionamiento con la esperanza de ver su auto estacionado allí, pero nada; no había rastros de ellos. Me quedé un momento observando la entrada y cuando me disponía a irme, pude ver como el auto de esté; iba llegando. Cuando apagó el motor me precipité a su encuentro, —Matt, ¿chicos están bien? — les pregunté con apuro. Cuando bajaron pude notar la sangre en su ropa y sus manos; los tres estaban igual, me quedé en shock al verlos así, — E; ¿están bien, les hicieron daño? Él no me miró a los ojos, solo les dijo a los otros que se retiren antes de dirigirse a mí, — Estamos bien, la sangre no es nuestra— me dijo mientras trancaba el auto, — Si no es de ustedes; ¿qué paso?, Matt explícate por qué no estoy entendiendo nada. — Es complicado de explicar ahora, ¿podemos hablarlo más tarde? — me preguntó. Y en mi interior sabía q
Las clases aún no comenzarían, están terminando de organizar unos temas relevantes, por lo que tendríamos una semana más de calma. Ya han pasado tres días desde el problema de Matt. Me encontraba leyendo un libro cuando Lu entro en la habitación agitada, se notaba que vino corriendo hasta aquí, — ¡Fer!, vamos al estacionamiento; Jesua apareció— me informó con apuro. Me levanté rápidamente, me calcé y salí tras ella rumbo al lugar. Al llegar note que algo no estaba bien, Renata y Dilan se veían molestos, Matt hablaba con Jesua que estaba algo distinto, así que me acerque a ellos con cautela, — Hola Jesua, ¿cómo estás?; que bueno que regresaste— sonreí, —Hola Fer, gracias; pero no regresaré, solo vine a hablar con los chicos. Al escucharlo no pude evitar poner una cara de asombro, él estaba muy enganchado con ser médico forense, pero ahora se va ¿así?, — Oh qué pena— fue lo único que pude decirle, él pasó su mano por su pelo como de costumbre, — Matt, por favor no insi
Los días se habían pasado muy rápido y las clases ya habían comenzado, se podían ver caras conocidas de nuevo, Darek, Antuan; Andrea, Tiana y Luisa; volvían a ser mis compañeros de clase. Todo estaba bastante tranquilo, Luca estaba mejor, si bien asistía a clases; se encerraba en su dormitorio, una vez que estas terminaban, estaba muy callado y deprimido. Intentamos hablarle, pero siempre ponía escusas y se escapaba de nosotras. Matt y el resto, también desaparecían al final del día, aún no tenían noticias del paradero o lo que pasaba con Jesua y eso los tenía a los tres bastante irritados. Por fin la última clase llego a su fin, así que me dirigí a la biblioteca a estudiar un poco, ya que el próximo mes empezarían las pasantías en el hospital, tenía que prepararme lo mejor posible, dado que los informes del médico que está a mi cargo serían la diferencia del 45% de mi nota final. Fuera de los problemas, la uni se sentía más tranquila cuando Bruno no estaba en ella. Supe por Bl
De camino; Matt dejó en claro un par de cosas que debía hacer sin peros y cuando estábamos a una cuadra este apagó el motor y los cuatro salimos del auto para seguir a pie, pasamos el alambrado y seguimos caminando; agachados, el lugar era bastante amplio con una casa de dos plantas y un granero bastante espacioso. En un momento todos nos tiramos al piso al ver como la puerta de la casa principal se habría y salían dos hombres, ambos se dirigieron hacia el granero. Matt le hizo un gesto a Dilan y Renata para que investigaran dentro de la casa, mientras él se dirigiría hacia el granero donde estaban esos hombres. Yo me quedé tirada en el pasto, atenta a ambas partes con el teléfono en la mano para avisarles si veía algo sospechoso. Podía observar cómo Dilan y Renata iban por cada parte de la casa a oscuras, sus siluetas eran claras para mí en las ventanas, por el otro lado Matt se había camuflado bien, no lograba verlo por ningún lado. Los minutos pasaban a paso rápido y yo ya
Los días pasaban y Jesua seguía en el hospital, nos turnábamos con los chicos para no dejarlo solo en ningún momento, aparte de eso; otros conocidos asistían al hospital a quedarse con él cuándo nosotros debíamos ir a clases. Preferí contarles lo que ocurrió a Lupe y Luca, ya que ambos estaban preocupados por nosotros, Luca estaba preocupado, pero decidió no ir a verlo para no tener un nuevo enfrentamiento con él, estaba muy decidido a mantener una distancia para evitarse el sufrimiento, por otro lado; Lupe decidió hablar con su padre para informarnos de posibles actos que la familia de Jesua pudiera hacer en nuestra contra; así que si algún problema surgiera el padre de Lu sería nuestro abogado, como defensa ya teníamos bastante evidencia que volcaría las cosas a nuestro favor, como dicen “más vale prevenir que lamentar”, frase que daba en el clavo en este momento. Las clases por fin habían acabado, hoy acompañaré a Matt al hospital para ver como esta Jesua, — Lista bonita— me so