Adrian…

Una vez que dejamos a Ashley en su apartamento, agarré mi teléfono y llamé a Sally. Después de unos cuantos segundos, finalmente contestó. “¿Adrian?”, dijo.

“¿Estás ocupada ahora mismo?”.

“«No, hoy estoy trabajando desde casa. ¿Todo bien?”.

“Um, sí. Voy para allá. Necesito hablar contigo”. Cuanto antes me ponga manos a la obra, mejor.

“Suena serio. De acuerdo, te espero”.

Colgué y miré a Sam. “Por favor, llévame con Sally. Cuando acabe con ella, los dos tenemos que hablar”.

“Sí, señor”, respondió y así nos pusimos en camino.

Miré por la ventana y me preguntaba cómo era posible que todo esto fuera real. No me malinterpretes, me alegro de que Ashley haya vuelto a nuestras vidas, pero hemos perdido cuatro años de su vida. Quiero llegar al fondo de esto de una vez por todas. Sé que sus padres se enfadarán porque no les conté nada, pero me temo que si se enteren, vendrán en el primer vuelo. No quiero que nadie se entere de que estamos tras ellos. Tenemos que actuar rápido s