Rosa…Han pasado unos días desde aquella noche y, para ser sincera, me alegré de que el señor Black no estuviera aquí. Se fue a Italia por negocios. Max tuvo que irse con él, así que sólo quedamos Brigitta, Darana y yo. Hablando de Darana, aún no ha llegado.“¿Qué te pasa?”, me preguntó Brigitta, sacándome de mis pensamientos.Sacudí la cabeza. “Nada, sólo estaba pensando, eso es todo”. No sabía si debía decírselo. ¿Y si pensaban que era yo la que estaba seduciendo a nuestro jefe?“Ay, no me vengas con eso. Se nota que algo te preocupa. ¿Es el Sr. Black?”.La miré con los ojos muy abiertos. ¿Cómo demonios lo adivinó?“No me mires así. Todo el mundo pudo ver el cambio en el señor Black desde el día que te conoció”. Se rió entre dientes.Sacudí la cabeza. “¿Qué quieres decir con eso?”. Tenía curiosidad, para ser sincera.“El señor Black nunca ha estado en nuestra oficina todos los días. Las únicas veces que venía era cuando necesitaba que rehiciéramos un expediente, pero normalme
Rosa…Stacey había estado encima de mí el resto de la semana. Encontraba defectos en todo lo que hacía y me ponía. Juro que no tenía nada mejor que hacer que jugar a la policía de la moda todo el día. No sé qué le hice, pero esta mujer me estaba poniendo de los nervios.Brigitta me dijo que el Sr. Black no volvería hasta la semana que viene, ya que estaba ayudando a su abuelo en Italia. Me alegré de que no estuviera en la oficina, lo que significaba que podía respirar sin preocuparme de verlo a la vuelta de cada esquina.“Stacey me está sacando de quicio. ¿Por qué no va a molestar a los demás empleados?”. Brigitta gruñó mientras caminábamos hacia nuestra oficina.“Me pregunto lo mismo. Está en todas partes. ¿Crees que nos escuchó el otro día?”.Brigitta se detuvo y se giró hacia mí. “No creo, pero tengamos cuidado por si escucha nuestras conversaciones”.Llegamos a nuestra oficina justo a tiempo para ver cómo el mensajero nos entregaba los expedientes del día, pero en cuanto los
Rosa…Briggita y yo habíamos estado trabajando sin parar en los expedientes que nos habían enviado. Cuando miré la hora, vi que era casi la hora de comer. Menos mal. Me estaba entrando hambre y sentía los dedos como si hubiera estado corriendo una maratón toda la mañana.“Diez minutos más y podremos descansar”, anunció Brigitta.“Gracias a Dios. Necesito un descanso; los números están flotando delante de mí”, me reí entre dientes.Volvimos al trabajo, pero justo entonces un fuerte grito nos interrumpió. “¿Quién es?”, pregunté mientras escuchaba la voz airada que provenía del despacho del señor Black.“Creo que es alguien del departamento de mercadeo. Escuché que quería verlos en cuanto volviera de Italia”, dijo Brigitta, mirando hacia nuestra puerta.“Parece que la cagaron, a juzgar por su tono de voz”.“Sí, esperemos que no salga hasta que nos hayamos ido a comer. No quiero ser la siguiente en su lista”.Por suerte, la hora del almuerzo llegó, así que Brigitta y yo fuimos a la
Los Herederos Multimillonarios Ashley... Caminé de un lado a otro por la sala de estar de nuestra casa, esperando a que mi esposo regresara a casa. He estado enferma estos últimos días por las náuseas del embarazo. Hoy fui al doctor para confirmar mi sospecha y me dio la noticia que estuve queriendo escuchar por casi cuatro años. Sé que Adrian quiere un hijo y después de cuatro años de estar intentándolo por fin seremos papas. Al escuchar que se abría la puerta, corrí a la entrada de la casa. Llegaba más tarde de lo normal y me estaba preocupando. Había estado llegando tarde a casa esta semana y ha estado distante conmigo, lo que me estaba poniendo ansiosa. "Adrian, ¿eres tú?", pregunté feliz, pero mi sonrisa se desvaneció inmediatamente cuando vi a una mujer, y no cualquier mujer, sino mi hermana gemela acompañándolo. Se estaba riendo de algo que ella dijo y sentí una punzada de celos cuando noté lo cercanos que eran. Me aclaré la garganta para llamar su atención. Adrian me mi
Los Herederos Multimillonarios Ashley... La pareja que estaba de pie en la playa, mirándose amorosamente con el cielo negro sobre ellos mientras las estrellas brillaban intensamente, como si estuvieran mirándolos a los dos desde la distancia. Era su primer aniversario de bodas y decidieron pasarlo juntos sin su familia y amigos. Adrian y Ashley Black. Hoy, hace un año, dijeron sus votos frente a sus seres queridos. Adrian le colocó el cabello hacia atrás, dejando que el aire fresco de la noche rozara sus hombros, para entonces ponerle un collar. "Feliz aniversario, amor", susurró mientras la besaba después de colocarle el collar. Ella miró el collar de diamantes que brillaba en la noche, junto con las estrellas. Tenía una sonrisa en su rostro y pensó que hubo un momento en que se negó a aceptar regalos costosos de él cuando comenzaron a salir. Ella siempre lo regañaba por gastar demasiado dinero en ella, diciendo que solo necesitaba su amor, no su dinero. Ella se agachó
Los Herederos Multimillonarios Ashley... Siento que alguien me sacude suavemente. "Ash, despierta. Has estado durmiendo todo el día sin comer". "No tengo hambre, Sandra", dije con voz ronca, tratando de volver a ponerme las sábanas sobre el cuerpo. "Tienes que comer algo, Ash. Recuerda, llevas un pequeño dentro que necesita comida y, además, una vez que te hayas bañado y comido algo, estoy segura que te sentirás mucho mejor". "¿Estás diciendo que apesto?", jadeé. "No, pero estoy segura que una vez que te hayas refrescado te sentirás mucho mejor". La miré y me di cuenta que tenía razón. Necesito ponerme en orden. No puedo seguir así. Han pasado dos días desde que me encontré con Adrian. "Está bien, bajaré enseguida. Dame unos minutos", dije finalmente mientras me levantaba. Sandra salió de la habitación y fui rápidamente a darme a bañarme. Sandra tenía razón, me siento mucho mejor después de limpiarme. Bajé a comer algo cuando mi teléfono sonó. "Buenas tardes. ¿Habla
Los Herederos Multimillonarios Ashley... Cinco meses después... Me desperté con el sonido de mi alarma. Dejé escapar un gemido, sabiendo que era hora de prepararme para ir a trabajar. Desearía poder quedarme aquí acostada todo el día, pero lamentablemente, necesito trabajar para mantenerme a mí y a mi hijo. Me levanté lentamente de la cama y me dirigí al baño. Enciendo la ducha y me meto mientras pienso en los últimos cinco meses. Conseguí un trabajo como mesera en una pequeña cafetería y, por suerte, los dueños son dos ancianos muy amables. Disfruto trabajando ahí, pero a veces desearía poder hacer otra cosa. No me malinterpreten, el salario es perfecto, pero mis pies me duelen al final del día, especialmente ahora que se hinchan mucho. Jason regresó un mes después de mi divorcio y se puso furioso cuando se enteró lo que Adrian había dicho sobre que habíamos tenido una aventura y el hecho que se había puesto del lado de Tonya en vez de del mío. Me ayudó a encontrar un apar
Los Herederos Multimillonarios Adrian... Me duele la cabeza por la falta de sueño y por trabajar demasiado. Supongo que es la única manera de mantenerme cuerdo después de lo que ella me hizo a mí y a nosotros. No quiero ir a casa temprano, ya que la mayoría de mis recuerdos ahí son con ella. Paso todo el tiempo que puedo aquí en la oficina o en el apartamento que conseguí para Tonya. ¡Aún no puedo creer que le haya hecho eso a su hermana! ¿Qué clase de persona enferma haría algo así con su propia sangre? Me enojé cuando Tonya y mi hermana vinieron a mí y me contaron lo que había sucedido. "¡Adrian, hombre!", escuché a mi mejor amigo, Harry. Levanto la cabeza y lo miro. "¿Qué haces aquí?", pregunté, un poco molesto. Pensé que estaba en un viaje de negocios por Europa. "Me lastimas, Ads", dice, poniendo una mano sobre su corazón. Le pongo los ojos en blanco y le pregunto: "¿Qué haces aquí?", pregunto, ignorando su comportamiento infantil. "Vaya, que bonita manera de salud