Willow

Dándole la espalda, vertí el agua hirviendo en nuestras tazas. ¿Cómo demonios he olvidado qué día es hoy? ¿No se suponía que lo tenía grabado en la cabeza? ¿De verdad ha pasado el tiempo tan rápido? Me parece que fue el mes pasado cuando todo mi mundo se vino abajo. No me fijé en lo que hacía y solo me di cuenta de que estaba echando el agua en la encimera. Sacudí la cabeza.

“No estás bien”. Adrián dijo, poniéndome una mano en el hombro y dándome la vuelta.

Lo miré y sentí que me derrumbaba mientras lo miraba fijamente. En unos segundos, me rodeó con sus brazos. No pude contenerme y me derrumbé entre sus brazos. “No, no estoy bien”. Susurré mientras dejaba que las lágrimas rodaran por mi cara. Soy una persona horrible. Adrián se quedó allí de pie, abrazándome fuerte contra él mientras yo lloraba. No sé cuánto tiempo estuvimos allí, pero lo único que sabía era que me sentía segura en sus brazos. Era como si me estuviera quitando el dolor que sentía dentro de mí sin darme cuent