Lana estaba sumamente furiosa con la simple presencia de su madre en su boda, no fue capaz de disfrutar la velada por su culpa, le molestaba los comentarios que lanzaba al aire, despreciaba a sus hermanos y no tenía ningún problema en demostrarlo abiertamente.— Una mujer encantadora — Laurent se acercó a la mesa de su hermana riendo ante su propio comentario—. Me dan ganas de llamarla mamá.— Hazlo, quisiera ver su reacción — Lana reía por igual, le había subido el ánimo—. Frederick fue a hablar con mi abuelo, hazme compañía.— Si, los vi marcharse— se sentó a su lado de inmediato— ¿Por qué tienes tan mala relación con ella?— Pues en sus propias palabras, soy simplemente y siempre he sido su seguro de vida, solo me tuvo porque necesitaba asegurar su futuro en el matrimonio con mi padre, él necesitaba un heredero, ella se lo dio, luego de que me dio a luz se marcho lejos de aquí, pero sin divorciarse — comenzó a contar—, se caso con mi padre por la posición que podía darl
No volvió a la recepción después de la charla con su madre, prefirió subir a su habitación acompañada de su esposo, tomo asiento y poso las manos sobre su vientre, se quedó pensando sobre el tipo de madre que ella seria, Frederick se sentó a su lado y tomo una de sus manos.— Vas a ser buena madre, mi amor — le aseguro.— Tengo miedo de ser como ella— observo a su esposo—. No quiero que nuestro hijo nos odie.— No será así, no eres como ella, tu jamás escaparías como ella lo hizo — la abrazó de forma protectora—, no tengas miedo.— Me alegra tanto tenerte a mi lado — confeso.Él beso a su mujer, no fue necesario volver abajo, se quedaron juntos en su habitación, debido al estado de ella no pudieron tener noche de bodas, tampoco fue necesario, para ellos bastaba estar juntos, no necesitaban más, Lana se sentía segura en los brazos de Frederick, era su lugar feliz y ya no tenía por qué ocultarlo.Durmieron hasta cerca de las diez de la mañana cuando ella se despertó debido a
La pareja solo se asomaba un poco dentro de la cripta donde se metieron para espiar a la madre de Lana, les pareció curioso que se acercaba a la capilla de la familia Bellic. — Tal vez vino a buscar a tu padre — susurro Frederick a su esposa. — Pero él no está enterrado aquí — respondió ella—, ven. Se acercaron lentamente para poder escuchar lo que ella hiciera ahí dentro, como el cementerio era un lugar con muy poco ruido, les sería fácil escuchar lo que pasara ahí dentro, así fue, ella se sentó sobre una de las lapidas para buscar entre los nombres el de su difunto esposo, no lo encontró, saco un cigarro y lo encendió ahí mismo. — Debí suponer que tu hija no iba a sepultarte aquí — dijo cuando solo vio una foto de Sergei Bellic en un altar —, seguramente estas muy orgulloso de ella, se convirtió en la fuerte mujer que siempre quisiste…me pregunto si sería así, si tu siguieras vivo — fumaba tranquilamente sin dejar de hablarle a la imagen—, si yo la hubiera criado no habr
Los invitados quedaron sumamente sorprendidos cuando terminaron de cruzar el laberinto, no podía creer que en serio existiera algo así como protección de una casa.— ¿Quién creo ese sistema de puentes? — pregunto Johannes— Los Bellic nos encargamos de la seguridad de muchas propiedades, este sistema fue creado por mi abuelo Ephel Bellic.— Pues es un sistema sorprendente, nos encantaría que se encargaran de aumentar la seguridad de varias de nuestras propiedades.— Podemos negociar — respondió Lana y una de las sirvientas llego para recoger las armas de todos— Por favor depositen en la bandeja sus armas.— ¿Cómo sabemos que no es una trampa?— Si así hubiera sido, los habría dejado morir en los puentes— respondió ella de forma seria, los hombres terminaron por dejar las armas en las bandejas—, revísenlos.— Si, señora— los empleados revisaron a todos los hombres quitándoles armas pequeñas como navajas.— Bien, es por aquí — al asegurar que ya no tenían ningún
La relación entre Frederick con su progenitor iba creciendo poco a poco, entre ambos tomaron varios trabajos, se crearon alianzas nuevas, Lana debía reposar pues su embarazo la imposibilitaba para ciertas actividades, ella era feliz estando en casa, se podía pasar las mañanas sentada cerca de la alberca comiendo frutas, su hermano Laurent solía pasar mas tiempo con ella en casa.— Mi amor, me voy al trabajo, nos vemos por la tarde, hoy llegare temprano — Frederick fue hasta el sofá donde su esposa descansaba—, no uses la panza como mesa — exclamo entre risas al ver como tenía una tacita ahí sostenida.— Es muy practica — confeso ella con algo de gracia—, no tardes, no me gusta estar sola.— Creo que hoy vendrá Hiro— se sentó un momento junto a ella— Tus hermanos están ocupados y no quiero que te quedes sola, así que le pedí que viniera.— Esta bien, no lo veo desde hace como un mes— respondió ella— ¿Cómo ha estado?— Pues esta trabajando en las montañas con Laurent, ya
La tormenta empeoraba, los fuertes truenos iluminaban el cielo oscuro, Lana se encontraba recostada en la cama, estaba muy preocupada, solo podía mirar por momentos a la ventana pequeña que había en el lugar, llevaba un par de horas sufriendo de las contracciones, su suegro la revisaba de manera constante y su temor se agravo cuando le anuncio que estaba dilatando más.— Estas en trabajo de parto, Lana — dijo el rubio—, es muy probable que tengas al bebé aquí.— No quiero tener a mi hija aquí — respondió atravesando una fuerte contracción—— No tenemos opción, amor, pero yo estoy aquí contigo — Frederick tomo su mano de inmediato—, todo va a salir bien.Al verse sin mas opciones, los hombres movieron a Lana a otra de las habitaciones donde pudiera estar más cómoda, tenían que preparar todo para el alumbramiento, conforme pasaban los minutos el dolor de Lana se iba volviendo cada vez mas insoportable, aunque ella trataba de no quejarse llego a un punto en que no pudo más y emi
Lana amaba ser madre, sus mellizos eran la razón de su felicidad, cuando llegaron a casa fueron inundados con obsequios provenientes de todas las familias de la mafia, celebraban que la líder de los Bellic otorgara dos herederos, ella fue muy específica al decir que ambos tomarían el poder cuando fuera el momento, no quería rivalidad entre sus hijos, así que sería todo en partes iguales. Los primeros meses de vida de los mellizos fueron de adaptación para los padres primerizos, Frederick ayudaba muchísimo a su esposa, ella todavía no quería volver al frente del negocio familiar así que eran sus hermanos y su esposo quienes mas se ocupaban de esos asuntos. — Lamento la tardanza, mi amor, fueron demasiados cargamentos los de hoy— Frederick se iba sacando el saco en el camino una vez llego a casa. — Me lo imaginaba, es la temporada en que mas exportaciones se hacen — respondió la castaña que estaba sentada en la alfombra con los niños. — ¿Cómo se portaron hoy? — el rubio se l
No había nada que pudiera pesarle más a Mikkel Bellic que el rechazo de una mujer, no podía entenderlo, era apuesto y bueno con las palabras, pero nada de eso podía sorprender a Julieta que seguía rechazándolo en cada oportunidad, ella se enfocaba en hacer un buen trabajo, quería dejar satisfecha a Lana pues le había sido muy específica en que quería una decoración perfecta con las flores, el día antes de la boda estaba terminando de poner las flores en el camino al altar, estaba usando unos lentes oscuros esa mañana, algo curioso porque el día estaba muy nublado y estaba bajo unas carpas previamente instaladas por si llegaba a llover.— Sorprende un poco que uses lentes oscuros, en una mañana tan nublada — Mikkel se acercó, pero ella no respondió de forma inmediata —, no oculta los moretones ¿Quién lo hizo? — pregunto serio.— Me caí — respondió ella sin mirarlo.— No soy tonto — el chico le quito los lentes para observar mejor los golpes de la chica — ¿Quién lo hizo? Pregun