Isaías se encontraba jalando una silla para Zoe cuando escuchó unos murmullos y en un giro rápido de cabeza vio a todos los alfas reunidos en torno a una mesa; algunos lo miraron con desprecio y otros simplemente lo ignoraron, en cambio, él inteligentemente y sin dejar que el instinto gobernara su razón se mantuvo en silencio y comenzó a escuchar la conversación manteniendo un gesto de diversión en su rostro.—No entiendo por qué la diosa eligió a esa niña tan simple como a su luna. Es que si yo hubiera sido él inmediatamente la habría rechazado, tener a una luna tan mediocre lo que produce es vergüenza, solo imaginen a esta cría frente a nuestras lunas elegidas —, expuso uno de los alfas con voz despectiva y con mucha envidia en su tonalidad.—Tienes razón. Además, Isaías siempre ha sido insoportable y ahora que tiene a su luna, será aún más soberbio —, agregó otro alfa sintiendo la misma sensación de injusticia que todos ahí.Isaías frunció el ceño al escuchar esas palabras, quería
—Su corazón estaba demasiado podrido —, concluyó Harold muy desilusionado con su padre a pesar de ver su cuerpo frío tendido frente a él. Entonces su madre al escucharlo se apartó de él y lo observó a los ojos.—¡Cómo puedes decir eso de tu propio padre! —, exclamó su progenitora, mirándolo con reproche. —Él era un excelente líder y un buen padre. Lo único que hizo mal fue ser confiado e ignorar el peligro para rescatarlos y pagó el precio, pero eso no significa que su muerte no sea una tragedia, ¡¡qué mal agradecido eres!!Harold la contempló sintiendo una mezcla de dolor y desilusión. —Madre, ya no necesitas mentir para hacerme sentir culpable, bien sabes que mi padre se expuso en busca de sus propios deseos y conoces cuál es el propósito de un cazador y él no estaba cumpliendo con ello.» Pues él ignoró el motivo de nuestra existencia y se enfocó en buscar poder. Debemos aceptar lo que somos y nuestros límites también.Su madre lo estudió durante unos momentos, antes de asentir c
Zoe no quiso cenar, aunque ansiaba pasar tiempo con sus padres, después de no verlo por tanto tiempo necesitaba de ellos. Sin embargo, prefirió quedarse en su aposento, puesto que con el malhumor que se carga, analizó que lo mejor era no arruinar el apetito de todos. De repente, hubo un golpe suave en la puerta y, antes de que pudiera responder, Isaías entró en la habitación con una bandeja llena de comida y se levantó de inmediato, molesta por su presencia.Isaías le sonrió y le tendió la bandeja. —He traído tu cena —, le habló él con una sonrisa.Con un movimiento brusco Zoe rechazó la bandeja y se dirigió hacia la ventana, Isaías divertido la siguió y la abrazó por la espalda mientras que ella rehuía de sus caricias, pero él le dejaba besos en el cuello.—Te quiero, mi luna terca.Ella se giró de forma tosca y le aseveró furiosa: —No quiero que me quieras de esa forma.—Te querré de todas las maneras que desee, pero ya no estés enfadada —, le solicitó mostrando una sonrisa.Zoe
3 AM.La madrugada estaba fría y en su punto más oscuro, pero Alezna y Stuart no sentían el frío, pues habían bailado mucho en la fiesta, aunque alejado de todos, lo hicieron.Para Stuart no era incómodo que los demás trataran de ignorarlo porque luego de su castigo en la manada lo trataban con tanta indiferencia que se estaba acostumbrando. Tomados de la mano, caminaban juntos a través de una extensión del bosque, y la naturaleza parecía ser testigo de su unión.Ambos emocionados se dirigían hacia la casa de Stuart, donde Alezna había estado viviendo durante los últimos dos días.Al entrar en la casa, una chica que estaba sentada en uno de los sofás se levantó de un salto y corrió hacia Stuart, lanzándose sobre él.Stuart la abrazó instintivamente y a la vez sonriendo con mucha felicidad, lo que provocó que Alezna se sintiera celosa y comentó con tosquedad:—Yo pensaba que los lobos eran fieles, pero bien lo decía mi padre, que solo son promiscuos; seres lujuriosos que no conocen el
Esa mañana, Isaías estaba furioso, tanto que no quiso desayunar; sin embargo, en lugar de encerrarse en su despacho como lo suele hacer, decidió sentarse en el salón de té y convertirlo en su oficina personal. Mientras él trabajaba, Alice e Isadora se reían a carcajadas, burlándose porque Zoe tiene a la bestia bajo control.En cambio, Zulema y Daren, preocupados por su situación, se acercaron a Isaías. —Isaías, ya que todo el peligro ha pasado y Zoe está a salvo, necesito volver a mi vida y atender mi negocio, pero me gustaría poder visitar a nuestra hija de vez en cuando, si me lo permites— solicitaba Zulema, quien decidió tomar la palabra para empezar.Daren asintió de acuerdo con lo que había dicho su esposa y agregó:—Si yerno, no estamos acostumbrados a esta vida y ahora que sabemos que nuestra hija está bien cuidada y protegida contigo necesitamos volver a nuestro mundo.Isaías los miró y comprendió que les había quitado su libertad sin darse cuenta.—No tengo problema con que
Isaías, aunque frustrado se dio por vencido, y respiró profundo: —Voy a intentar asimilarlo, mi luna. Haré un esfuerzo para que resuelvas este asunto por cuenta propia.» Llevemos a cabo el ritual, esta noche serás mucho más fuerte, incluso después que nazca nuestro bebé podrás tener tu primera transformación como loba y si para ese momento no eres capaz de aislar a Armand de tu mente renunciarás a seguir siendo su ama. Lo enfrentaré nuevamente y haré lo que debí de hacer antes de pedir su lealtad.Zoe asintió dispuesta, aunque llena de confusiones con eso de que podrá convertirse en loba.Isaías se acercó lentamente y comenzó a besarla con suavidad, explorando cada rincón de su boca mientras ella respondía con pasión, sintiendo cómo su cuerpo se derretía bajo sus caricias, puesto que él le acariciaba el cuerpo con suavidad mientras que sus labios seguían besándola.—Te voy a foll@r aquí mismo— sentenció extasiado por la turbulenta excitación que le indicaba acoplarse a ella.—¿Qué e
—Señor, ¿qué tal si buscamos a Isaías y lo encerramos? Así, la chica no correría el riesgo de morir por depresión — expuso el beta real con voz trémula y a Jared su opinión le desagradó, por lo que frunció el ceño con mirada profunda, se levantó incómodo y dejó claro: —¿Y supones que eso me mortifica? Bien me interesa esa chica, pero si muere, son problemas suyos porque no mantendré a ese parásito vivo para que pueda levantarse en rebelión. No correré el riesgo. El beta salió del despacho sin más, refunfuñando para sus adentros.Inmediatamente, se vio solo, Jared llamó a Fresia, una de las mujeres loba que le servían para su satisfacción sexual; ella entró balanceando sus caderas de manera sensual, y él sonrió al verla.—Sírveme vino y ven a mi regazo— le ordenó con voz profunda.— Necesito que me premies por mi buena conquista de este territorio— demandó tan presumido como de costumbre.Ella asintió, sonriente.—Tienes razón, mi alfa supremo. Es usted el mejor. Ahora podremos corre
Jared, había logrado que Zoe fuera llevada por dos mujeres lobas a un espacio abierto donde antes entrenaban los guerreros que ahora son prisioneros. Zoe, con los ojos sumamente rojos, observaba atentamente mientras Jared le preguntaba: —Querida luna, ¿a cuál de estos lobos debo matar para contar con tu obediencia?Con tristeza profunda en su corazón, Zoe veía a todos los integrantes de la manada arrodillados, encadenados y amordazados frente a Jared, quien pasaba una espada filosa por sus cuellos mientras caminaba entre ellos.—Tal vez este deba morir—. Jared pasó un poco el filo por la piel del hombre que estaba frente a él, y Zoe se horrorizó al verlo. Después Jared se acercó a Zulema y Zoe dejó de respirar, estaba a punto de entrar en shock, pero para su suerte él le restó importancia y pasó hasta quedar frente a otro lobo, al que ni siquiera preguntó antes de matarlo. Zoe no soportó ver algo tan atroz y chilló horrorizada, doblando el cuerpo sin poder respirar. Como luna de es