Luego de prometerle a Zack que lo ayudaría a disipar sus dudas sobre lo de Cassandra, hablaron durante un buen rato, pese a que el chico estaba de turno. Alessandra no podía estar más feliz, habían afianzado lazos y cada vez eran más cercanos
— ¿Y cómo va todo con tu guapo socio? Llevo días esperando a que me llames para contarme todos los detalles, ingrata—
— Estás de vacaciones Alessa, y yo he tenido trabajo de sobra. Creí que todos esos detalles podían esperar a que nos volviéramos a ver, o al menos, pudiéramos conversar con algo más de calma—
Resopló, porque tenía razón, pero le gustaba hacerse la loca
— Imagino que este viaje ha sido mucho más ameno para ti que los demás, ahora que Jace está contigo— canturreó juguetona — Dime que al menos ya se dieron un besito—
— Vaya, regresé a la adolescencia y tengo 15 años de nuevo— se carcajeó — Y sí, ya nos dimos un besito y otro par de cosas—
Marisa casi quedó sorda con ese tremendo grito
Se despertó antes que él y se dedicó a mirarlo. Verlo tan tranquilo le daba una paz inexplicable... ¿Quién diría que después de tanto tiempo de estar completamente desinteresada en ese aspecto de su vida comenzaría a sentir algo precisamente por él? Siempre estuvo en contra de involucrarse con alguien de su trabajo, aunque fuera de manera indirecta... Las vueltas que da la vida— ¿Qué estás haciendo?— abrió solo un ojo sorpresivamente— Te miro dormir—— Ya ¿Y puedo preguntar por qué? No suena como una actividad muy entretenida la verdad—Marisa se encogió de hombros— Me tranquiliza—— Que romántica eres en las mañanas—— Puedo ser romántica si me lo propongo— frunció el ceño, medio indignada— Ya veo que
Molestaron un tanto, hablaron otro tanto y se besaron todavía más — Tú encárgate de llamar a los japoneses para ponerlos al tanto y envíales el link para que nos conectemos. Yo te esperaré en la bañera— le guiñó traviesa — Pero mira nada más. Hace unos minutos decías que no podíamos romper las normas y ahora me haces propuestas indecentes— — Es que tú eres una pésima influencia— Se paró perezosamente, contoneándose un tanto muy a propósito y, aunque Jace intentó resistirse con todas sus fuerzas... Al final decidió no contener el impulso, le dejó ir una nalgada y Marisa gimió suavemente — ¿Te prenden las nalgadas?— — ¿Sería muy pervertido de mi parte decir que sí?— — A mí me encanta que seas pervertida— — Pues entonces sí, la verdad es que me encantan— — Gracias por el dato— le dio otra y ella se inclinó, lo besó sin profundizar demasiado y caminó grácilmente hasta llegar al cuarto de baño A sus socios no
Los últimos días fueron tan maravillosos como fugaces, ya era hora de volver a casa... Que extraño sería para ambos volver a pasar las noches separados luego de compartir la cama por una semana— Que duro será ser condenado a tenerte lejos de nuevo—Marisa sonrió, pero no dijo nada, aunque se sintiera igual— Apuesto a que no te percatarás ni sentirás mi ausencia—— ¿Qué te hace pensar eso Mar?—— Para empezar, sabes que ambos estaremos demasiado ocupados apenas pongamos un pie en la ciudad—Y vaya que tenía razón. Jace suspiró— Quisiera poder quedarme aquí contigo por siempre— le acarició la mejilla— Tenemos responsabilidades que no podemos seguir eludiendo. Nuestro día de ser inconscientes terminó— le dio un pequeño beso mientras
— Lamento todo eso, de verdad, sé que tengo una familia de locos—Alessandra y su familia habían llegado de su viaje aquella mañana. Marisa le había pedido encarecidamente que recogiera unos papeles y los llevara a la oficina, a la chica no le quedó más remedio que ir con toda su familia al edificio. La cara de todos fue un poema cuando Zack les abrió la puerta luego de insistir en que querían acompañarla para conocer la residencia Carrington, peor aún cuando el chico dijo en voz alta su nombre mientras se presentaba— Son muy simpáticos, ya sé por qué eres como eres—— ¿Tan loca crees que soy?— ambos se carcajearon. Zack le sirvió el almuerzo — Oh, gracias... No extrañé para nada el tráfico de la ciudad... Me moría de hambre y casi no logro llegar a la oficina—— Pues yo
Gabriela quiso pasar el resto de la tarde con Alessandra, no dejaba de mencionar lo mucho que la había extrañado. Zack y ella llevaron a los tres niños a comer helado y jugar en el parque un rato, terminaron exhaustos y más ansiosos que nunca por volver a casa, pues su programa favorito había empezado y no querían perdérselo — Hicimos un trato, llegamos a casa y ven un episodio, después se ponen a hacer las tareas y directo a la cama traviesas— — Pero manito... Hoy van a pasar dos episodios nuevos— protestó su hermana — Pues entonces lo grabamos y podrán verlo mañana al llegar de la escuela— — ¿Tendremos que esperar tanto?— se quejó Jordan — Son las reglas pequeñín— Los tres refunfuñaron en el asiento de atrás y Alessa y él se carcajearon. Dirigiéndose el uno al otro alguna miradita secreta — Tu mamá y Jace llegarán pasado mañana Gabi, ¿Quieres acompañarme a recogerlos en el aeropuerto?— La mencionada, para sorpresa de
— ¿Me estás diciendo la verdad?—— ¿Qué necesidad tendría de mentirte Alessa?—— No lo sé, dímelo tú, porque no termina de convencerme tu versión de los hechos—Raúl se encogió de hombros, haciendo su mejor esfuerzo por no delatarse— Solo te estoy contando lo que vi—Alessandra chasqueó la lengua— Mira, si las cosas no pasaron de esa forma... Te doy mi palabra de que Cassie no tendrá problemas. Zack está preocupado—— ¿Qué es lo que lo inquieta? Entiendo su preocupación, pero creo que todos sabemos que en en trabajo o en cualquier parte, nadie está rezado como para no tener un accidente—— Zack no cree que haya sido un accidente— se sinceró observando su reacción, pero él no pareció muy afect
Se emocionó más de lo que estaba dispuesto a admitir cuando Alessandra lo llamó para decirle que necesitaba que llevara a los Frier a sus respectivas escuelas, especialmente por cierta señorita que hacía parte de esa familiaYa habían dejado a los más pequeños, ahora solo quedaban los dos— Oye Raúl... ¿Le dijiste a alguien la verdad sobre lo que pasó el otro día?— estaba más allá de nerviosa, se tronaba las manos con insistenciaLo puso nervioso incluso a él— No, te prometí que no lo haría y no lo hice... ¿Por qué preguntas?—— Porque Alessandra me dijo de una forma muy sutil que no se creía el cuento de que hubiera sido un accidente de trabajo y Zack ha estado insistiendo mucho en que le diga la verdad. Creo que piensa que hay más probabilidades de que me confiese con ell
Esperó alrededor de cuarenta minutos a que Alessandra al fin llegara, tiempo que imaginó sería suficiente como para que las clases de Cassandra ya hubieran dado inicio — Esta ciudad cada día está más caótica— comentó la chica subiéndose en el lado del copiloto. Estaba emparamada y seguramente con mucho frío — ¿Café?— ofreció — También hay panecillos por si tienes hambre— Ella recibió ambas cosas con una sonrisa — A veces se me olvida que eres el hombre más práctico que conozco— le dio un mordisco gustosa y se permitió poner las manos rodeando el vaso de icopor para ir entrando en calor — Entonces... ¿A qué se debe exactamente que me hayas pedido que viniera?— — También me percaté de que estaba muy rara esta mañana... Y creo que es aquí donde podremos encontrar el motivo— — ¿Qué pasó con eso de no romper tu promesa?— — Dos cosas. La primera, me importa mucho más su bienestar que el hecho de que se vaya a enojar conmigo... La seg