[CHIARA]
Una semana después: 17 de noviembre
Llevo una semana ya con Dylan prácticamente siguiéndome a todas partes, y mi viaje a Roma para presenciar la presentación de apertura del nuevo hotel no ha sido la excepción. Ha sido una semana muy difícil, la policía ha ido a investigar cada detalle de la escena del supuesto robo, yo he intentado adelantar la mayor cantidad de trabajo posible, y antes de que Aiser se marchase, él me ha hecho entrar en contacto con los proveedores que necesitaba.
—Dylan, no es necesario que me sigas a todas partes. — Me quejo cuando salgo del aeropuerto y lo veo caminando a dos pasos de mí.
—Es necesario, además sigo las órdenes del señor Draghi.— Vuelve a decir como tantas otras veces que me lo ha dicho ya.
—De acuerdo, entonces lleva las maletas tú as&iac
La inauguración del hotel ha marchado de maravilla, los comentarios de los expertos y la aceptación del publico ha sido increíble, y yo lo único en que puedo pensar es que ella y mi hija están aquí conmigo en Roma. Pasado mañana parto rumbo a México para luego ir a Colombia, Chile, Argentina, y luego Portugal... Será casi un mes sin verlas y de solo imaginármelo ya siento ganas de cancelar absolutamente todo.Quito los almohadones de la cama, los apilo a un costado y luego me desvisto hasta quedarme solo con mi bóxer puesto y me meto en la cama. Estoy resistiendo la tentación de levantarme de aquí e ir por ella al salón donde hemos improvisado la cama para Aysel. Definitivamente esta casa es demasiado pequeña para los tres, quizás deba pensar en la idea de venderla y comprar una más grande para cuando tengamos que pasar tiempo en Roma, después de
[CHIARA]2 días después: 19 de noviembreNo sé cómo fingir que todo está bien. Sus labios me besan en lo que es nuestro beso de despedida y yo intento que las lágrimas queden detenidas en mis ojos. No creí que me afectaría tanto su partida, no me reconozco, yo no soy así.Nuestros labios se separan y esa mirada café se clava en la mía. — ¿De verdad te encuentras bien amor? — Me pregunta preocupado y yo solo asiento.<
[CHIARA]30 de noviembreQue largos se me hacen los días sin él. Tomo un respiro de mi bosquejo y observo como mi niña juega con el hijo de Dylan. David con sus cortos cuatro años es todo un pequeño caballero, se asegura de que mi pequeña se baje del sofá sin lastimarse y corretean por todo el taller mientras que Dylan intenta no reírse de la situación.Inevitablemente soy yo quien ríe cuando David la toma de la mano y luego se sientan en el suelo. —Si Massimiliano viera esto se muere. — Le comento a Dylan y ahora es él quien ríe nervioso.
[CHIARA]Miro la hora en mi móvil e intentó calcular el cambio horario con Chile. Massimiliano debe estar profundamente dormido o pegado a la televisión con alguna serie, pero me ha pedido que le llamase cuando estuviese sola en nuestra cama y es donde me encuentro ahora. Voy hacia la puerta de nuestra habitación y cierro con llave por si acaso Aysel se despierta e intenta venir aquí y bueno, también por si Dylan se decide entrar a la pasa por cualquier cosa.Vuelvo a acostarme en la cama y marco el número de mi guapísimo novio por WhatsApp, pero al responder él termina la llamada «¿Por qué rayos ha hecho esto? No me gusta...» De pronto, es él quien me llama ahora, pero es una video llamada. Sonrió al ver la pantalla y contesto de inmediato.—Podrías haberme dicho que querías que te llamara por video. — Le reclamo sin decir
[MASSIMILIANO]Días después: 12 de diciembreQue largos se me han hecho los días lejos de ella y de mi hija. La tecnología si nos ha ayudado, pero ya no me es suficiente. Necesito abrazar a mi hija, necesito decirle lo mucho que la amo y lo que le he echado de menos. A Chiara necesito besarla, decirle que la amo... No podía simplemente quedarme en Roma hasta mi próximo compromiso.—Massimiliano, ¿Qué cómo ha estado el viaje?— Me pregunta Salva y regreso a la realidad.—Lo siento, estaba distraído.&mda
No sé qué rayos se trae Massimiliano entre manos, pero que me esté haciendo esperar en el pasillo afuera de nuestra casa no me parece nada divertido. Golpeo mi pie una y otra vez contra el suelo y sí, soy impaciente —¡Massimiliano, anda ya por favor. ¡Déjame entrar! — Exclamo mientras golpeo la puerta una vez más. —¡Solo un minuto más cariño!— Lo escucho decirme y solo puedo seguir esperando. No sé cuantos minutos más han transcurrido, pero finalmente él abre la puerta y al verlo me quedo sin palabras. Esmoquin, una tela negra en su mano, y una sonrisa como si me estuviese perdiendo de algo importante. —Necesito cubr
[MASSIMILIANO] Al día siguiente: 13 de diciembre Cuando pensaba en la sorpresa que quería darle ayer intenté con todas mis fuerzas en no pensar en un anillo de casamiento ni en una propuesta digna de ella como lo hice la primera vez. Realmente creí que no estaba preparada para algo así, pero ha sido ella quien me tomo por sorpresa y anoche me ha propuesto lo que he querido proponerle desde que estamos juntos nuevamente. La veo durmiendo a mi lado boca abajo y amo la manera en la que su cabello desordenado cae por su espalda desnuda. No puedo dejar de pensar en que realmente soy un hombre con mucha suerte. Cuando el m
[CHIARA]Observo sentada en la arena de esta solitaria playa como el hombre de mi vida juega junto a nuestra hija. Corren por la playa y él se deja atrapar por ella quien ríe al haber hecho que su padre cayera sobre la arena de manera exagerada. Sonrió ante tan preciosa imagen y puedo imaginarme nuestra boda en un sitio así. Quiero casarme con él en la playa, pero a la vez quiero que sea en un sitio totalmente alejado.Los veo corriendo hacia mí. —¡Vayamos por mami!— Exclama él como si tuviese la misma edad de Aysel y antes de que pueda reaccionar, ambos están sobre mi aplastándome a pura risa y haciendo que caiga de espaldas sobre la arena.—¡Amor!— Me quejo entre risas, pero es tarde... ambos comienzan a hacerme cosquillas y yo siento que no puedo más. —¡Massimiliano, por favor!— Le suplico y al parecer mi ruego ha sido efectivo.