AbigailDecir que la llamada de Zennet no me sorprendió sería mentir, se escuchaba exaltada y bastante preocupada, no sé qué sucede, pero pude sentir su necesidad de ayuda hasta en su tono. Conduzco lo más rápido que me es posible para acudir a su llamado, estaciono bastante mal, pero en este instante es lo que menos me preocupa y bajo del auto, busco el número de la casa y termino frente a un edificio antiguo pero muy bonito, toco el timbre y espero a que alguien conteste.—¿Sí? —dice una voz que no reconozco.—Soy Abigail…—Si claro, ahora te abro, por favor sube rápido, esto se está saliendo de control —me dice una voz que me interrumpe y en habla casi en un susurro.—Okey —respondo algo confundida, la puerta se abre.Subo las escaleras hasta el tercer piso, en el solo hay tres puertas una de ellas está abierta y escucho una voz que reconozco al momento, Zennet habla desesperada, gritando y llorando, corro y me adentro en apartamento porque es normal que este preocupada y no tengo i
AbigailMi alarma suena sin parar y a pesar de que me cuesta mucho trabajo logro estirar un brazo hasta apagarla. Dejo escapar un suspiro y volteo para quedar acostada sobre mi espalda son las seis de la mañana y en cuatro horas sale mi vuelo, pero debo llegar antes al aeropuerto.Me volteo y observo a mi sexy novio mientras duerme, su rostro se ve relajado y lo noto más apuesto de lo que ya es, no quiero despertarlo anoche estuvimos despiertos hasta muy tarde aprovechando al máximo nuestro tiempo juntos, por varios días solo nos veremos a través de Skype. Sé que lo extrañaré muchísimo ya me he acostumbrado a verlo todos los días, pero me consuelo diciéndome que alejándonos nos extrañaremos y nuestro próximo encuentro será candente y apasionado. Aún me pregunto cómo es que llegué a estar aquí cuando vivía en un mundo lleno de restricciones y miedos, es increíble lo rápido que me he ido liberando de las ataduras que impuse a mí misma.Estiro cada parte de mi cuerpo y siento como algunos
No es la primera vez que me monto en un avión, pero no por eso dejo de encontrarlo atemorizante. Odio las alturas, por lo que agradezco que mi viaje haya sido de hecho más agradable gracias al entretenimiento constante que tuve con Tania.Pasamos la mayor parte del tiempo charlando, escuché atentamente mientras me contaba sus problemas con Pablo, al parecer las cosas entre ellos no están bien, cosa que ya había notado, pero me reservo el comentario, ella asegura que lo arreglarán y realmente espero que tenga razón.Me dedico a escuchar y me ahorro los comentarios que sé que la lastimaran, pues no soy una fiel defensora de los hombres, he sufrido bastante a causa de muchos y no específicamente de manera sentimental, aunque con Kenneth aprendí que esa frase de “no todos son iguales” es realmente cierta.Kenneth es la excepción, pero aún sigo despreciando al resto, solo a él le he permitido poco a poco entrar en mi vida y gracias a eso he enfrentado algunos miedos que en el pasado no me a
Cuando vi a Kenneth frente a mí, no podía creerlo, jamás me pasó por la cabeza que su cliente antiguo del que tanto me habló, pero nunca dijo el nombre era precisamente Emilia Pardo, esta es la mejor sorpresa que podía darme, mi corazón y mi cuerpo lo añoraban tanto que desde que lo vi me ha sido difícil despegarme de él. Luego de que se me pasó el efecto de la sorpresa tuvimos una deliciosa cena y de ahí fuimos directo a mi habitación para trasladar mis cosas a la suya. Descubrí que Tania fue su cómplice y le informó no solo de mi horario sino de todo lo que había hecho desde que llegamos —muy chismosa mi amiga— pero el punto es que tuvimos un reencuentro maravilloso, lleno de pasión bajo las sábanas y acurrucados disfrutando de un maratón de películas, para mí suerte ya había terminado el trabajo por lo que simplemente me relajé junto al hombre del que sin duda estoy muy enamorada. ⊱✿⊰ Al día siguiente llegó la tan ansiada reunión donde conocería a la famosa escritora que tanto ad
Kenneth Regresar a Madrid no es algo que realmente disfrute pero luego de escuchar la voz de mis hermanas por teléfono me di cuenta que realmente algo grave debía suceder, además Zoe es una chica fiestera y alocada pero cuando necesita algo de verdad usa un tono de voz casi de súplica y desesperación en cambio Zennet es la dulce chica todo el tiempo pero jamás acude a mí para resolver sus problemas, por ese lado es testaruda, así que, como realmente conozco a mis niñas sé que algo grave ocurre. Tuve suerte y el vuelo no se retrasó, luego de todo el proceso dentro del aeropuerto, voy a la parte de afuera y veo el auto de Martín aparcado, voy en su dirección y al verme me abre los brazos para saludarnos como los hermanos que somos. De camino a casa me actualiza un poco sobre su vida —¿Cómo te vas tan lejos sin mí? Esa chica me está robando mis derechos sobre ti —Ambos reímos, guardo mi maleta en la parte de atrás del auto y nos dirigimos a mi apartamento porque necesito un baño para
Me estaciono en el edificio de mis hermanas y como sé que me esperan utilizo las llaves que me dieron para casos de emergencias solo les aviso que voy a subir por pura formalidad. Al llegar al piso donde se encuentra el apartamento Zennet me espera en la puerta y al encontrarla frente a mí me da un fuerte abrazo como si lleváramos años sin vernos. Le respondo del mismo modo, porque también la extrañé y soy un hombre tan ocupado por mi trabajo que pocas veces puedo venir a visitarlas. —Me alegro que estés aquí —me dice con una sonrisa en los labios —Pasa, Zoe fue a la tienda a buscar zumo, porque se nos acabó y sabes que ella no puede vivir sin eso. No me digas que aún está haciendo una de esas tantas dietas raras, ella asiente con la cabeza y mi reacción es poner los ojos en blanco. Zoe tiene la falsa creencia de que solo puede tener unas pocas comidas al día y si le da hambre la elimina a base de zumo según ella es mejor eso que tomar agua, y pues en un día puede beberse hasta dos c
Desconocidos Las personas en el aeropuerto están tan concentradas en sus asuntos que pocos son capaces de notar las cosas raras que suelen ocurrir a su alrededor. Llevo veinte minutos sentado y he sido testigo de intercambio de sustancias ilegales y documentación para viajar, este aeropuerto es uno de los más seguros del país por lo que tengo la certeza que algún guardia se dará cuenta pronto, al menos lo que he alcanzado a ver ni siquiera se molestan en hacer su trabajo bien. Normalmente las personas no notan estas cosas, pero mi mente esta tan torcida como la los que cometen esos crímenes. En las grandes pantallas puedo observar que el avión que me interesa hace rato aterrizó, por lo que en cualquier momento la persona que tanto anhelo ver cruzará esas puertas. —¿Estás seguro que este era el vuelo correcto? —digo con voz gélida, tanta espera me pone de mal humor y me hace ver a mis trabajadores como unos verdaderos ineptos. —Lo estoy, saldrá en cualquier momento, mis hombres se a
Estoy ansiosa, miró el reloj en mi mano sin parar, tengo ganas de salir corriendo de la oficina y buscar a mi familia que en cualquier momento van a llegar como habían prometido. Tantas cosas han cambiado en mí, en mi vida, tanto que contar, más el anhelo de verlos al fin luego de tanto tiempo, he aguantado las ganas que tengo de gritarle en la cara a Matilda pero no, eso no sería nada prudente o bueno para mi cerrera, es poco profesional, a pesar de todas las cosas sigue siendo mi jefa, odiosa y detestable pero mi jefa al fin y al cabo. Mi regreso como esperaba no fue nada fácil, de algún modo Matilda siempre encuentra la forma de torturarme, estoy bastante segura que lo disfruta, Kenneth me dijo que no me molestaría más en cuanto a él, pero sabía que ella encontraría un nuevo modo de perturbarme. Desde ayer no he visto ni hablado con mi mejor amiga, tampoco he visto a Tania desde que llegamos del viaje, al que si vi más sonriente de lo normal fue a Pablo, no sé porque pero él me pa