Kenneth Regresar a Madrid no es algo que realmente disfrute pero luego de escuchar la voz de mis hermanas por teléfono me di cuenta que realmente algo grave debía suceder, además Zoe es una chica fiestera y alocada pero cuando necesita algo de verdad usa un tono de voz casi de súplica y desesperación en cambio Zennet es la dulce chica todo el tiempo pero jamás acude a mí para resolver sus problemas, por ese lado es testaruda, así que, como realmente conozco a mis niñas sé que algo grave ocurre. Tuve suerte y el vuelo no se retrasó, luego de todo el proceso dentro del aeropuerto, voy a la parte de afuera y veo el auto de Martín aparcado, voy en su dirección y al verme me abre los brazos para saludarnos como los hermanos que somos. De camino a casa me actualiza un poco sobre su vida —¿Cómo te vas tan lejos sin mí? Esa chica me está robando mis derechos sobre ti —Ambos reímos, guardo mi maleta en la parte de atrás del auto y nos dirigimos a mi apartamento porque necesito un baño para
Me estaciono en el edificio de mis hermanas y como sé que me esperan utilizo las llaves que me dieron para casos de emergencias solo les aviso que voy a subir por pura formalidad. Al llegar al piso donde se encuentra el apartamento Zennet me espera en la puerta y al encontrarla frente a mí me da un fuerte abrazo como si lleváramos años sin vernos. Le respondo del mismo modo, porque también la extrañé y soy un hombre tan ocupado por mi trabajo que pocas veces puedo venir a visitarlas. —Me alegro que estés aquí —me dice con una sonrisa en los labios —Pasa, Zoe fue a la tienda a buscar zumo, porque se nos acabó y sabes que ella no puede vivir sin eso. No me digas que aún está haciendo una de esas tantas dietas raras, ella asiente con la cabeza y mi reacción es poner los ojos en blanco. Zoe tiene la falsa creencia de que solo puede tener unas pocas comidas al día y si le da hambre la elimina a base de zumo según ella es mejor eso que tomar agua, y pues en un día puede beberse hasta dos c
Desconocidos Las personas en el aeropuerto están tan concentradas en sus asuntos que pocos son capaces de notar las cosas raras que suelen ocurrir a su alrededor. Llevo veinte minutos sentado y he sido testigo de intercambio de sustancias ilegales y documentación para viajar, este aeropuerto es uno de los más seguros del país por lo que tengo la certeza que algún guardia se dará cuenta pronto, al menos lo que he alcanzado a ver ni siquiera se molestan en hacer su trabajo bien. Normalmente las personas no notan estas cosas, pero mi mente esta tan torcida como la los que cometen esos crímenes. En las grandes pantallas puedo observar que el avión que me interesa hace rato aterrizó, por lo que en cualquier momento la persona que tanto anhelo ver cruzará esas puertas. —¿Estás seguro que este era el vuelo correcto? —digo con voz gélida, tanta espera me pone de mal humor y me hace ver a mis trabajadores como unos verdaderos ineptos. —Lo estoy, saldrá en cualquier momento, mis hombres se a
Estoy ansiosa, miró el reloj en mi mano sin parar, tengo ganas de salir corriendo de la oficina y buscar a mi familia que en cualquier momento van a llegar como habían prometido. Tantas cosas han cambiado en mí, en mi vida, tanto que contar, más el anhelo de verlos al fin luego de tanto tiempo, he aguantado las ganas que tengo de gritarle en la cara a Matilda pero no, eso no sería nada prudente o bueno para mi cerrera, es poco profesional, a pesar de todas las cosas sigue siendo mi jefa, odiosa y detestable pero mi jefa al fin y al cabo. Mi regreso como esperaba no fue nada fácil, de algún modo Matilda siempre encuentra la forma de torturarme, estoy bastante segura que lo disfruta, Kenneth me dijo que no me molestaría más en cuanto a él, pero sabía que ella encontraría un nuevo modo de perturbarme. Desde ayer no he visto ni hablado con mi mejor amiga, tampoco he visto a Tania desde que llegamos del viaje, al que si vi más sonriente de lo normal fue a Pablo, no sé porque pero él me pa
Desearía tener el poder para detener el tiempo por un instante, esto se debe a que tengo sentimientos encontrados, por un lado deseo entrar a casa y abrazar a mi familia en vez de quedarme afuera como he hecho por veinte minutos por el motivo, o mejor dicho la persona que me tiene así, Kenneth, se fue dejándome a solas, sigue molesto porque le mentí, pero estoy segura que en mi lugar hubiera hecho lo mismo. No quiero que se note que estuve llorando o estoy triste por eso he tardado un tiempo, necesito recuperarme y sentirme bien antes de entrar. Entiendo su punto de hermano mayor y sobreprotector, como no hacerlo si tengo a Carla y si le ocurriera algo parecido probablemente yo no fuera tan pasiva como lo fue el. Tomé una decisión de la que no me arrepiento porque considero que no soy quien para juzgar o contar la vida de otros, guardé silencio porque ni siquiera tenía en mi poder la historia completa de lo que ocurrió. Quizás mi mayor error fue responder su llamada, porque fingí que
Despertar en la mañana por el peso de mi hermana y los gritos de mi madre llamando para desayunar no es precisamente lo que más extrañaba de ellas, pero ver sus rostros sonrientes sí, por lo que los moretones que dejó Carla sobre mi cuerpo valieron la pena. Mis comidas suelen ser básicas, sencillas y solo los fines de semana me consiento, pero con la presencia de mi madre aquí tengo claro que mi dieta estará de vacaciones por una semana, sin embargo no tengo queja alguna porque realmente amo su comida y no perdería la oportunidad de disfrutarla por una estúpida dieta, la vida es una sola y hay que vivirla y disfrutarla.Me levanto de la cama y tomo mi celular, ninguna llamada o mensaje de Kenneth, decidí darle su espacio aunque me estoy muriendo por ello, necesito verle y poder aclarar las cosas sobre nosotros, espero que el no decida dejar atrás todo lo que hemos vivido solo por nuestra primera pelea, se supone que nos debería hacer más fuertes y unirnos, pero cada minuto sin aclara
KennethDos días antesUn toque en la puerta me sobresalta por estar tan concentrado en mi trabajo. Miro hacia a ella y veo parado en la puerta a un hombre que sin duda no conozco. —¿Puedo ayudarlo en algo? —pregunto arqueando una ceja —De hecho sí, señor Kenneth, necesito hablar con usted—Ahora mismo estoy un poco ocupado señor... —lo observo esperando que me diga su nombre, pero no lo hace, solo me mira de un modo extraño, entra a mi oficina y cierra la puerta, sin previa invitación se sienta en una de las sillas que tengo en frente—Mi nombre es Thiago —me dice y por el acento reconozco que es colombiano—Ya que no tiene cita previa podría darse prisa y decirme que es lo que quiere señor Thiago —le digo un poco molesto.—Muy bien, así lo quiere iré directo al grano, usted es la actual pareja de la señorita Abigail Peralta —Me parece que mi vida personal, no es de su incumbencia —le respondo haciendo puños con mis manos para controlar la molestia—Cierto, su vida me da exactam
AbigailLuego de dar mil vueltas por prácticamente toda la ciudad miro atrás y no veo rastro de la camioneta que nos perseguía, no voy a mentir diciendo que no tengo miedo porque sí, me encuentro aterrada por no saber quién está interesado en mi vida como para mantenerme vigilada. Lo peor es que no tengo uno, sino dos sospechosos y no sabría decir cuál es peor. —Creo que ya no nos están siguiendo —le digo a Alexa que se encuentra manejando—Dios, que susto he pasado, tenemos que ir a la policía Abigail—Lo sé, lo sé. Vamos ahora mismo —Vale, pero toma mi teléfono y llama a Martin, lo llamé para decirle que iba a su casa, no le dije que era contigo porque si no inventaría una excusa para no traicionar a su amigo—Te dicho que eres la mejor—No hace falta, ya lo sé —responde que una sonrisa en los labios pero su mirada esta fija en los espejos por si el camioneta vuelve aparecerTomo su móvil, lo desbloqueo porque conozco su contraseña, como ella la mía y busco en los contactos el núm