Lo cierto es que entre hamburguesas y varias tazas de café estuvieron en ese lugar por más de dos horas y cuando salieron de ahí faltaba poco para que el día comenzara nuevamente en la ciudad, de hecho, veían a más de alguno probablemente camino a sus trabajos y Aurora pensaba en que aún estaba vestida de Jessica Rabbit, salieron del dinner y Steve tomó su mano, llegaron al carro se sentaron y antes de partir Steve le dice —Quiero que trabajes para mí.
En ese instante Aurora dejó el romanticismo y pensó «¿Qué me estoy imaginando? sólo quiere que yo trabaje con él y yo pasándome historias a su lado» y preguntó rápido para que él no la descubriera —¿Tú crees que podría trabajar junto a Vale y Nelson?
—Por supuesto que si…
—Gracias —respondí pensando en que nuestra conversación seguiría en el plano profesional.
«¿Será que se asusta si le digo que me gusta?» pensó Steve «Me encantaría besarla ahora mismo, pero y si me rechaza y después ya ni siquiera trabaja conmigo»
Por varios segundos se quedaron en silencio como buscando ambos una señal que les diera el permiso para el siguiente movimiento, algo pasaba con Aurora que había llamado la atención de él como ninguna otra mujer antes, era una chica dulce, sencilla y también muy inteligente y aunque trataba de que no se notara no podía evitar mirar el escote y las piernas con la apertura del vestido la verdad es que aunque le dijera a su mente que se calmara su cuerpo decía otra cosa y comenzaba a imaginársela sin ese vestido rojo en su cama y pensaba «contrólate Steve que ella va a notar lo que te está pasando»
Mientras tanto Aurora decía en sus pensamientos «De seguro sólo quiere que trabaje para él y nada más, ¿cómo un hombre así se podría fijar en alguien como yo?» y de esa manera casi sin decir palabras ninguno de los dos Steve llegó a la casa de Aurora, ella se acercó rápidamente y le dio un beso en la mejilla se bajó del carro y caminó a su puerta, pero Steve no se quiso ir hasta verla entrar y ahí fue cuando notó como ella estaba peleando sola sin poder abrir, se bajó del carro y le preguntó que pasaba.
—Creo que dejé las llaves dentro y ahora no sé qué hacer.
—¿No tienes una copia?
—Mi vecina tiene una, pero salió por una semana a ver a sus nietos y no puedo llamar al dueño a las 5 de la mañana, no te preocupes me sentaré aquí a esperar y en un par de horas seguro vendrá después de que lo llame.
—No puedo permitir eso ven conmigo.
—¿A dónde?
—A mi departamento allá podrás descansar.
—No, eso no estaría bien.
—Tranquila yo seré un caballero… lo prometo —dijo Steve levantando su mano.
Es en ese momento en que Aurora escucha dos voces en su cabeza una diciendo «Que tierno será todo una caballero» y la segunda «Sería más entretenido que te falte al respeto mira que falta que te hace»
Y sin darle tiempo a nada Steve tomó nuevamente su mano y la llevó de vuelta al auto.
—¿Estás seguro? no quisiera incomodarte mejor pido un taxi y me voy al convento.
—Para nada yo vivo solo tranquila además tengo dos cuartos.
—Pero no tengo ropa.
—Eso lo soluciono en unas horas por favor tranquila.
No tardaron mucho en llegar ya que por ser sábado en la mañana el tráfico estaba aún suave, de pronto Aurora reconoce la Quinta Avenida y ve que Steve se detiene frente a un edificio de lujo, los ojos de ella miraban entre asombro y casi susto por estar ahí, Steve se bajó del carro le abrió la puerta y no pudo evitar volver a mirar las piernas de Aurora mientras el vestido se abría al bajarse, la tomó de la mano y no la soltó en ningún momento, entraron al edificio y saludo al conserje con un buenos días y una sonrisa, en el elevador colocó su tarjeta para activarlo y que los llevara al último piso del edificio, esos segundos donde el elevador subía Aurora miraba todo a su alrededor mientras tanto Steve sólo sonreía hasta que de pronto decidió abrazarla cuando notó que ella estaba temblando, aunque Aurora sabía bien que era más de nervios que de frio, Steve se quitó su chaqueta y la puso sobre los hombros de ella y la abrazó fuerte contra su pecho, Aurora podía sentir su aroma que era simplemente testosterona pura, de pronto el elevador se detuvo y se abrieron las puertas, Steve la volvió a tomar de la mano para salir y caminaron unos pasos, abrió la puerta de su departamento, eso era simplemente como de película era como estar en una página de revista de decoración, pisos de mármol espacio abierto, prácticamente todo en color blanco con algunas decoraciones en gris y junto al ventanal un enorme piano de cola blanco el espacio era totalmente abierto donde se podía ver la cocina y una sala junto a un comedor con una mesa de vidrio, un televisor en la pared sobre una linda chimenea en la sala y un sofá enorme, Aurora no pudo resistir caminar hacia la ventana desde donde podía ver el hermoso Parque Central desde las alturas.
—Si quieres te puedes quitar los zapatos para que te sientas más cómoda —dijo Steve mientras no podía dejar de observar esa mirada que era casi de inocencia en ella y que a pesar de estar sumamente cansada seguía viéndose tan hermosa ante sus ojos.
Aurora sonrió, se sacó los zapatos y pudo sentir ese piso frio, pero perfecto, puso su mano en el ventanal como queriendo así tocar un pedacito de cielo —¿En qué piso estamos? ni siquiera lo noté cuando subimos.
—Este edificio tiene 20 pisos y estamos en el último.
—Te felicito tienes un lugar muy lindo.
—Gracias, no acostumbro a traer nadie a mi lugar creo que estaba esperando a alguien especial.
—Gracias por la invitación, aunque fue forzada y me siento apenada por…
—Por favor digamos que este es mi día de suerte si quieres te puedes dormir un rato y darte un baño te prestaré una bata para que estés más cómoda.
—Gracias, creo que es hora de dejar de ser Jessica Rabbit.
—¿Jessica Rabbit?… ¡Ah! por el vestido —dijo Steve sin poder evitar la risa —tienes razón has sido una fiel y muy sexy Jessica Rabbit con ese vestido eso tenlo por seguro.
Aurora no pudo evitar sonrojarse, verla así simplemente lo hacía perderse más en ella y para que Aurora no lo notara la invitó a la habitación, le entregó una bata y salió dejándola sola diciendo —yo también estoy cansado me voy a dar una ducha y dormiré un rato deberías hacer lo mismo.
Entró en su cuarto de pronto escucha correr el agua de la regadera del otro baño y no podía evitar imaginarse a Aurora desnuda bajo el agua, fue tanto lo que ella le provocaba que incluso tubo una erección de sólo recordarla y debió masturbarse porque ya no lo aguantaba, había prometido ser una caballero, aunque las ganas de abrir la puerta de la habitación y entrar en esa ducha con ella era algo que, aunque quisiera evitar no lo podía dejar de pensar.
Por su parte Aurora jamás había estado en una ducha tan grande sentía hasta que podía bailar en ese lugar ese baño que lo más probable era más de la mitad de su pieza y mientras veía como el agua corría por su piel pensaba que en ese mismo instante tal vez ese hombre tan sexy estaba como ella totalmente desnudo bajo el agua a sólo unas puertas de distancia, salió de la ducha para mirarse en ese gran espejo, por primera vez no tendría que pararse en una silla para verse desde la distancia, cubierta sólo con una toalla y con el cabello mojado no quedaba ya nada de ese peinado ni maquillaje y aunque no tenía las llaves en su bolso había un lápiz de ojos, uno de labios y una máscara para las pestañas, un pequeño sobre con crema, ya que Vale le había dicho que siempre debía llevar eso con ella sus indicaciones fueron “Antes Muerta que Sencilla” y no pudo evitar sonreír cuando recordó sus palabras en el salón cuando le entregó el maquillaje, jamás en su vida necesitó de eso, nunca le dio importancia y ahora sentía que lo necesitaba. Se cubrió con la bata que era grande, pero con la suavidad del algodón, se secó un poco el cabello ordenó todo y llegó a la cama y aunque en un principio no tenía intenciones de dormir no pudo evitarlo al poner la cabeza en la almohada de ese departamento de lujo en la Quinta Avenida.
Cuando dieron las nueve de la mañana Steve despertó, por unos segundos pensó que había sido un sueño lo de su invitada en la otra habitación desde que se convirtió en un rompe corazones no necesitaba hacer mucho para llevar a una mujer a la cama todo era fácil, demasiado para su gusto, de pronto recordó que Aurora no había sido un sueño que ella de seguro estaba durmiendo en la otra habitación así que con mucho cuidado se levantó y abrió la puerta para verla desde la distancia dormida sobre la cama sólo con la bata que un tanto abierta le permitía volver a ver esas piernas y no podía dejar de pensar que tal vez eso era lo único que ella vestía, sintió unas ganas de acostarse junto a ella y hacerle el amor pero no sería correcto se notaba que ella era una chica buena, cerró la puerta con mucho cuidado para no despertarla, fue a la sala y le envió un mensaje a Vale para pedirle ayuda con algo de ropa para Aurora.
***
Vale y Nelson habían pasado la noche juntos celebrando en un hotel muy cerca de ahí y aunque los dos tenían mucho sueño cuando Vale vio el mensaje despertó rápidamente.
—¿Qué pasa amor? —preguntó Nelson que despertó viendo como Vale se sentaba de golpe en la cama.
—Creo que Aurora y Steve… tú sabes como que eso fue chispa pura.
—¿Estás hablando en serio?... ¿Cómo lo sabes?
—Steve me envió un mensaje para que le ayude con ropa para Aurora y que no me preocupe de los gastos.
—¿Qué vas a hacer?
—Levántate que nos vamos de compras —respondió Vale toda emocionada.
—¿Amor estas segura que te quieres levantar? —dijo Nelson mientras le cerraba un ojo y le acariciaba la espalda.
—Estoy segura que quiero bañarme ya… pero no sola —respondió Vale mientras se levantaba poniéndose la camisa de Nelson que encontró en el suelo y que cuando llegó al baño se la quitó y se la tiró desde la puerta, sólo eso necesitó hacer para que Nelson estuviera a su lado bajo el agua, desde hace dos años cuando habían decidido comenzar a tener relaciones sexuales sus encuentros estaban llenos de pasión, ambos venían de relaciones que los habían dejado mal en el pasado pero desde que comenzaron a ser novios los dos sabían que eran el uno para el otro y aunque el que pasaran la noche juntos para ambas familias no era muy bien visto habían decidido no involucrarse ya que ambos eran mayores de edad.
Después de salir del hotel caminaron un par de cuadras hasta encontrar una exclusiva tienda, Vale llamó a Steve para preguntarle que necesitaba y como era que Aurora estaba con él, Steve le contó lo sucedido y Vale respondió —¿Entonces no pasaron la noche juntos? y ya sabes a lo que me refiero con eso —dijo Vale en un tono como aburrido.
—No, prometí ser un caballero, no la podía dejar sola en la puerta de su casa a las 5 de la mañana.
—Que aburrido eres —respondió Vale lo que provocó la carcajada en Steve —Esta bien compraré un par de cosas para que tenga para hoy.
—Compra más de un par de cosas por favor cuando vayas a pagar me llamas yo conozco al mánager de la tienda yo pagare desde aquí.
—¿Estás seguro? yo tengo gustos caros.
—La verdad es que creo nunca he estado tan seguro, aunque no te niego tengo temor y no por lo que puedas gastar.
—Tranquilo comprare rápido yo conozco la talla de Aurora somos muy parecidas, quieres que te llevemos las compras para que sea más rápido.
—Sería perfecto ustedes están bastante cerca, avísame cuando lleguen.
Vale no tardó mucho en la tienda y compró de todo desde ropa sport como jeans a algunas cosas que le pudieran servir para el trabajo, incluso ropa íntima, zapatos, un pequeño bolso, un perfume y unas cremas y al final de su compra aunque con un poco de susto por los casi cinco mil dólares que se gastó llamó a Steve quien hasta se impresionó pensando en que podía haber gastado más, él habló con el gerente y pagó la compra mientras Nelson y Vale le llevarían todo al departamento que estaba a sólo unas cuadras de ahí, cuando Vale vio el edificio le dijo a Nelson —Creo que fui demasiado económica debí haber gastado más.—Es sólo por una noche —le respondió Nelson.—Creo que Steve necesita un poco de ayuda —dijo Vale mientras le cerraba un ojo a Nelson.—¿Qué piensas hacer?Vale tomó su teléfono y encontró el número del dueño del departamento de Aurora, alguna vez en conversación lo guardó por cualquier emergencia, pero antes llamó a Steve desde la entrada y dijo —Dime la verdad, ¿quieres
Después de comer caminaron por el Parque Central, para Aurora era tan extraño caminar de la mano con alguien y así no sentirse sola, que diferente era todo, sentirse protegida por primera vez, tenía miedo de lo que pudiera suceder y pensaba «¿Qué pasaría si mesclo las cosas personales con las laborales?» y al mismo tiempo se decía «de seguro le doy lástima y por eso quiere protegerme, yo sé que soy inteligente y muy capaz en el trabajo pero imaginarme algo con él creo que de seguro esta fuera de mi liga»Por su parte Steve pensaba «No sé lo que me pasa, no quiero soltar su mano es obvio que no le puedo pedir de buenas a primera que se quede en mi cama estoy seguro de que ella es distinta, pero sino hago nada también puede creer que no me interesa»Se sentaron en el pasto y Steve finalmente dijo —¿Tienes novio?—¿Qué dices? claro que no —respondió Aurora, sonriendo mientras rodaba los ojos y pensando en cómo podría ser.—¿Cómo que claro que no?, eres una chica muy linda e inteligente,
Cuando el timbre sonó Aurora pegó un salto, Steve la miró y con una sonrisa dijo —Tranquila debe ser mi hermana que quedó de pasar.De inmediato la cara de Aurora lo dijo todo «¿Qué va a pensar de mi cuando me vea aquí?» fue lo primero que vino a su mente, pero Steve sonrió y se levantó para ir a la puerta mientras tanto Aurora se quedaba sentada en el balcón mirando el atardecer desde lo alto.Cuando Steve abrió la puerta sólo escuchó a Kim decir —¿Dónde está mi futura cuñada?Mientras Steve trataba de decirle que bajara la voz y le hacía una seña con la mirada que estaba en el balcón.—Déjame sola con ella un rato diré que tienes una llamada —dijo Kim en voz baja y siguió donde Aurora se encontraba sentada revisando su celular.—Hola Aurora, ¿cómo estás?—Hola Kim bien muchas gracias por favor perdona la facha mira yo hasta sin zapatos estoy además de irrumpir en el departamento de Steve por favor no pienses…—Por favor quédate tranquila a mí también me gusta caminar en este piso he
Después de estar junto a Aurora quien se había quedado dormida en sus brazos por más de una hora Steve decidió llevarla a la cama, con mucho cuidado se levantó para después tomarla en sus brazos, lentamente la dejó sobre la cama mientras se quedó junto a ella por unos minutos acariciando su rostro, la veía tan fuerte sabiendo ahora parte de su historia y que había enfrentado tanto en su vida pero al mismo tiempo la sentía tan frágil con tantas ganas de protegerla, sabía muy bien que no podría hacerla suya esa noche y tal vez tardaría un poco más de tiempo de lo acostumbrado para él pero le gustaba saber eso, la cubrió con una manta y salió de la habitación.A la mañana siguiente muy temprano Aurora despertó en su cama sin recordar ni cómo llegó ahí, miró su ropa y se dio cuenta que todo estaba bien además de ver sobre ella una frazada, rápidamente se levantó, entró al baño, se miró al espejo para ver su pelo todo alborotado, se quitó toda la ropa, se envolvió con una toalla y comenzó
Después de desayunar limpiaron la cocina ambos percibían que desde que se habían besado algo había cambiado entre ellos, Steve sentía que podía abrazarla sin miedo cada vez que quería y por su parte Aurora estaba aprendiendo a sentir esas emociones que la tenían con mariposas en el estómago, organizaron todo y llegó la hora de salir, Steve la tomó de la mano le dio un tierno beso en los labios, después guardó su billetera y sus llaves, en la puerta del edificio Steve saludó al conserje que se encontraba a esa hora con un buenos días, para sorpresa de Aurora don Felipe estaba afuera del edificio esperándolos junto al auto, les abrió la puerta y Aurora se subió sin dejar de sentirse extraña por esa situación, para ella tomar un taxi en la ciudad era prácticamente un lujo y de pronto estaba en ese carro de año con chofer y su Dios Griego… «¿En qué momento pasó todo esto?» se preguntaba mientras veía como Steve no soltaba su mano y le sonreía.—Señor usted me dice dónde vamos —fueron las
Ambos se subieron rápidamente al carro y Aurora le dio a don Felipe la dirección que ella tenía de Marcia.—Amor aun no puedo creer lo que me dices… nunca me hubiese imaginado que tú hubieses cuidado a mi hijo ¿Cómo es que pasó eso?—Marcia puso un aviso en un periódico al parecer fui la primera persona que llegó esa noche y sin preguntarme más nada me dejó sola con el niño, ella sólo quería salir, recuerdo que pasé toda la noche con Matías eran cerca de las 7 de la mañana cuando ella llegó bastante alegre.—¿Cómo es que vive en el Bronx?—La verdad no lo sé a todos les dice que el padre del niño no le da dinero, pero cada vez que la veo esta estrenando bolsos de varios miles de dólares y ropa muy cara.Al llegar a la puerta del edificio Aurora dijo —Amor, ¿confías en mí? tengo una idea.—Sí, claro que confío en ti —dijo Steve muy seguro, tal vez era la primera vez en su vida que le decía eso a una mujer.—Voy a entrar yo primero te haré una video llamada por favor comienza a gravar p
Steve y Aurora se quedaron junto a Matías toda la noche sentados en un sofá que había en la habitación frente a la cama, él ocupó una frazada que le pidió a una enfermera y se tapó junto a ella, la miraba de una forma en la que jamás había visto a una mujer, se sentía bien a su lado «Que distinto sería todo si la madre de Matías fueras tú, mi pelirroja linda, ¿Será que eres la mujer para mí?» se preguntaba acariciando el rostro de ella mientras Aurora se había quedado dormida abrazada a él.Eran justo las 7 de la mañana cuando Steve recibió un texto de Andrew que lo despertó “Estaré en el hospital en menos de media hora” Steve besó suavemente el rostro de Aurora y ella despertó asustada diciendo —¿Cómo esta Matías? ¡Perdón me quedé dormida!—Linda, Matías pasó buena noche Jack de seguro vendrá en unos minutos y también Andrew y Kim que se quedará a su lado por un par de horas para que vayamos tranquilos a cambiarnos, cuando vengamos de vuelta podemos parar en la oficina por unos minut
A su llegada al edificio todo como siempre era dentro de esa formalidad y elegancia que rodeaba a Steve, don Felipe se bajó del carro, le abrió la puerta, Steve se bajó le dio las gracias y con una seña fue él quien caminó hacia la otra puerta, la abrió y le dio la mano para ayudarla a bajar, de pronto esos detalles de perfección, caballerosidad y elegancia la hacían sentir como una reina y era claro que él ya era su rey, aunque no se atrevía a reconocerlo, al menos no en voz alta.En la entrada el conserje les dijo que tal como había ordenado el día anterior habían dejado en la puerta del departamento hace sólo unos minutos todos los bolsos con las compras que había enviado la tienda esa mañana muy temprano, Steve le agradeció y abriendo su billetera le dio una propina de 20 dólares a la que el hombre respondió diciendo —Muchas gracias don Steve usted siempre tan amable.Al bajar del elevador y ver todos esos bolsos Steve dijo mientras sonreía —Creo que debí haberle dado más dinero a