William se veía delgado, pero poseía un cuerpo fuerte, y esa fuerza destacaba cuando estaba bien alimentado.
Luke había sido muy certero al decirles a todos sus hermanos que se alimentaran bien antes de salir esa madrugada hacia la cripta, y ahora comprendían la razón.Al momento de estallar el caos, él fue el primero en darse cuenta de que alguien iba en una dirección diferente a todos los demás, en medio de los zombis y liches, y se aproximó con su gran velocidad a embestirlo.Grande fue su sorpresa al ver que se trataba del tío Gregorio, que era el hijo de uno de los hermanos de su abuelo Adhemir, del cuarto hermano varón.Detrás del rubio, Cedric, Gabrielle y Jane se detuvieron, pues lo habían seguido tan pronto notaron la rareza; sin embargo, algo estaba mal con aquel sujeto: en sus ojos la negrura reinaba.Cedric se concentró en él, creyendo que seSin importar dónde Luke cortara, el cuerpo de Valentino se regeneraba al instante; sin importar donde Valentino desgarrara, el cuerpo de Luke se regeneraba al instante.Desde atrás, Elizabeth se preguntaba cómo era eso posible, cómo su hermano podía estar luchando tan a la par con un vampiro milenario sumido en la locura.Eso era inconcebible.Luke era bueno con la espada; en el pasado ganó grandes batallas con ella y, aunque el manejo de una katana era diferente, no parecía tener ningún problema en cortar la carne ajena segundo con segundo.La rodilla de Valentino tocó el suelo, y el menor vio su oportunidad. Avanzó hacia él y afianzó su posición, con la pierna derecha al frente, alzó la mano y lanzó la katana en un movimiento rápido, que separó la cabeza de Valentino del resto de su cuerpo con un corte limpio.Grego
Luke se deshizo de los primeros dos botones de su camisa, y tomó el pesado cuerpo de un Blaise que gimió por el dolor. «¿En qué parte la sangre afloraría con más fuerza y rapidez?», se preguntó en una centésima de segundo.—Vas a beber ahora, ¿comprendes? —dijo al menor, que alcanzó a mirarlo con incredulidad.—No… —murmuró Blaise—. Vas a…—No importa lo que me pase, ¿no es obvio hasta ahora? —habló con una dureza que hizo dudar al otro, aún en medio de su dolor.Del otro lado de la barrera, donde los Veneto estaban reunidos, Malcom, que observaba cada movimiento de su vástago con atención, advirtió sus acciones con inquietud, impresión y, al voltear hacia Tomsk, que se encontraba a su lado, notó en él un gesto similar.
La noche soplaba con la fiereza propia del continente de Düster, antigua Europa, pues el cambio climático que vino al planeta con el fin de la guerra, los sumió en una gran oscuridad.Allí, en medio de los terrenos de la casa principal de los Veneto, los ánimos se volvieron un desastre, y explotaron.Los ojos indignados y los comentarios críticos se transformaron en miradas sorprendidas y balbuceos sin sentido, al comprender la realidad de las palabras dichas por Luke, y se dirigieron hacia la entrada la cripta, desde donde un muy sereno Adhemir Flabiano salió, acompañado de su esposa y sus hermanos.Mientras el mayor caminaba a la salida, las raíces que aprisionaban a Gregorio, Bruno, Valentino y Charles, que en realidad venían desde la magia nata de un Luke que usaba esa negra masa para atacar y defenderse, se apretaron más y más, y movieron los cuatro cuerpos de los vásta
Los ojos de Tomsk se abrieron de par en par, y dio un paso hacia un Luke que se veía aturdido.—¿No pudieron matarlo? —preguntó el Lord de los Kyburg.Luke asintió, y una picaresca expresión se pintó en su rostro.—¿De verdad piensa que me iría por tanto tiempo sin dejar en Blaise un seguro para su protección?El cejo de Tomsk se frunció, así como el de Malcom.—Coloqué en Blas «algo» que los hizo marcharse. —Luke se volvió hacia Bruno, quien lo miró con ojos filosos, iracundos, lo que hizo sonreír al menor.»Por eso, padre, solicito tu permiso para destruir a estos traidores, que se atrevieron a tocar al ser más precioso para mí en este mundo.Sus palabras, en bruto, eran una mezcla de rosa y negro; sin embargo, la decisión y fuerza con las que fueron pronu
Año 1995 d.C. Steyr, Austria, Europa.Los jardines llenos de flores multicolores y los arbustos bien cortados, la blancura de una fachada de piedra trabajada y los grandes ventanales… le daban asco.A lo lejos, el fragor de la batalla y los cañones eran música para su muy desarrollado sentido del oído. A pleno sol del mediodía, justo a sus ochocientos ochenta y siete años, el día por fin había llegado.—Hoy… acabaremos con esto —declaró Bruno, cuyo oscuro y largo cabello revoloteaba en la dirección del viento.A su lado, Charles y Valentino sonrieron victoriosos. Detrás, una gran horda de tambaleantes y bravos zombis, acompañados de fieros cambia formas, licántropos, esperaban una simple palabra, una mera orden, para arrasar con todo y todos.—Acaben con todos —soltó Bruno con firmeza, pero sin hablar alto.
Bruno se volvió hacia Blaise y lo sentó en el suelo, se colocó detrás de él, lo abrazó por la espalda, y cruzó sus brazos sobre el tenso pecho ajeno.La figura del menor permanecía tiesa, con la vista al frente, y sin posibilidad de mover ninguno de sus músculos, ni siquiera de parpadear. El de ojos oscuros apoyó el mentón sobre su hombro, y sintió una corriente inmediata, y los deseos del otro de moverse.—Eres un luchador —susurró divertido.Charles fue con Valentino, y ambos tomaron a Lilly, le levantaron el vestido y la violaron entre los dos, desgarrando la piel de sus muslos, de su abdomen, y regando su sangre por todo el suelo, mientras los espantados ojos de la señora eran lo único que lograba comunicar sus emociones interiores, porque no podía resistirse, ni gritar, gracias al raro hechizo de dominación que ten
Año 2015 d.C., 16 d.G. Casteddu, Territorio de Vitéliu, Düster.—Eso fue, abuelo… lo que sucedió —murmuró Luke, sobrio y desencantado.Delante de él, Adhemir lo miró con una sorpresa comedida, y luego llevó su vista a los derredores de aquel estudio sin ventanas.—Es tan triste que mi niño también esté inmiscuido en esto… —Resopló el mayor, y volvió los ojos a su nieto—. ¿Has decidido qué harás al respecto?—¿Tengo permiso de hacer lo que desee? —Luke aguzó el mirar en su abuelo.—Hablaré con mis hermanos, pero dudo que tengan alguna queja con eso. Nuestra familia no tolerará una insurrección como esta; sin embargo, tu padre será el Gran Patrizio cuando ese momento llegue, Luke. ¿Estás dispuesto a solicitar ante él un
Año 1985 d.C. Tomakomai, Hokkaido, Japón, Asia.Sus pasos en el camino casi no resonaron, porque se preocupaba por caminar ligero; sin embargo, eso no importaba.Detrás dejó a Derek, de quince años, su alimentador de turno, porque no confiaba en lo que sus sentidos le decían. Sí… así de turbio resultaba este asunto.El camino por el que se movilizaba era de tierra, y tendría a lo mucho medio metro de ancho; transitaba un pequeño bosquecillo, que se hallaba a las afueras de un poblado en el que se hospedaba desde hacía ya varios meses, refugiándose de las inclemencias de una guerra que parecía no tener final.A su alrededor, árboles de diverso tamaño, arbustos medio secos, y algunos insectos a los que ignoraba. Esa mañana pidió a los pobladores que no se acercaran al bosque, y estaba curioso por lo que allí se encontraba.