«Nadie. Nadie piensa en Gretel. Yo tampoco…» pensó Sacnicté al leer el correo por cuarta vez.
No pudo evitar sentir revuelto el estómago. Mientras ella paseaba por el parque, tomada de la mano de Belem, Gretel sufría lo indecible y se sentía más sola que nunca.
«Su novio debería de apoyarla. Lo necesita más que nunca…»
Luego recordó que Siegfried sí apoyaba a Gretel y que era el único que realmente estaba preocupado por ella y su delicado estado de ánimo. Se mordió los labios y dejó escapar un bufido de desagrado al pensar en aquel niño rubio. Poco faltó para que escupiera en el suelo al recordar su nombre.
—¡No! ¡Ese tipo no puede tener razón! Solo Gretel sabe lo que es mejor para ella…
Presa de inexplicable
Para: gretelkf2008_d@imail.comAsunto: Re: Und wer denkt an mich?Hola… ¿Cómo te va? He estado pensando mucho en ti y en tu último correo. Llegué a una conclusión y quisiera compartirla contigo.Debes quedarte en casa. No vayas a ninguna parte. Tu lugar está junto a tus padres y a Siegfried. Tal vez no te lo parezca, pero son ellos los que se han mostrado más preocupados por ti.Me preguntaste quién pensaba en ti. La respuesta: ellos tres…Y creo que deberías hacer caso a tu novio y borrar todos nuestros mensajes. ¡No pongas esa cara! No quiere decir que ya no quiero que seamos amigas, al contrario, creo que lo que realmente vale de nuestra amistad son las experiencias que hemos tenido juntas, y las letras en una pantalla no pueden compararse con los momentos que compartimos la una con la otra.¿No lo crees así? Los correos pueden desaparecer, pe
Para: s4c_n1ct3_5674@imail.comAsunto: FeuerLieber freund, me ha conmovido tu mensaje y quisiera responderlo como se debe, pero hay algo más importante que debo decirte: las SS han llegado a Yaxchilán. Nadie sabe qué hacen aquí, pero yo tengo una ligera sospecha: vienen por mí. No puedo quitarme de la cabeza que de alguna forma se han enterado del contenido que hay en mi computadora, y que también han logrado interceptar los mensajes de Alaric (porque ha enviado otro más, dándome algunos nombres de las personas con quienes puedo acudir una vez que decida irme de casa).¿Crees que exagero? ¿Crees que solo es una mera coincidencia? ¡Tengo mucho miedo! No puedo dejar de temblar, y me da pánico incluso el salir a la calle. Siento que me arrestarán en cualquier momento, que tomarán mi computadora y extraerán de ella todo lo que he aprendido de ti
Para: gretelkf2008_d@imail.comAsunto: Re: FeuerHola… creo que no deberías de perder el juicio por algo que pasa todos los días en tu país. No quisiera ser yo quien te lo recordara, pero vives en un estado fascista y represor. Tolerar la presencia de las SS es parte de tu vida diaria, no lo olvides... Todo saldrá bien. Lo sé.Tengo confianza en que el sol también se asomará mañana…Tranquilízate, si ya borraste todo lo que te preocupaba, deja un rato la computadora y ve algo de televisión. Supongo que no debe ser tan mala en tu mundo como lo es en el mío…Confía en mí. Después de todo, ver este asunto desde lejos me permite analizarlo con más claridad, ¿no crees?XOXO~SAC~
Para: s4c_n1ct3_5674@imail.comAsunto: Ich bin bereitHola, lieber freund…. Seguí tu consejo y me reuní con mis padres a ver la televisión en la estancia familiar. ¿Sabes qué ocurrió? Los noticiarios de todos los canales cubrían un acontecimiento singular con especial devoción: un incendio forestal de proporciones casi épicas en la selva Lacandona. Sí, así es, justo en el “circuito” donde habita (o habitaba) Alaric.Según los reporteros, las llamas se habían extendido desde un campamento de excursionistas descuidados que habían dejado encendida una fogata. ¿Puedes creer esa basura? ¡Quieren hacernos creer que ese maldito incendio fue accidental!¿Por qué nos tratan así?Mis papás se han mostrado consternados por el hecho de que la naturaleza no debería resultar dañada de
Para: gretelkf2008_d@imail.comAsunto: ¡Huye!¡No puedes hablar así! ¡¿Acaso no quieres vivir?! ¡Vete de ahí, ya! Tienes que dejar tu casa y buscar refugio en la selva. Te aseguro que, tras el incendio nadie irá a buscarte. Tus papás no van a delatarte, seguro inventarán algo para cubrir tu escape.¡Huye, Gretel! Vete, tienes que hacerlo. Salvar la vida jamás es cobardía. Tienes que pensar en que habrá nuevas oportunidades, y que lo que sea que busque tu gobierno se olvidará muy pronto, porque no existe ningún peligro para ellos en la computadora de una niña…Vete, escóndete y aguarda por el momento preciso de regresar. Todo estará bien, pero deja ese maldito lugar cuanto antes.Si puedes, escríbeme para saber que has decidido irte. Así estaría más tranquila…XOXO~SA
Sacnicté 19—No. Esto no tiene sentido, no puede ser posible…— murmuró la niña para sí misma tras contemplar el mensaje que aparecía en su pantalla.Sin saber qué hacer a continuación, se echó a llorar sobre el teclado de su computadora y permaneció así durante incontables minutos, presa de la tristeza y la desesperación.No muy lejos de su escritorio, un teléfono celular vibraba con insistencia.—Déjame en paz— murmuró Sacnicté—. Déjame en paz…Y como si la hubiera escuchado, el teléfono dejó de sonar.Ahora solo había silencio y nada más._________________________________________________________________________________________________________________Para: s4c_n1ct3_5
La plaza principal de Yaxchilán luce atestada de gente. Pocas veces se le ha visto así de repleta.El sol pega de lleno en el rostro de un joven soldado y lo obliga a cerrar los ojos. Su oficial lo reprime enseguida y le obliga a formarse en la primera fila del pelotón de fusilamiento. El muchacho acepta de mala gana y se coloca junto a un veterano que parece estar disfrutando el momento.—¿Es difícil? —pregunta, más que nada por hacer conversación.El hombre lo mira lleno de malicia y dice:—Nein. Disparar es fácil, lo complejo puede ser el remordimiento. Yo sugiero pensar que son patos.El joven militar traga saliva y responde:—Pero estos no pueden volar…—¡Ah, ya no! Pero antes sí, y les salió caro…El muchacho tuerce la boca
—Cartas— puntualizó la docente—. De eso trata el proyecto, de escribir cartas.—¿Quiere decir en papel? ¿Cómo en la antigüedad?—¿La antigüedad? Vaya… no, no como en “la antigüedad”, Susana. Será a través del correo electrónico…—Ya nadie usa eso… —interrumpió un muchacho de la última fila del salón.—Eso no es cierto, muchas compañías aún… olvídenlo… solo sigan mis indicaciones y nadie tendrá porque obtener una mala calificación ¿De acuerdo?Una especie de murmullo de aprobación se dejó escuchar en el aula. La profesora Martínez tomó el desanimado a