*Liam*Había perdido la cuenta de las veces que lloró, gritó y suplicó porque nada de esto fuera verdad, pero nadie escuchó. Nadie lo despertó de lo que supuso era la peor pesadilla que había tenido en su vida. Porque no era una pesadilla. Liam lo supo mucho después, cuando la aceptación comenzó a enraizarse dentro de sí, esparciendo ramificaciones por cada recoveco de corazón y su mente.La pérdida de un ser querido seguiría doliendo hasta el final de sus días, pero ahora que ya había pasado un mes, la aceptación estaba haciendo de las suyas y si bien Liam aún podía sentir los dedos fríos de la tristeza acariciarle el rostro, lo había aceptado y asimilado. La Muerte estuvo presente en sus vidas desde que el plan comenzó y ni Liam ni ninguno de sus amigos pudo detenerla. Tocó la puerta, entró y se llevó a un ser querido. Lo nefasto, sin embargo, era el hecho de que Liam jamás sospechó nada ni tampoco imaginó la magnitud de la maldad de aquella persona que estuvo detrás de la orquesta
*Nick*Le llevaría mucho tiempo poder recuperarse del todo, aunque físicamente se encontrara bien. Las secuelas de la tragedia estaban en su mente, ocultas de la vista de las personas, como recuerdos nefastos, ajenas a todo el mundo, pero no de sí. Y esas secuelas se manifestaban cuando cerraba los ojos, cuando dormía, transformando sus sueños tranquilos en pesadillas. Si bien la ayuda profesional estaba haciendo un camino, Nick sabía que ese camino sería lento y doloroso, pero tenía que. Hablar ayudaba, relatar en voz alta cada evento de aquella noche fatídica era el mismo calvario y, aun así, Nick contaba todo lo ocurrido mientras el dolor lo envolvía y las lágrimas bañaban su rostro. Sin embargo, una parte de sí, una parte muy profunda dentro de sí estaba en paz y con el mundo. Porque aunque su mundo había cambiado, era para bien. Y tal vez pensar de esa manera lo hacía ver como una persona fría o superficial, pero Nick necesitaba sentirse bien, quería sentirse bien. Desear la muer
*Alex*Conforme pasaban los minutos, se dio cuenta de que Liam estaba recuperándose, dentro de todo bien. No es que esperara mucho con todo lo que había ocurrido un mes atrás, pero el progreso de recuperación emocional estaba a la vista y si bien sabía que no sería un lindo paseo por un parque, Alex estaba convencido de que Liam estaba yendo por la dirección correcta al dejarse ayudar. Las charlas sobre lo que pasó también servían, sobre todo porque al hacerlo en voz alta, la realidad se iba acentuando y aceptando. Por supuesto, tampoco esperaba que todo se diera magníficamente bien. Los recuerdos siempre serían dolorosos y la superación y aceptación de la pérdida de un ser querido no se resolvía de la noche a la mañana. Sin embargo, ahora mismo, Alex estaba conforme con ver a Liam sosegado con el entorno y consigo mismo.Había sido difícil tomar la decisión de noquearlo con pastillas, pero fue la única solución que encontraron para que Liam pudiera descansar, dormir. A percepción de
*Nick*Estaba cansado, le dolía un poco la cabeza y todavía podía sentir un ligero sabor amargo en su boca, pero no podía engañarse a sí mismo porque todo lo que habló con el doctor Foster había servido y mucho. Había recibido el alta y si bien les había dicho a su padre y a su madre que no necesitaba que pasaran por la clínica, Nick se sorprendió al ver a su madre y a su hijo esperándolo en la recepción. Fue un momento agridulce, para el caso. Nick tuvo que hacerle frente a la realidad que le tocaba vivir de ahora en más. Sin embargo, también fue un momento clave y Nick pudo ver las cosas desde una perspectiva más amplia. Su hijo lo necesitaba más que nunca y Nick haría todo por Junior y por sí mismo. Le costaría tiempo, sí, pero se propuso ser fuerte y recibir toda la ayuda posible.Durante el trayecto a casa, su madre lo puso al día y le contó algunas cosas que Nick se perdió durante su estadía en la clínica. Junior preguntó por su madre más de una vez y Raquel le dijo que “mamá se
*Liam*Podía escuchar las risitas de sus amigos y las burlas, pero nada de eso lo distrajo de lo que tenía frente a él. Toda su concentración estaba puesta en el hombre que lo miraba incrédulo y con la boca abierta. El hombre que había extrañado, llorado y que ahora estaba por fin en casa. Sintió las ansias brotar dentro de su pecho, ansias por dar esos escasos pasos y fusionarse con ese hombre en un férreo abrazo, encerrarse en su pecho y escuchar los latidos de su corazón. Y los pensamientos giraron en esa idea, de correr hacia Nick y solo…—Son tan exasperantes. Por amor a Dios, par de tontos, dejen de mirarse como si todo esto no fuera real —Por el rabillo del ojo, vio a Kael acercarse y apoyar una mano sobre su hombro—. A ver, Li, deja de ser tan terco y corre libre hacia tu hombre —Luego apuntó a Nick—. Y tú, idiota, abre tus malditos brazos y recibe a tu hombre —Kael le dio un empujoncito hacia delante y Liam casi tropieza con sus propios pies—. Dios, que par de tontos, en seri
*Nick*Había imaginado muchas veces cómo y de qué manera quería que Liam conociera a Junior y ninguna de esas utopías se comparaba con la realidad. Porque Nick quería ser el mediador, por decirlo de alguna manera, pero aquí estaba su hijo, presentándose ante Liam con grandes ojos azules y una sonrisa tímida en su rostro de mejillas regordetas y rosadas. Por el rabillo del ojo, Nick se dio cuenta de que sus amigos seguían allí, mirando boquiabiertos la escena y tal vez hasta conteniendo la respiración. Era de suponer porque nadie había predicho que esto podría ocurrir. Se suponía que su hijo estaba durmiendo, pero Junior estaba muy despierto y parado delante de ellos, mirándolos con curiosidad y timidez. Entonces los conflictos nacieron y se arraigaron en la mente de Nick. ¿Cómo explicar a su hijo quien era Liam? ¿Cómo explicar a un niño que su padre estaba en una relación amorosa con otro hombre? ¿Siquiera podría decirle eso a un niño? Nick no tenía idea de cómo afrontar todas esas du
*Liam*Conocer a Junior había sido uno de los momentos más relevante de su vida y Liam sabía que solo era el comienzo de muchos otros eventos que darían el enfoque definitivo para lo que quería en el futuro. Sabiendo esto, sirvió para que su decisión de cumplir con la última voluntad de Daren Olsen se volviera mucho más férrea. Contaba con el apoyo incondicional de sus amigos, de Frederick, de Raquel y, por supuesto, de Nick. ¿Qué más podría pedir? Con esto en mente, no fue difícil poner en marcha su decisión. Hubo algunas complicaciones en el camino porque, por supuesto, Liam sabía que una cosa era haber tomado la decisión y otra distinta ponerla en práctica. Sin embargo, esas complicaciones fueron resolviéndose a medida que pasaban los días.Lo más difícil fue pedirle a Nick que se quedara en casa con su hijo, que no hacía falta que lo acompañara a Madrid, pero Nick insistió, alegando que Junior estaría al cuidado de sus abuelos. Liam no estuvo de acuerdo con eso y tuvieron una disc
*Alex*Habían pasado tantas cosas en el último año que Alex no estaba tan seguro de querer rememorar algunas de ellas. Cosas que marcaron un antes y después, eso seguro. En realidad, no importa el cómo o el por qué, las cosas habían mejorado y ya. Sin embargo, dentro de la seguridad que ahora lo rodeaba, surgieron algunos nuevos problemas que esperaba se resolvieran a la brevedad posible. Ya había dado el primer paso, tomando la decisión de renunciar a su legado familiar. A su padre no le gustó mucho la idea de no tenerlo a su lado, pero entendió los motivos de Alex.Honestamente, Alex quería tener una vida completamente independiente de su familia. No porque no quisiera estar con ellos, sino porque así lo había decidido y costó lo suyo hacer entender esto a sus padres. Al final, Alex puso las cartas sobre la mesa y habló con la verdad. Lo complejo vino después, cuando habló con sus amigos. Kael, Nathael y Nick apoyaron su decisión de inmediato, pero Liam fue otra cosa. Pese a eso, no