Narra Melisa
Perdí la cuenta de cuantos días pasé en ese autobús, cada nueva frontera hacíamos fila para sellar nuestros pasaportes y cambiar dinero, me aseguré todo el tiempo de que mis compañeros de viaje no miraran mis documentos y en ningún momento se los entregué a Juan el coyote.
Observaba mucho a Miguel para aprender de sus gestos y formas, no era tan rustico como otros hombres así que no me pareció complicado, además yo tampoco era la chica más femenina del mundo.
Lo más complicado era ducharme, los baños públicos no eran muy limpios y yo debía entrar al de hombres, tardaba mucho en quitarme y ponerme el vendaje de los senos y por eso tenía menos tiempo para bañarme, así que lavaba primero lo más importante, el resto del cuerpo usualmente solo lo refrescaba con agua, me vestía lo más rápid
Narrador. En la ciudad de Detroit viven los hermanos Biden, hijo de un importante empresario y magnate, sobrinos de un importante político de la nación, millonarios desde su nacimiento, no conocen las expresiones, “no puedo, tal vez, inalcanzable”, han tenido todo lo que han querido y más que eso, son los dueños de la sede de General Motors ubicada en Detroit. Kyle es el actual presidente de la compañía, pero pronto espera retirarse aunque es muy joven aún y Scott solo acude a las reuniones importantes a velar por sus intereses y se informa de los hechos relevantes gracias a su administrador. Kyle Biden es un hombre de 30 años, propietario de lujosas mansiones en diferentes partes del país, posee Islas privadas, lujosos yates, avión privado y una colección de 55 autos, para lo que tiene su propio taller mecánico con empleados exclusivos para el mantenimiento de sus autos. Kyle es un hombre arrogante, calculador, disciplinado con aires de superioridad, le encanta participar en carre
NarradorMelisa ha iniciado una nueva vida sin siquiera habérselo propuesto, pero sabe que no debe lamentarse sino ser fuerte, mirar hacia adelante y esperar, dar lo mejor de ella para obtener resultados positivos. Desde niña había escuchado de su padre que las primeras impresiones eran importantes y eso lo recordaba cada día, intentaba dar buena impresión siendo amable y dedicada a pesar del aspecto que había decidido mostrar, también recordaba que los inicios en cada nuevo proyecto suelen ser duros y vaya que lo son, nada en su vida entera había representado tanto desafío como lo que ahora está viviendo.Para Melisa su nueva vida era muy dura y difícil de soportar, siempre se había creído fuerte, valiente, temeraria y adicta a la adrenalina, pero se daba cuenta de que siempre estuvo en ambientes controlados, guiada y protegida, ahora, por primera vez está sola, lejos de
Narra Melisa.Karen, la persona que me trajo a New York, resultó ser una gran chica y muy parecida a mí, su padre es dueño de una empresa de transporte de carga pesada, ella trabaja con él, al igual que su hermano y su novio, son de México pero se mudaron a Texas cuando ella era muy pequeña.En las horas de viaje nos dio tiempo de hablar de nuestras vidas, conocernos y lo mejor de todo es que pude quitarme el vendaje de mi pecho que me estaba matando del dolor. Ella fue tan amable que me dejó en la puerta del lugar que yo buscaba y me dejó su número de teléfono por si alguna vez necesitaba hablar con alguien o de su servicio de transporte, me dio mucha risa lo último pero aun así tomé la tarjeta.Me bajé frente a un gran taller, como esos que salen en televisión que tiene docenas de trabajadores y grandes galpones con maquinarias, herramientas, veh&iacu
Narrador.Los siguientes días para Melisa estuvieron llenos de trabajo, hambre y frustración, durante las noches el frío del invierno parecía superar los niveles permitidos, duró dos noche sin poder dormir, intentando cubrirse con toda su ropa, bolsas y hasta cartón, sin dormir durante la noche por el frío abrumador.Para el tercer día de su estadía en el lugar, Albert se extrañó porque al llegar no vio al chico nuevo vestido, ni limpiando el piso como se lo había pedido, con molestia se dirigió hacia el lugar donde Mel dormía y allí la consiguió y con mucha fiebre. Fue entonces cuando Albert se dio cuenta que la calefacción no tenía la temperatura adecuada, fue a revisar si los controles estaban funcionando adecuadamente, colocó una temperatura de 20°C para el taller y antes estaba en 10°C.Luego revisó las cá
Narrador. Kyle está sentado en el gran sillón de su oficina, frente a su imponente escritorio, exhausto de su día laboral y con ganas de salir y no regresar en toda la semana. Mira su reloj de mano, pronto serán las cinco de la tarde, es momento de llamar a la hermosa vendedora de bienes raíces Clarissa Stivalet, para concertar la cita e ir a ver la propiedad que comprará, y conociendo su suerte podrá estrenar algún rincón de ella con la hermosa mujer, eso es lo que hace que el evento sea más interesante pues hace poco después de que Marc Stivalet lo engañara en una apuesta y le hiciera perder dinero había prometido que se vengaría con lo que más le dolía, su ego. Marc cree que es muy afortunado al haberse casado con una mujer tan hermosa y que lo ama, pero Kyle sabe que solo quiso su apellido y fortuna, pues se ha dado cuenta de como la mujer lo mira y también de cómo mira a su hermano, eso no son ojos inocentes ni de curiosidad, él sabe muy bien cuando una
Narra Kyle. No sé si fue el efecto del alcohol, la emoción de comprar mi nueva propiedad o simplemente tenía que ver con mi estado de ánimo, pero en ese momento me sentía ligero, optimista, con deseos de iniciar algo nuevo, de darle un vuelco a mi vida y salir de la monotonía agobiante que me caracterizaba. El alcohol en mi sangre, la sensación de alegría, el olor de la mujer, el aspecto de Clarissa Stivalet y la forma como me masajeaba, me hacía sentir muy bien, poderoso y con deseos de todo. Paré mis besos hacia ella y dejé que ella guiara la situación, cerré mis ojos y me concentré en cada sensación de mi cuerpo, me sentía como un auto de carreras a toda velocidad, mi corazón y adrenalina aumentaron y amé esa sensación. La llevé al jacuzzi de hidromasaje, abrí la llave para que se llenara mientras nos besábamos y reíamos como niños traviesos. Nos introducimos en ella, a explorar nuestros cuerpos utilizando nuestras manos y bocas, probé sus mejores
Narra Kyle.Mi hermano vino a visitarme en mi primera noche de estar en la nueva mansión Biden, llegó con unas amigas y tuvimos una pequeña fiesta privada en compañía de Sharon y Britney. Por supuesto que las chicas tomaron fotos para alardear y las subieron a sus redes sociales, al día siguiente me llamó Clarissa Stivalet, ya había pasado un mes desde nuestra aventura.Clarissa estaba llorando diciendo que sentía algo muy fuerte por mí y quería estar conmigo, ese drama no me lo esperaba, era confuso y un tanto incómodo, “¿cómo se supone que yo debía responder a eso?” fue lo que pensé mientras la escuchaba. Ella es una mujer casada que vive con su esposo en otro continente.Su llamada estaba llena de celos por aquella foto, pero al final reconoció que no había nada que hacer, fue tonto llamarme porque no nos debemos nada el un
Narra Melisa.Mi primer día del año lo pasé limpiando, arreglando y desechando todo lo malo del lugar, mientras lo hacía en mi habitación y luego con el taller iba pensando y reflexionando en mi vida, así que puedo decir que también hice limpieza en mis pensamientos y emociones.La depresión que me había acompañado durante diez días, ese día murió, decidí levantarme nuevamente como una mujer firme, valiente e independiente, como la guerrera que mi padre crió.Tomé fuerza y trabaje en la limpieza de todo el lugar, eran las cuatro de la tarde cuando me detuve y recordé que no había ingerido ningún alimento, no sé si fue que Albert se olvidó de mí pero decidí tener un actitud agradecida, gracias a él tengo donde dormir, tengo empleo, tendré un sueldo y me ha alimentado durante quince dí