Narrador.
Kyle está sentado en el gran sillón de su oficina, frente a su imponente escritorio, exhausto de su día laboral y con ganas de salir y no regresar en toda la semana.
Mira su reloj de mano, pronto serán las cinco de la tarde, es momento de llamar a la hermosa vendedora de bienes raíces Clarissa Stivalet, para concertar la cita e ir a ver la propiedad que comprará, y conociendo su suerte podrá estrenar algún rincón de ella con la hermosa mujer, eso es lo que hace que el evento sea más interesante pues hace poco después de que Marc Stivalet lo engañara en una apuesta y le hiciera perder dinero había prometido que se vengaría con lo que más le dolía, su ego.
Marc cree que es muy afortunado al haberse casado con una mujer tan hermosa y que lo ama, pero Kyle sabe que solo quiso su apellido y fortuna, pues se ha dado cuenta de como la mujer lo mira y también de cómo mira a su hermano, eso no son ojos inocentes ni de curiosidad, él sabe muy bien cuando una
Narra Kyle. No sé si fue el efecto del alcohol, la emoción de comprar mi nueva propiedad o simplemente tenía que ver con mi estado de ánimo, pero en ese momento me sentía ligero, optimista, con deseos de iniciar algo nuevo, de darle un vuelco a mi vida y salir de la monotonía agobiante que me caracterizaba. El alcohol en mi sangre, la sensación de alegría, el olor de la mujer, el aspecto de Clarissa Stivalet y la forma como me masajeaba, me hacía sentir muy bien, poderoso y con deseos de todo. Paré mis besos hacia ella y dejé que ella guiara la situación, cerré mis ojos y me concentré en cada sensación de mi cuerpo, me sentía como un auto de carreras a toda velocidad, mi corazón y adrenalina aumentaron y amé esa sensación. La llevé al jacuzzi de hidromasaje, abrí la llave para que se llenara mientras nos besábamos y reíamos como niños traviesos. Nos introducimos en ella, a explorar nuestros cuerpos utilizando nuestras manos y bocas, probé sus mejores
Narra Kyle.Mi hermano vino a visitarme en mi primera noche de estar en la nueva mansión Biden, llegó con unas amigas y tuvimos una pequeña fiesta privada en compañía de Sharon y Britney. Por supuesto que las chicas tomaron fotos para alardear y las subieron a sus redes sociales, al día siguiente me llamó Clarissa Stivalet, ya había pasado un mes desde nuestra aventura.Clarissa estaba llorando diciendo que sentía algo muy fuerte por mí y quería estar conmigo, ese drama no me lo esperaba, era confuso y un tanto incómodo, “¿cómo se supone que yo debía responder a eso?” fue lo que pensé mientras la escuchaba. Ella es una mujer casada que vive con su esposo en otro continente.Su llamada estaba llena de celos por aquella foto, pero al final reconoció que no había nada que hacer, fue tonto llamarme porque no nos debemos nada el un
Narra Melisa.Mi primer día del año lo pasé limpiando, arreglando y desechando todo lo malo del lugar, mientras lo hacía en mi habitación y luego con el taller iba pensando y reflexionando en mi vida, así que puedo decir que también hice limpieza en mis pensamientos y emociones.La depresión que me había acompañado durante diez días, ese día murió, decidí levantarme nuevamente como una mujer firme, valiente e independiente, como la guerrera que mi padre crió.Tomé fuerza y trabaje en la limpieza de todo el lugar, eran las cuatro de la tarde cuando me detuve y recordé que no había ingerido ningún alimento, no sé si fue que Albert se olvidó de mí pero decidí tener un actitud agradecida, gracias a él tengo donde dormir, tengo empleo, tendré un sueldo y me ha alimentado durante quince dí
Narrador Scott anhelaba ayudar a su hermano a salir de su estado depresivo así que alistó todo lo necesario para viajar, le pidió a su hermano que lo acompañará a hacer unas labores y juntos se fueron en el helicóptero deportivo de Scott. Andrés, el jefe de mantenimiento de las aeronaves de los Biden, pilotó el helicóptero hasta la propiedad de Kyle, allí los hermanos abordaron y emprendieron su viaje, apenas eran las diez de la mañana cuando partieron, Andrés se quedó y esperó a que el chofer de Kyle lo regresara a su lugar de trabajo, Scott piloteaba la nave y su hermano era el copiloto, a Kyle le agradó la idea, hace mucho que estaba trabajando duramente en la empresa y no había tenido tiempo de pilotear con su hermano como lo hacía desde sus veinte años. Kyle se dió cuenta del plan cuando vio que se dirigían a New York pero no le importó, le pareció un abuela idea y sabía que si su hermano le hubiese invitado él se habría negado, colocando mil excusas abs
Melisa despertó muy temprano la mañana del cinco de enero, se sentía enérgica y feliz, ese día iría al exhibición de autos, compartiría con su nuevo amigo Douglas pero esta vez no necesitaba que el hombre le brindará el desayuno, pues ella tenía que comer, los últimos días había ganado algo de propina en el café por los clientes que habían asistido así que tenía ganas de comprarse algo lindo, además se sentía optimista por el hecho de que al día siguiente existía la posibilidad de llamar por teléfono al número que Alejandro le había dado el día de su partida. Melisa sintió alegría en su corazón al pensar en su padre y en sus amigos, sentía que estaban un poco más cerca de ella, sólo por tener la ilusión de poder hablar con ellos y saber que este día iría como espectadora a ver autos hermosos le recordaba algunos de sus mejores momentos al lado de su padre, de Alejandro y Gabriel. Al despertarse se estiró en gran manera, se levantó de la cama y sonrío mirando desde la
Narrador. Melisa llegó al taller se sentía animada, optimista y feliz sólo faltaban cinco días para su cumpleaños número 22 y todo parecía estar mejorando por fin. Llegó al taller pensando en darse una ducha rápida vestirse y salir nuevamente, pero al entrar se dio cuenta que las luces estaban prendidas y oía algunas voces masculinas, se sintió un poco nerviosa pues vestía y lucía totalmente como una mujer y traía una bolsa con las compras que había realizado. Melisa entró en silencio y se escondió detrás de un gran estante, miro a los lados para estudiar la situación, quería saber cuántas personas había en el lugar y dónde estaban ubicadas, para así decidir si irse o terminar de llegar a su habitación. Albert le había dicho que se ausentaría hasta el día ocho del mes y que el día diez iniciarían las labores por lo que no esperaba que nadie apareciera en el lugar. Melisa se dio cuenta que en el taller sólo habían tres personas Albert y dos hombres jóvenes que mostraba dos hermosos
Melisa se quedó dormida por más de una hora y al despertar se dio cuenta que estaba sola en el taller, ya todos se habían ido. Melisa se sentó en su colchoneta esperando sentirse menos adormilada, un par de minutos después agarró sus artículos de higiene personal y caminó hacia el cuarto de baño para ducharse. Se duchó y luego se dirigió a su habitación, vestida con solo una gran camisa negra que la cubre a medio muslo, se vistió utilizando su nuevo pantalón de cuero rojo, un jersey negro y sobre este una chaqueta negra de cuero adornada con cierres, se colocó también la bufanda que había adquirido ese día, roja con cuadros negros, utilizó el bolso negro que Douglas le había regalado en la primera ocasión, se maquilló de forma ligera utilizando solo polvo en su rostro, labial rojo en sus labios y un poco de rímel negro en las pestañas. Miró su reflejo en un ventanal y le agradó su outfit, además se sentía bien lucir como una chica. En este tiempo en q
Narrador. Scott invitó a Melisa a dar un paseo en el auto al ver su emoción ante la imponente máquina, le propuso ser ella quien condujera el auto, porque quería probar sus habilidades, Melisa sonrío con agrado, pensando en lo maravilloso que sería volver a correr y cómo se sentiría ir tras el volante de esa maravilla automovilística, luego pensó que, de pronto, las intenciones del chico no son las mejores, después de todo es un extraño y sabe que ella no conoce el idioma y no es de este país lo mejor sería no aceptar. - Muchas gracias, eres muy amable pero no aceptaré tu invitación- respondió Melisa. Kyle sonrío al ver la cara de sorpresa de su hermano Scott, porque tal vez era rechazado por primera vez y peor aún con su hermano como espectador. Melisa continuó viendo el vehículo mientras una joven que estaba muy cerca de ellos se acercó a Scott y le dijo, - Si me quieres llevar yo sí acepto- lo miró de forma seductora, mostrándole una hermos