Deyanira
Por fin termino de hacer la cena, y cuando dejo de pensar en Jeremy y todo lo que hemos pasado, me dispongo a servirla. Sin embargo, escucho sonar el móvil nuevamente, pero para mi sorpresa era Jessica.
— ¡Hola, Jessica! — Respondo con sorpresa.
—Deyanira te llamaba para preguntarte ¿Quieres cenar conmigo y mi familia? — Me quedo helada ante su invitación.
— ¡OH! Si creo que sería genial — Le respondo un tanto inseguro.
—Bien, es para ahora la cena — Me dice con firmeza.
—Mmm… si me vestiré e iré enseguida — Respondo.
Luego de cortar la llamada, me voy a mi dormitorio para cambiarme. No tenía tantas opciones con respecto a la ropa, ya que aquí es de temperaturas bajas, por ello no puedes de ir vestida de gala. Así que voy y tomó algo sencillo, un Jean de color negro, con una blusa color azul, un pulóver del mismo color, mis zapatillas y una campera negra.
Bajo y voy caminando por estas calles frías, lo bueno es que no vivo tan lejos de su casa.
Llego a casa de Jessica, toco la puerta luego veo que me abre mi amiga. Entro a su casa y saludo a toda la familia; primero al padre, un moreno alto que siempre me atiende en su negocio, y al fin conozco a su madre, quien es una mujer hermosa más o menos unos de 35 años, y es muy amables.
Nos sentamos para cenar, veo una mesa redonda con cinco asientos preparados. La curiosidad me gana, por lo que le preguntó Jessica si tiene hermanos, ella responde que no.
—Esperamos otro invitado — Me responde.
— ¡Ah, claro! — Exclamo, y charlamos con mi amiga de las tareas.
Donde escuchamos sonar el timbre de la casa mi amiga va a recibir al invitado y lo acompaña su padre.
Escucho decir al padre — ¡Pase alfa!
No entendía lo que escuchaba, ¿A qué se refería con Alfa?
— ¡Esta es su casa, Alfa! — Me doy vuelta y no puedo digerir lo que veo.
Me paro en un segundo, y el padre de mi amiga le dice que se siente. Yo estoy petrificada al ver que me mira fijamente, él con el rostro tenso al mirarme. Juraría que, si las miradas mataran, ya estaría muerta.
Fue una situación demasiado incómoda, una noche de terror. El padre de mi amiga lo hablaba, pero él sólo me miraba como si fuera a estudiarme detenidamente.
Cenamos y me despido de ellos, no soportaba estar ahí con él un minuto más. Me levanto y voy camino a la cocina a dejar mi cubierto en una pileta en la mesada, cuando doy vuelta él estaba detrás mío con su mirada fija en mí.
Me da un susto enorme, por lo que doy un respingo y agarro mi pecho con la mano. Siento mi respiración acelerada, trato de pasar por su lado para salir de allí, pero siento que me jala del brazo fuertemente. Trato de zafarme, pero me es imposible.
— ¡Suéltame! — Le digo.
Y él no me responde sólo me mira con aquella mirada de enojo y odio.
En ese momento entra mi amiga, por lo que se ve obligado a soltarme del brazo y yo aprovecho para retirarme con la velocidad que pueda. Me despido de mi amiga algo apenada por lo que vio, y me dirijo a mi casa.
Iba caminando como si mi vida dependiera de eso, nunca me habría ido a la cena si supiese que él iría. Su actitud, su mirada, todo en el me asusta y lo peor es que no sé por qué me odia tanto. Entro a mi casa y trato de recostarme y relajarme, pero no podía sólo hacerlo sin más. Tenía miedo que paralizaba todos mis sentidos.
Después de tanto pensar me quedo dormida, al día siguiente me levanto y me preparó para la universidad. « ¡Oh por Dios!» pienso visiblemente alarmada. «Que este chico no vaya a la universidad, por favor».
Al llegar me dirijo a gestión académico, y le pido a un maestro para cambiar de materia. Él me dice que lo va a intentar, pero no es seguro que pueda cambiar de clase. Sólo espero que sí me pueda cambiar, mientras tanto me dirijo a la materia de ciencias.
Entro y para mi felicidad no lo veo, por lo que el alivio me invade y suspiro con tranquilidad. Al fondo había un asiento libre perfecto para mí, me dirijo hacia el lugar, pero el puesto de al lado yacía una mochila. No preste atención a ello, supongo que es de algún compañero, por lo que solo tomo asiento y para mi desgracia veo entrar al chico malhumorado.
« ¡Esto no puede ser!» me quejo mentalmente. Se sienta y me observa en toda la hora, era un fastidio seguir así, me doy la vuelta.
— ¿En cuántas materias tengo que aguantarte? — Le digo de forma seca.
Veo que sus puños se ponen blanco de tanta fuerza.—En laboratorio, matemática, ciencias, biología, ¿Por qué? — Me pregunta.
—Nada, solo para saber cuántas horas de tortura tendré al día — Le respondo.
En esas me sujeta de la mano y hace presión, sintiendo un dolor terrible que me hace retorcerme, pero en silencio.
— ¡Pues te la aguantas y reza para que esta tortura no sea más insoportable de lo que deberías aguantar! — Trago mi saliva con dificultad al escucharlo.
Me doy vuelta y me fijo en su rostro serio y tenso, lo cual me tomo por sorpresa. Sólo esperaba que suene el timbre para salir corriendo, literalmente hablando.
Toca el timbre y me levanto, salgo corriendo en el pasillo y me tropiezo con alguien, era el amigo de mi amiga. Ambos caemos, pero para mí desgracia el cae encima de mí.
— ¡Guau! —Digo, está bastante pesado, parecía que me había caído una avalancha de nieve
— ¡Ethan! — Le digo, el me mira y sonríe con una cara juguetona.
— ¡Hola preciosa! — Me dice y por poco no me besa.
Su mirada era intensa, no podía evitar mirarlo a los ojos y quedar embelesada con ellos. Él aprovechando eso, es cuando estaba a punto de besarme, pero lo sacan de mí y veo esa mirada del chico. El «ogro» me fulmina a mí y a Ethan con la mirada, los nervios me estaban carcomiendo, pero reaccioné y salí de esa situación vergonzosa.
No sabía qué hacer, por lo cual fui en busca de Jessica y la encontré en la cafetería. Llegó ante ella muy agitada.
— ¿Estás bien? — Me pregunta.
—La verdad no, no me siento bien — Respondo con los nervios de punta
— ¿Puedes ir a buscar mi bolso? Lo dejé en clase, y la verdad no quiero ir por favor yo misma — Menciono en tono de súplica.
—Está bien, está bien, tu espérame en el sanitario o en la biblioteca yo te llevare tu bolso.
— ¡Te espero en la biblioteca! — Le digo con firmeza.
Luego de unos minutos la veo entrar a la biblioteca, tomó mi bolso y me despido de ella, no sin antes darle un abrazo de agradecimiento.
Voy caminando con prisa, la verdad no quiero estar aquí, y menos con este chico, es totalmente bipolar y extraño.
Iam...Veo que mi luna sale corriendo, salgo tras ella debo detenerla, pero vaya sorpresa me llevo al encontrarla. Tenía encima a Ethan, y en ese momento sentí que mi sangre hervía, pero me tuve que comportar porqué estaba antes muchos humanos.¡No sé cómo! Debe ser por la rabia que contenía que de un solo tirón lo quité de arriba de ella y la miré fijamente, después dirigí mi atención a Ethan.— ¡Te dije que te alejaras de ella! — Le reclamé con furia, mientras mi luna aprovechó ese momento para salir corriendo.« ¡La volví a perder de vista! ¡Maldición!»Me quejé.— ¡Vamos hermanito! Sé que a ti no te gustan las humanas, está oportunidad no la desaprovecharé — Me dice en tono de engreído.Al e
Deyanira.Estoy tan confundida y desorientada, perdida en mis pensamientos cuando escuchó sonar mi celular. Me despabilo y veo que es Jeremy, decido responderle.— ¡Hola mi amor, no he dejado de pensar en ti en toda la semana, te llamo para avisarte que en unos días estaré allí! — Esto me coge de sorpresa, no lo esperaba.— ¡Esta bien! — Siento como la línea es cortada inmediatamente.«Pero que idiota soy, dime tonta ¿Has olvidado del engaño que te hizo un día antes de intentar casarte con él?»Me reñí.Me recuesto, pero no logro pegar un ojo. Luego de un tiempo y mil vueltas en la cama, me quede dormida. Mañana iré a pasear algún lugar, con suerte encontraré un trabajo por aquí. Me levanto a la media noche porque estaba helando, sentí un frío inf
Iam.Después de lo sucedido en el salón me decido a seguirla y la veo que entra al sanitario, estaba tan molesto que no me importó si era sanitario de hombres o de damas, sólo quería darle una lección por atreverse a desafiarme. Entro y la veo en frente del espejo, la sostengo del brazo y le hago salir un gemido de dolor. La miro en los ojos y le advierto, sé que estaba tan asustada que me gusto ver esa mirada de miedo en sus ojos. Luego de esa advertencia me salgo afuera y pienso« ¿Por qué me duele ver sus lágrimas?».Sin embargo, a la vez me gusta verla sumisa, sentirla tan asustada que me llena de tanta seguridad que no controle mi irá y golpeo la pared dejándole un hueco. Me recuesto ahí esperando que salga del baño, para mi asombro veo venir a mi hermana.— ¿Qué haces aquí? —pregunto asombrado.
Deyanira.No descansé bien después de lo sucedido ayer, por lo que preferí avisar al instituto que no iría. Me voy a quedar en la casa y tratar de calmar mis nervios, busco mi cámara en la habitación y reviso si está preparada, me dispongo a dar un pequeño paseo y ver si hay alguna librería por aquí para comprar un libro de verdad, necesito despejarme. Después de todo tengo algo de suerte, no muy lejos diviso un lugar con estantes inmensos llenos de libros. Al entrar suena una pequeña campanita y una anciana sonriente, aunque de aspecto un poco raro, me recibe.— ¡Buenos días joven! ¿Qué deseas? — Me pregunta.—Necesito un mapa de esta ciudad, ¿Tendrá alguno disponible? —Pregunto con toda confianza.— ¡Claro que sí! — Me da la espalda acercándose a un estante d
Deyanira.Al pasar la mañana, decido ir de vuelta al lago tan hermoso que encontré. Preparo mi cámara y veo que el clima está un poco despejado, así que voy rumbo al lugar.He llegado al lago un poco agitada y cansada, por lo que me siento en un tronco mientras veo pasar con mucha fuerza el agua. No dejo de admirar dicha belleza, pero luego me viene a la mente la imagen de aquel chico y se me estremece todo el cuerpo.«Ni modo»me digo«mañana volveré a mis actividades al instituto y si es preciso, pediré el cambio de materia, pero no dejare que me intimide un chico que ni siquiera conozco».Al pasar la hermosa tarde, me pongo a explorar el lugar a mis anchas. Noto un enorme tronco que hace como un puente, pero al ver que el tronco tenía escarcha supe que estaría resbaladizo, así que dudo en si cruzar o no. Vuelvo al tron
Iam.— ¿Hueles lo mismo que yo? — Me dice Jacob.—Claro que sí y no me gusta esto. ¿Verificaste su casa?—No Alfa, bueno vayamos para allá.Él me sigue hasta que llegamos a su casa, entro por la ventana y al instante huelo el mismo aroma del vampiro que estaba aquí, ¿Pero qué rayos sucede?Me pregunto, por lo que decido llamarla al celular y escucho su celular que proviene de la cocina, de la rabia solo puedo gritar.— ¡No puede ser!A lo lejos, veo colgar en la puerta la chalina de ella, lo olfateo y me dispongo a rastrillar la zona. Le digo a mi beta que organice algunos hombres y la encuentren, que levanten hasta las piedras si es necesario, pero que la encuentren.—Ya pasaron varias horas y nada que la encontramos — Dice Jacob.La rabia me consume, por lo que empezaba a desesperar por lo que busco a mi hermana para preguntarle si la
Deyanira.Al escuchar esas palabras duras me recuesto en la cama nuevamente, él me mira con una mirada desafiante.— ¿Dónde estoy? ¿Quién eres? ¿Qué hago aquí? — Comienzo a preguntar tratando de no perder la calma que aún había en mí— ¡No, espera! — Exige— Son muchas preguntas de una sola vez, en primer lugar, llamo Iam Word y somos compañeros de clase. Caíste en el lago por lo que te rescataron de una muerte segura, y estas aquí porque yo lo he decidido que aquí te quedarás — Vocifera mientras que me observa detenidamente.Me tenso al escuchar tal afirmación, decido levantarme por segunda vez y esta vez me paro firme, sin caerme ni trastabillar. Camino y me dirijo a la puerta sin mirarlo a la cara, antes de alcanzar la puerta ciento como me agarran de la cintura y me hac
Deyanira. Al día siguiente me desperté por el sol que me tocaba en la cara, me asomo a mirar si Iam estaba y no, no estaba me relaje un poco más me ducho, me pongo de nuevo la misma ropa, voy camino a la puerta, para mi sorpresa está cerrada con seguro, me enoja voy hacia las ventanas pero estas para mi júbilo no estaban con seguro abro y miro hacia abajo veo un enorme árbol al costado de la ventana «Esto me ayudara a bajarme cuando logre a averiguar cómo escapar de este infierno». — ¡Esta lista para dar un paseo conmigo! — Comenta sonriente «me da alegría poder salir de aquí» — ¿Que esperamos? — Respondo de manera segura.Nos dirigimos hacia la puerta principal y veo un hermoso jardín, me recuesto en ella «¡Libre por fin libre!». — ¡Por fin! — Digo con alegría ella solo sonríe, me pongo pensativa y miro el claro cielo. —Te quería hablar de mi hermano, mir