“Son dos bebés, pero su estado de salud no es bueno, si no se cuida puede afectar gravemente su embarazo, ahora el cuidado debe ser mucho más estricto ya que son dos bebés, necesita seguir las indicaciones y comer correctamente”.
“Lo haré doctor, mis bebes son lo más importante para mí”.
Ese día todo cambió para Amelia, decidió fortalecerse y cuidarse ahora ella lleva a dos pequeños que necesitaban de una madre sana, quería que nacieran con buena salud y todo dependía de ella. Con el paso de los días sus náuseas desaparecieron y su salud mejoró su estado de ánimo era mejor.
Por su parte Lázaro junto con Teresa se fueron a vivir a México para empezar a grabar, la intención de Lázaro era recuperarse económicamente y poder darle al bebe que tendría con Teresa una buena calidad de vida.
Dalia respiró profundo y pensó por un momento. “No necesito pensarlo más, es mejor si tú vas y ayudas a papá, pero por favor no seas dura con Elías, simplemente lo nuestro no funcionó”. “Y sigues defendiéndolo”. Dania le dijo molesta. “Hermana, por favor es lo único que te pido, no lo lastimes”. “Está bien, está bien, haré lo posible, pero esa mujer no se me escapa, ya verá que no debe meterse con una Montenegro”. Se escuchó la puerta de la entrada era Jonny y Daniel que regresaban temprano del trabajo. Jonny solo saludo y se retiró a su recamara. “Hola hermosas, ¿Ya comieron?”. Preguntó Daniel. “Estamos esperando que llegue el
“¡No!, eso no, no estoy de acuerdo”. Jonny le dijo enojado. “¿Por qué no?, es mi hermana y se quedará aquí, ¿A quién más le puedo pedir esto?”. “Dania yo…” “Nada de Dania, hazlo por mí, si me prometes que la cuidaras estaré más tranquila”. -Dania me pones las cosas tan difíciles…- pensó Jonny y suspiro. “Está bien, la cuidare y la llevaré a conocer, todo lo haré por ti”. “¡Excelente!, ¡Gracias!, terminemos de comer para hablar en casa con el abuelo y Daniel”. Cuando llegaron a la mansión, Dania habló con todos en casa, la mayoría no estaba muy de acuerdo, pero sabían que ella igual lo haría, su decisión estaba tomada. Solo le pidieron que tuviera cuidado y pensara antes de a
“Jonny observó a Joel y le dijo. “Quiero conocer la compañía, ¿Puedo ir contigo?”. “¿Por qué quieres hacer eso?”. Preguntó Joel confundido. Dania también lo observó. “Solo me gustaría saber quién es ese tal Elías”. “Por Dios Jonny, ¿estás celoso porque viviré con él?”. Dania se río mientras le decía. “No es eso, solo tengo curiosidad”. Jonny expresó mientras se rascaba la nariz un poco apenado. La idea era conocer al esposo de Dalia. “No veo ningún problema, vamos después de instalar a la nueva Dalia en el hospital”. Joel aceptó y salieron los tres a prepararse. Ya en el hospital, Dania estaba lista para empezar a suplantar a su hermana, ella pintó su cabello al color
“Cuando el auto chocó al taxi, golpeó directamente la puerta donde venía la Sra. esto hizo que ella se golpeara con el vidrio directamente en la cabeza, el fuerte golpe provocó la amnesia selectiva”. “¿Amnesia selectiva?”. “Si, ella olvidó una parte de su memoria y las personas que conoce, pero las funciones principales y necesidades básicas están intactas”. “¿Es eso posible?”. “Desgraciadamente el cerebro humano está en investigación constante, siempre habrá interrogantes de cómo funciona, lo que recomiendo es que descanse hoy aquí para tenerla en observación y mañana por la tarde puede irse a casa, no tiene fracturas, solo es el golpe en la cabeza y algunos raspones”. “Quiero trasladarla a otro hospital más equipado”.
(Nota: a partir de aquí al referirse a la *Dalia* en México estamos hablando de Dania que está usurpando su lugar). Dalia solo lo observó con una media sonrisa, era la primera vez que los veía sabía muy poco de ellos. “Dalia, hija ven a abrazar a papá”. Lázaro extendió la mano para que Dalia la tomara y se acercara. En ese momento Dalia lo observó detenidamente, días anteriores no tuvo el tiempo de meditar sobre su padre, solo tenían una conversación corta y algo simple, nunca la abrazo o demostró algo de cariño hacia ella, pero hoy le estaba pidiendo que lo abrazara, estaba sumamente nerviosa, algo en su corazón dolía, a quien él quería abrazar era a su hermana y no a ella. Ella caminó hasta Lázaro que estaba sentado en el sillón más grande de la sala, tomó
“Oye Dalia, mañana iré a firmar el contrato para mi nuevo programa en VIKCOMPANY, seré productora y conductora, se que me dirás que no, pero me gustaría que trabajes en este proyecto, ¿Cantarías conmigo?”. “¿Yo?”. Dalia se extrañó, sabía tocar la guitarra y el piano, pero solo era por diversión, nunca se le ocurrió ser cantante ni mucho menos conductora de un programa. “Vamos Dalia, se que te da pena, pero es una gran oportunidad para ti, deja ya de tener miedo”. “En verdad no es eso, no recuerdo mucho de música, ¿Recuerdas que perdí la memoria?”. Dalia le dijo sarcásticamente mientras apuntaba su cabeza con un dedo. Azucena abrió mucho los ojos y asintió. “Perdón, pero necesito tu ayuda”. Ella se acercó a Dalia y la miró con cara triste y las manos unidas rogando.
Jonny sonrió muy feliz al escuchar eso. “¿Cómo va todo en la empresa, Daniel y el abuelo ¿Cómo están?”. “Todo bien Daniel ha ejercido su carrera muy bien en la compañía y el abuelo sigue en sus terapias y al parecer salió con la señora que conoció”. “Eso es genial, debes investigar quien es la señora y de qué familia viene y me lo cuentas todo”. Jonny se río. “Está bien lo haré”. “Mi hermana Dalia ¿Cómo está?, ¿salieron a algún lugar?”. Jonny suspiro. “Tengo mucho trabajo estos días y no he podido llevarla”. Jonny me prometiste sacarla a conocer, ella se aburrirá en la mansión”. Lo
Dalia lo observaba detenidamente. “¿Te aburres conmigo?”. “No, no, como crees, no es eso. Contigo… es un sentimiento de paz que me gusta disfrutar, tu forma de hablar, tu voz me hace sentirme tranquilo, me recuerdas un poco a mi madre, tu personalidad es muy parecida a ella”. Mientras hablaba Jonny miraba a lo lejos el paisaje. “Me gustaría conocerla”. Jonny sonrió y la observó a la cara. “Ella ya no está, murió de cáncer”. “Lo siento mucho”. Dalia tomó su mano para consolarlo. Jonny puso su otra mano encima de la de ella dándole un apretón. “No te preocupes ya han pasado años de eso, estoy bien ahora”. Se quedaron en silencio durante un rato mirándose uno al otro, sin decir