Se escuchó el monitor…
“Doctor, hay mucho sangrado”.
El doctor se acercó y empezó a auxiliar, Rose perdía poco a poco el conocimiento antes de cerrar sus ojos susurró. “Cuida a mi Azucena”.
Víctor le gritaba. “Rose, Rose, no te vayas, aguanta, Rose por favor”.
Trataron de salvarla, pero fue inútil. Sacaron a Víctor de la sala porque estaba histérico gritando, afuera Lázaro lo detuvo junto con el Sr. Carlos y el solo se dejo caer al suelo, llorando y repitiendo el nombre de Rose”.
Amelia negaba con la cabeza y sollozaba fuertemente en la silla. No entendía porque pasaba esto, Rose se había ido… su amiga se fue y dejó a una bebe. Le dolía ver a Víctor en ese estado.
&nbs
Tiempo después la grabación del disco de Lázaro no se realizó, esta vez todo el proceso tuvo dificultades, el padre de Amelia movió influencias para obstaculizar a Lázaro, pero nuevamente el no menciono nada a Amelia, no quería que ella siguiera triste por la situación de que su padre no lo aceptaba, hasta que un día Teresa la citó en un café para hablar con ella. “Bueno, dime que necesitas” Dijo Amelia. Teresa tomó un sorbo de su café y con una pequeña sonrisa lamentable le dijo. “Solo estoy aquí por Lázaro, no busco madamas”. Amelia escuchaba sin decir nada. “Sabes sobre el nuevo disco, ahora estamos buscando una disquera independiente, pero hemos tenido muchos inconvenientes…” Amelia seguía en silencio.
Amelia se sentó en el sillón al lado de él, empezó a llorar, estaba tan cansada de las presiones de la empresa y el discutir constantemente con su padre sobre esta situación. “Lázaro lo siento, lo siento mucho, es mi culpa mi papá no permite que estemos juntos”. Lázaro suspiro y beso su frente.“No te lo dije porque no quería que te pusieras así, son suficiente los problemas que tienes”. “Pero tu estas sufriendo aún más, si no te dejan grabar que haremos”. Lázaro la abrazo. “Lo resolveremos, no te preocupes, juntos somos muy fuertes, ya pensaremos en algo”. Se abrazaron durante un rato y decidieron pedir comida a domicilio. Cuando ya estaba servida en la mesa y empezaron a comer, Amelia solo jugaba un poco con su comida,
Amelia asintió no podía creerlo, la sorpresa de su cara cambió a una gran sonrisa. -Un bebe, mío y de Lázaro, pero nos cuidamos… ¿Cómo pasó?, bueno no importa eres bienvenido a nosotros bebe y te amaremos con todo el corazón, tu papá y yo te protegeremos-. Pensaba mientras acariciaba su vientre, quería llamar a Lázaro y contarle, pero la mejor manera de hacerlo era personalmente, decidió esperar a que él regresara. ……………………………………………………………… En otro lugar… Mientras Lázaro se presentaba en el programa, Teresa atendía una llamada de su primo Raúl. “¿Qué noticias me tienes?”. “No vas a creerlo, Amelia ya no es la presidenta de la compañía, al parecer el papá regresó dejándo
“No te preocupes papá sé lo que tengo que hacer”. Ella salió del estudio y fue a su habitación a empacar su maleta para irse al departamento de Lázaro, ya no había vuelta atrás decidió luchar junto con el hombre que amaba, ahora no solo eran ellos había un bebe en camino. Cuando bajó las escaleras su padre estaba cenando, él vio la maleta de Amelia y se paró al instante para detenerla. “¿A dónde vas Amelia?”. Preguntó con pánico en su rostro. “Tome una decisión, me iré con Lázaro, puedes hacer con la empresa lo que te dé la gana, Lázaro y yo resolveremos todo lo demás”. El padre de Amelia gritó. “¡No puedes irte!” pero en un instante su voz cambio “No puedes… no puedes”. Y cayó al suelo. “¡Papa!”. Amelia soltó la maleta y corrió a asistir a su padre. <
Ella lo rechazó. “Si no vengo a verte, como me entero de la relación tan buena que tienes con ella”. Amelia observaba a Teresa molesta. “Amelia no entiendo ¿Qué pasa?”. Lázaro la observó confundido. “Necesitamos hablar, te esperaré en el departamento”. Ella salió de la oficina sin mirarlos de nuevo. Lázaro extrañado miró a Amelia que se alejaba y vio a Teresa confundido. “Creo que malinterpreto nuestro abrazo, lo siento Lázaro, deberías ir con ella”. Lázaro asintió y salió a buscarla. Teresa se quedó en la oficina con una sonrisa siniestra mientras pensaba. -Todo va según el plan, pronto tendré a Lázaro sólo para mí-. Lázaro sal
En el departamento de Lázaro Teresa limpiaba la sala y terminaba de cocinar para Lázaro. Con un fuerte dolor en la cabeza Lázaro se sentó en el sofá. “¿Por qué estás aquí otra vez Teresa?”. “Volviste a emborracharte, no podía dejarte así, eres el padre de mi hijo y eres mi amigo, tengo que apoyarte”. Teresa le sirvió un plato de sopa caliente y se sentó a su lado. “Lázaro, debes terminar con esto, solo te estas haciendo daño, Amelia no va a volver a ti”. “Yo sé lo que hago Teresa, no te involucres”. “Lázaro me interesa, sabes que ya no hay dinero, mientras tú la buscas a diario yo tengo que luchar por encontrar trabajo para nosotros”. “Son dos bebés, pero su estado de salud no es bueno, si no se cuida puede afectar gravemente su embarazo, ahora el cuidado debe ser mucho más estricto ya que son dos bebés, necesita seguir las indicaciones y comer correctamente”. “Lo haré doctor, mis bebes son lo más importante para mí”. Ese día todo cambió para Amelia, decidió fortalecerse y cuidarse ahora ella lleva a dos pequeños que necesitaban de una madre sana, quería que nacieran con buena salud y todo dependía de ella. Con el paso de los días sus náuseas desaparecieron y su salud mejoró su estado de ánimo era mejor. Por su parte Lázaro junto con Teresa se fueron a vivir a México para empezar a grabar, la intención de Lázaro era recuperarse económicamente y poder darle al bebe que tendría con Teresa una buena calidad de vida. CAPITULO 45 MIRADA DESICIVA
Dalia respiró profundo y pensó por un momento. “No necesito pensarlo más, es mejor si tú vas y ayudas a papá, pero por favor no seas dura con Elías, simplemente lo nuestro no funcionó”. “Y sigues defendiéndolo”. Dania le dijo molesta. “Hermana, por favor es lo único que te pido, no lo lastimes”. “Está bien, está bien, haré lo posible, pero esa mujer no se me escapa, ya verá que no debe meterse con una Montenegro”. Se escuchó la puerta de la entrada era Jonny y Daniel que regresaban temprano del trabajo. Jonny solo saludo y se retiró a su recamara. “Hola hermosas, ¿Ya comieron?”. Preguntó Daniel. “Estamos esperando que llegue el