Robert le colocó la argolla a Dania uniéndolo con el de compromiso que hace algunos meses atrás le había entregado Robert, era hermoso su diseño era único tenía un gran diamante azul en el centro y alrededor piedras blancas incrustadas, al unirse la argolla y el anillo de compromiso formaban las iniciales de Robert y Dania.
Ella miró a su madre y le sonrió agradeciendo, Amelia le devolvió la sonrisa, eran piezas con diseños de Amelia que Robert le pidió.
Al terminar la ceremonia todos fueron a la mansión de Robert, estaba totalmente decorada, flores y adornos por todos lados cubrían las paredes y el jardín del lugar, en las mesas redondas los invitados comían aperitivos y platicaban amenamente, Dania y Robert saludaban a los invitados mientras Robert llevaba a Max en brazos, ahora el niño ya registrado como Maximo Anderson Montenegro.
Era un día soleado en California, los gritos efusivos de la gente llenaban el auditorio en donde se realizaba una ceremonia de graduación, Daniel un joven de tez clara y ojos claros subía los escalones para exponer el discurso por ser el mejor de su generación. Al terminar la ceremonia Daniel hablaba con su hermana Dania, ella le informaba sobre la condición de su abuelo que estaba hospitalizado. “Gracias hermana, pronto estaré con ustedes, papá regresará también para la exposición, estaremos juntos de nuevo”. Él sonreía mientras hablaba. “Adiós”. Tras guardar su teléfono dos chicas se acercaron sonriéndole nerviosas. “Daniel”. Una de ellas de tez clara y bello rostro que llevaba la toga lo llamó. “¡Felicitaciones! te graduaste con honores, tu familia debe estar orgu
Salió a los pasillos de la casa buscándolo y lo encontró besándose con la prima de Adelaida, el negó con la cabeza y lo iba a llamar, pero Adelaida llegó primero y se llevó a su prima. Giro y se encontró con la mirada de Daniel. “Bueno… es una gran fiesta ¿No crees amigo?”. Daniel sonrió. “Iré al baño y después nos iremos”. Mauricio asintió y salió al salón, Daniel caminó por el pasillo buscando los baños, cuando escuchó a una mujer hablar. “¿Qué crees que haces, ese chico es un muerto de hambre?”. Adelaida le decía a su prima. “Pero viene con Daniel ese chico que te gusta, no me dijiste que es rico y dueño de una gran empresa”. Adelaida miro a todos lados antes de decirle. “Solo Daniel es el importante, su amigo es pobr
Años después Bertha de tanto trabajar y sufrir con un esposo alcohólico, se enfermó, murió al no tener suficiente dinero para poder operarla, Miguel se enfrasco más en la bebida, tanto que Carolina que ya era mayor tenía que salir a trabajar para traer comida a la casa y cuidar a su hermano Miguel que en ese entonces era muy pequeño. Carolina conocía la historia porque su padre se la contaba cuando estaba muy ebrio. Siempre le repetía que nunca buscara a su familia porque ellos eran malas personas por ser ricos y que si algún día los encontraban le quitarían la custodia de Miguel y de ella que, en aquel entonces, Carolina todavía era menor de edad, por esto ella y Miguel llevaban los apellidos de su madre. Ahora que Carolina era mayor de edad lo único que pedía es nunca encontrarse con la familia de su padre… Los Castell, famosos abogados en el país, ella sol
Convivieron los siguientes días y fue conociendo a su hermana Dalia, era una chica tímida todo lo contrario de Dania. En la mansión se hablaba de la nueva amiga de su abuelo, al parecer la había conocido en el hospital cuando iba a su rehabilitación, su abuelo ahora se veía feliz y más sonriente, Daniel solo les dijo. “Nunca es tarde para tener pareja, creo que el abuelo siempre se ha sentido solo”. Ese día Daniel decidió salir con Mauricio al bar, así como comentó lo del abuelo, él se sentía igual, solo… Mauricio le dio un codazo para que viera a las chicas que conversaban y los observaban sonriendoles, él hizo una seña para que ellas se acercaran, charlaban, bailaban y se divirtieron toda la noche, pero no eran el tipo de mujer que buscaba Daniel, era niñas ricas de ropa muy cara que solo hablaban de las posici
Carolina iba feliz, conoció a un chico muy guapo que trabajaba en la misma empresa, podrían verse seguido, era muy amable y carismático, ella quedó flechada por él. Al día siguiente le contaría a su amiga María lo que le paso con el chico guapo y harían una búsqueda de él y a qué departamento pertenecía, María tenía acceso a los empleados en el comedor ella lo buscaría entre todos, con las señas que su amiga le dijo. En la cena con la familia, Daniel notó extraño a Jonny, miraba mucho a Dalia y sonreía como tonto, cuando subió para descansar escucho una conversación entre ellos sin querer y esto lo molesto, se acercó a Jonny cuando Dalia entró en su habitación. “¿Oye no crees que estás algo extraño con mi hermana?”. Discutió un poco con Jonny hasta que le advirtió que no lastimara a sus hermanas, se fue a su habi
Dalia se marchó con Robert y Daniel giró para ver a Carolina, esta se exaltó cuando Daniel la tomó del brazo y la llevó de nuevo a la oficina cerrando la puerta. Ella no tuvo tiempo de reaccionar cuando ya estaba en los brazos de Daniel, la abrazaba fuerte tratando de controlar su enojo < ¿Qué pasa con este hombre?> pensaba ella apenada. Daniel la soltó solo para tomar su barbilla y decirle. “¿Te asustaste?”. Ella asintió sin hablar con los ojos muy abiertos. Él sonrió por sus gestos. “Lo siento, ese tipo daño a mi hermana, me la debía”. Carolina solo afirmó con su cabeza. Miraba sus ojos color miel y le dijo. “Eres tan linda”. Y después de decir eso la beso.
“Daniel, te extrañé, pensé que me llamarías”. Ella le dijo coqueta, Carolina frunció el ceño miro a Daniel quien le sonrió nerviosamente, después salió de ahí lo más pronto que pudo. Adelaida miró a Daniel y luego a Carolina. “¿Creo que se molestó? ¿Es una empleada de la compañía?”. Ella quería saber sobre ella. Daniel sonrió. “Si, es la asistente de mi hermana y es mi novia”. Adelaida asombrada trató de controlar sus emociones. Pensaba. -¿Cómo que novia? ¿A qué hora paso? Solo lo dejé por unas semanas y ahora tiene novia… y es una chica insignificante-. Ella trató de calmarse. “Bueno mis padres me mandaron a negociar ser socios, me gustaría presentarte nuestras propuestas y en que se beneficiaría la compañía”. Daniel ob
Ellos forcejeaban y Miguel lloraba, de repente su padre soltó la botella y se abrazó para caer al piso. Ambos hijos gritaron. “Papá”. Horas después Carolina estaba sentada en las sillas del pasillo en el hospital abrazando a su hermano, llegó María y su madre, consolándola. “María fue mi culpa, me vio con Daniel y se enojó”. Ella le explicaba a su amiga entre sollozos muy angustiada. La madre de María tomó a Miguel abrazándolo estaba muy asustado. María no soltó a Carolina tratando de consolarla. “Tranquila Caro, veras que estará bien tu papá, estoy aquí contigo”. Después de un rato Carolina se calmó, la madre de María se llevó a Miguel a dormir en su casa y María se quedó acompañar a Carolina. Ella le contó todo lo que