Paula Estoy en el patio viendo a mi pequeño jugar en la arena del parque que le ha regalado su papá, me saluda a cada rato y sonrío, me encanta verlo tan libre. Aumenta la felicidad que siento hoy, pienso en que esta salida de novios que he tenido con Lu ha sido una de las cosas más emocionante que he hecho en mi vida, me he perdido de mucho la verdad. Mas, no me arrepiento, tener a mi hijo también es una de las cosas más divinas que he logrado. Aunque no voy a mentir, claro que he reflexionado en cómo hubiese sido sin Lucían unas cuantas veces. Y rio, porque sé que de seguro sería la misma chica aburrida, sosa, que solo se dedicaba a estudiar sin detenerse a ver a un chico, porque sencillamente, se sentía fea. Y es posible que, de no haber existido embarazo, le hubiese escondido a mi madre que tuve mi primera vez, por vergüenza. Sin contar que quizás, nada más que quizás, ese asqueroso nunca hubiese puesto sus manos en mí, ya que no lo hubiese conocido o quizás sí. Es por esa cantid
PaulaCuando cuelga me dice que la consulta será en dos días y eso me hace botar el aire de mis pulmones con fuerza, pero está hecho. Solo asiento con la cabeza y le pido que haga algo conmigo para despejar, no duda en decir que sí. Así que estiro mi brazo para agarrar un libro, que encontré en su biblioteca temprano en la mañana curioseando. Le pido que lo leamos juntos, “El donante”, me parece superinteresante el título y la sinopsis. Al parecer le encanto la idea, porque me arrebato el libro de las manos y acomodándose comenzó a leerlo en alta voz. Su tono de voz me encanta, así que solo pongo mi cabeza en su hombro y me dejo llevar. En algún punto me dormí, porque siento que me mueven la pierna y busco a ver que es.—Cariño, ¿tienes hambre?—Umju, ¿qué hora es?—Las dos de la tarde, ya el niño almorzó y está entretenido con la abuela.—Voy a darme un baño, me siento aún cansada.—Ve y yo traeré el almuerzo aquí, ¿qué te parece una pizza?Sonrío, me encanta la idea por lo que asient
Paula Al siguiente día: Despertamos temprano para ir a ver las escuelas, el niño no está muy convencido, debido a su mala experiencia. Pero entre los tres adultos que lo criamos, lo hemos convencido de que se abra a la posibilidad de conocer primero antes de negarse por completo. Por suerte ha aceptado, no muy convencido aún, pero lo importante es que acepto. Hemos estado un buen tiempo visitando los colegios y al final Lucían escogió uno que tiene clases de arte incluidas. Lo cual no me extraña para nada, es lo que más ama en el mundo y me alegra que se abrace a ello. Por suerte, la maestra es muy dulce, bueno, al menos esa es la primera impresión que nos dio. Lo mejor es que, aunque no es su antigua profesora, han logrado conectar mientras han estado hablando y se han entendido. Eso me calma y me siento en paz, por eso y porque Lucas se ha encargado de hablar con la directora. Le ha explicado las cualidades de nuestro hijo y esta nos ha asegurado que todo irá bien, que aquí hay p
LucasYa con todo el asunto de nuestro hijo y su educación cubierto, pasamos al próximo paso. El cual me pone bastante nervioso, ya que hoy iremos a ver al psicólogo y solo pido que ella pueda relacionarse con este especialista sin problemas. Es que en serio necesita ayuda, su cuerpo está teniendo reacciones que ella no puede entender y yo no puedo ayudarla en eso.De hecho, ayer hablé sobre este punto con Ramón Cruz, el doctor que la vera hoy. Este me confirmo lo que ya temía, que sus ataques provocan sobrecarga en su mente y por supuesto también en su cuerpo. Aunque para mí, había algo más ahí, podía sentirlo. Sus reacciones en nuestros encuentros íntimos me lo decían, los poco que teníamos, no eran normales. Más de una vez vi en sus ojos dudas, nerviosismo y… ¿Confusión? Pienso en nuestra única noche juntos, cuando pensé que estaba fanfarroneando y quizás no me equivoque.Le dije esto también al doctor y según él, puede haber varias causas para su comportamiento. Claramente, la pri
PaulaNo sé qué pasa con Lucas, pero lo siento algo nervioso, quizás es por mí. Lo cual no me extrañaría, ya que estoy igual al no saber cómo será. Por lo que ha dicho es un hombre y lo ha ayudado a él, así que eso me da cierta confianza. Por otra parte, Lu estará afuera todo el tiempo, si me siento incómoda o siento miedo solo tengo que gritar. No espera, puedo defenderme, ¿para que tome clases de defensa si no? En fin, ya veremos lo que pasa cuando esté en el lugar.Al cual llegamos unos quince minutos después y debo reconocer que el ambiente es bastante agradable. Incluso el cuarto del médico tiene como una paz agradable, aunque me ha dejado estar callada por cinco minutos completos mientras anota algo en su libreta. Me concentro en él, es un hombre alto, trigueño y… ¿Apuesto? No me lo espere así, la verdad creí que sería un gordito, calvo y con barba. No es que no me agrade este tipo de persona, pero juro que ese fue el retrato que me hice del doctor Cruz, el cual acaba de mirarme
LucasHace dos meses que empezamos con las consultas y las cosas han ido mejorando. Aunque al principio quería ser yo quien le contara todo lo relacionado con lo sexual, es cierto que, para conocer su propio cuerpo, necesita de alguien que lo entienda mejor. Mi punto de vista no es tan acertado como el de ellas mismas, supongo.En fin, que ha sido interesante, eso no lo puedo negar. Luego de las consultas, le han dejado algo así como tareas y disfruto mucho cumpliéndolas, aunque en la mayoría termino ayudándome yo mismo, pero al menos puedo tocarla mucho más. Al principio fue con ropa, debía probar zona a zona cada día para que ella reconociera que le causaban. Primero el roce con la palma de las manos, luego con los dedos y así las distintas formas de complacer cada parte. Morder o pasar la lengua por ropa a veces es algo duro, pero bueno, todo por ella.Pero ha sido interesante ver sus reacciones, sus ojos y como me describe que va sintiendo cuando hago una acción u otra, es condenad
PaulaDesde que conocí a Devora hace seis meses, todo ha cambiado, lo que al principio empezó con timidez, ahora ha dado paso a una chica ávida de conocimiento. Ahora solo llegó, ocupo mi puesto y pregunto hasta lo más mínimo a la sexóloga. Ella es igual al Dr. Cruz, alguien relajado y centrado en su profesión.Capacitado para enredarte en su telaraña de palabras y desarmarte sin que te des cuenta. Además, de que te crea deseos por conocer, quiero aprender todo lo que pueda y con gran paciencia me explica. Es que en serio, desde que hemos probado Lucas y yo con los guantes, mi vida ha cambiado. Me pregunto cómo he podido perderme de tanto mi Dios y eso que aún no he tenido el plato principal.Hasta mi madre dice que tengo un brillo distinto, que me ve más alegre y es cierto, me siento diferente, quizás más… libre. No es que todo sea color de rosa, claro, aún tengo mis escarceos con la ansiedad y últimamente las pesadillas están siendo un poco pasadas de lo normal. Cuando despierto esto
LucasEstoy feliz porque mi mujer al fin se abrió a mí y sacó toda esa bola oscura que retenía en su interior. Anoche fue uno de los momentos más difíciles de mi vida, verla temblar y llorar sin fin, oír la historia hizo que mi cuerpo sintiera odio, arcadas y dolor. Solo imaginar su terror, sentir como tiembla y oír su voz quebrada me hace sacar lo peor de mí. Jamás había sentido tantos deseos de asesinar a alguien y que me perdonen por pensarlo, pero quiero encontrarlo y hacerlo pagar de la peor manera. Más porque se atrevió a amenazarla con mi hijo. Pero por ahora nada más me dedicaré a hacerla sentir completa, convencerla de que para nada debe culparse y solo debe dejarse amar.Estoy nervioso, pues esta noche voy a mostrarle algo especial, eso que me libera de este mundo y me deja navegar en nubes de paz. No he dejado de pensar en esto y por supuesto el trabajo ha quedado relegado, me he dedicado a ponerle notas por toda la casa. Cuando termino, siento que necesito tranquilizarme un