RAINER.
Hace mucho que no estaba en la enfermería de Silverstone, pero preferiría mil veces que no estuviera como esta ahora. Algunos licántropos estaba heridos por las mordidas de los vampiro, y como me explico Cam, no existe cura para la mordida, por lo que morirán.
–podemos disminuir el dolor, pero nada más– comento la profesora Bing, una bruja.
El director nos había citado a la mayoría de nosotros aquí, excepto a Leah, Jackson, Kendrick y Diana.
–señorita Donovan, si es tan amable de ayudar a la profesora Bing– hablo el director.
Janett se fue junto a la directora. Cam
AMELIE.–Hola, papá.Aaron Steinfield me miró fijamente.–Hola, princesa.Volver a sentir los brazos de mi padre rodearme el cuerpo fue una de las mejores que me ha pasado. El hombre me apretó con fuerza contra su cuerpo, besando mi cabello.–Mi corazón– susurro acunando mi rostro– no te imaginas cuanto necesitaba esto.Mis ojos se cristalizaron. ¡Dioses!, había extrañado tanto a mi familia, y ahora están aquí.–¿Hay un abrazo por mí? – hab
AMELIE.–Tus tíos favoritos– respondió otra voz.Dirigí la mirada hacia su origen.–Bastian. Kelsey.–¿Cómo está mi sobrinita querida? – Bastian abrió los brazos para recibirme.Corrí hacia él, dejando que me abrazara con demasiada fuerza.–Has estado haciendo de las tuyas, por lo que se– sonrió. –Sin duda eres mi sobrina.–Bastian– soltó Kelsey con reproche, me miro. –¿Cómo estas, A?
RAINER.Amelie salió por la puerta junto a Greg. Nos quedamos en silencio.–Amelie es una Steinfield, no lo puedo creer– Janeth cayó sobre uno de los sillones individuales.–Creo que aún no salgo de mi asombro– comento Kendrick.–creo que nadie ha salido– Cam paso las manos por si cabello. –Definitivamente Amelie y Rainer son la pareja más poderosa de la tierra.–Guerra de Titanesse queda corta con ustedes– soltó Leah. –Una máquina de magia negra y un descendiente de los ángeles, suena a la pareja perfecta.
AMELIE.Podía sentir los nervios de Rainer en mi piel, creo que le estaba suplicando a todos los Dioses por su alma. Se que mi padre y mis tíos son unos sobreprotectores de primera, me ha quedado claro durante años, creo que nunca se imaginaron (sobretodo Aaron) que al dejar ir de su cuidado, me rebelaría tanto.Pero por este chico rompería todas las reglas, y no me arrepentiría.Mamá, Kelsey, Zada y Cassie estaban afuera del estudio, hablando entre ellas. Al notar nuestra presencia nos miraron.–Creo que ahora podremos conocernos mejor– comenzó mamá. – Genevieve Kenner, encantada de conocerte, Rainer.
AMELIE.–Estas bromeando, ¿no?– la incredulidad en la voz de Joshua era notoria.–No, es verdad– los mire a todos. –Entrenaremos con mi familia.–Amelie, sé que a tu familia se le da bien luchar contra ejércitos, pero– comento Leah. –somos adolescentes, no unos malditos superdotados.–Nos patearan el trasero en 3 segundos– soltó Cam. –Tal vez menos.Reí. –Solo quieren que estemos listos, ellos tampoco saben a lo que nos enfrentamos, y es mejor estar preparados.–Algo me dice que se van a ensa&nti
RAINER.–No te lo devolveré, hasta que tengas otra idea que no sea suicida– dije manteniendo en alto el grimorio.–no es una idea suicida, es el plan que teníamos hace un tiempo, Russell creía que ese hechizo nos puede ayudar.–Hace menos de una hora hablamos con Russell y sugirió que buscáramos otra alternativa para combatir a la oscuridad, así que busquémosla.–No tenemos tiempo– salto para intentar agarrar el libro. –Rainer Sanderson, estoy hablando enserio.–Yo también, te he perdido momentáneamente dos veces, no pienso buscar la tercera.
RAINER.–Rainer, Rainer– susurro alguien mientras movía mi hombro, abrí los ojos.–Kelsey– dije, despertando un poco más. –Lo siento.–Estas agotado, es normal– las castaña sonrió ligeramente. –Ten, el café es un buen amigo en estos casos.–Gracias– recibí la taza humeante.–¿Cómo va la herida?–Ya está curada por completo, pero gracias por la ayuda– toque la venda por sobre la polera. –Esa daga ardía como el mismísimo infierno.
AMELIE.–¡No! – grite con fuerza mientras lanzaba uno de los muebles contra la pared.Me lleve las manos a la cabeza, tirando mi cabello desde la raíz.Quema. Rompe. Destruye. Mata.No paraba de escuchar eso, una y otra vez en mi mente.–¡Sal de mi cabeza!, ¡Salgan! –Volví a gritar, dejando que mi magia lanzara cosas a diestra y siniestra.Lograba recordar cada cosa que hice en Silverstone, como les cause dolor a mis amigos y compañeros, como lastime a mi familia, com