RAINER.
Ver a Amelie correr a los brazos de otro chico no es algo muy agradable de ver, pero por la expresión en el rostro de mi novia, y la sonrisa del chico cuando la castaña llego a su brazos, me hace pensar que se conocían en un ámbito más familiar.
–No puedo creer que estas aquí, ¿Por qué demonios está aquí?– dijo la castaña cuando se separó del moreno. –es peligroso que estés en Golden Valley.
–Tranquila, pequeña– le acaricio el cabello –tenemos todo cubierto.
–¡Por los Dioses!– Amelie volvió a abrazarlo.
AMELIE.Observe a mi novio alejarse.–El chico de la cafetería, ¿Quién lo diría?– la voz de Greg me saco de mi trance.O mejor dicho de la espalda de Rainer.–Los Dioses trabajan de manera extraña– comente.Greg rio. –Eso lo sabemos de primera.Mire a mi hermano.–¿Cómo están todos en San Gabriel?, ¿Cómo va Kelsey con el aquelarre?, ¿y las locuras de Isaiah?–Todos estamos bien, tratando
AMELIE.Después de despedirme de Greg y haber aclarado mis ideas llegue a la escuela. Estaba decidida, Greg tenía razón, Rainer tiene derecho a saber quién soy en verdad, a pesar de que de solo pensarlo me aterraba de miedo, sé que puedo confiar en él, después de todo, ya sabe que soy una hereje.Lo busque en su habitacion, pero no se encontraba, note que sobre su escritorio estaban las anotaciones de la prueba de habilidades y el libro que había estado leyendo Jackson.De seguro está en la biblioteca.Camine hacia ella, pensando las exactas palabras que le diría. Cuando lo encontré estaba hablando con Jackson, y tenía un extr
AMELIE.*dos semanas después*Los días habían pasado demasiado rápido, es como si nuestros dioses quisieran que celebramos el equinoccio lo más rápido posible. Greg me había visitado un par de veces más antes de volver a San Gabriel y algo me que reconforto mucho fue que mi hermano se llevó de maravilla con mi novio, y dándonos su apoyo cuando llegara el día que Rainer conociera a mi padre, Aaron Steinfield.Desde que le había contado toda mi verdad, Rainer se ha dedicado a leer más sobre la historia de mi familia, cada día me preguntaba cosas sobre las que leía, pues decía que la versión de nuestra familia podía ser mu
RAINER.Termine de abrocharme la cazadora, mis ojos observando mi reflejo en el espejo de cuerpo completo de la habitación de Amelie. Mi novia salió del cuarto de baño, terminando de amarrarse el cabello castaño en un moño alto.-Después de cuatro lavadas de dientes, creo que al fin logre quitarme todo el sabor a acido- comento mirándome por el espejo.Me gire hacia ella. Tenía claro que no tenía sentido hacerla desistir de su loca idea de ir al bosque, conozco lo suficiente a mi chica para saber que no se quedara sentada sin hacer nada, pero al verla a través del cristal de la puerta, totalmente vulnerable y sin entender que le sucedía, me removió algo en lo
AMELIE.–¿Estas segura de esto?–La verdad no– respondíJackson me miro con inseguridad, y puede que este en lo correcto. Tome la pequeña daga que estaba en el suelo.–Amelie– llamo Rainer mientras detenía mi mano –no quiero que te arriesgues, he leído sobre esto y no muchos lo soportan.–Tranquilo– le sonreí –puedo con esto, lo prometo.Liberé mi brazo del chico y me senté en el piso, ambos castaños se miraron.Después de nuestro gra
RAINER.Confusión.Esta es la palabra exacta que define como me siento ahora, definitivamente sí. Mi mirada aún estaba sobre el profesor Russell mientras sus palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza, ¿un ser poderoso yo?, ¿de qué rayos estará hablando?Mire a la chica de ojos azul verdoso, se veía tan confundida como yo, o quizás más.–¿Qué es lo que sabe, profesor?– pregunto Amelie después del largo silencio.–Los orígenes de ambos, y lo importantes que son en estos momentos– poso sus manos sobre el escritorio. –uste
AMELIE.*dos semanas después*–¿se siente bien, señorita Fields?– pregunto la profesora Gómez.No, no me sentía bien, para nada de bien. Quería gritar, romper, quemar y destruir. Quería descargarme, liberar mi magia.Estas dos semanas había cambiado muchas cosas, partiendo por el hecho del entrenamiento de la magia negra con el profesor Russell, las luchas experimentales que hemos tenido Rainer y yo (a modo de desarrollar sus habilidades), los nuevos ataque de la criatura y las extraña niebla, y la última pero no menos importante, el cumpleaños dieciocho de Cameron.
AMELIE.–Asi que... tienes en tu poder uno de los grimorios más poderosos de magia negra que existe, y para colmo, es de tu abuela– sintetizo Jackson mientras recorría mi habitación. –y planean usar uno de los hechizos de este para detener a la criatura, suena lógico, creo.–pues en palabras simples, si– sonreí sin mostrar los dientes.–no creo que sea buena idea– expreso mi novio.Sabía que dirías eso, chico ángel.Después de nuestro entrenamiento y un descanso sobre el césped lleno de risas, volvimos a la escuela para asearnos antes de q