AMELIE.
*dos semanas después*
Los días habían pasado demasiado rápido, es como si nuestros dioses quisieran que celebramos el equinoccio lo más rápido posible. Greg me había visitado un par de veces más antes de volver a San Gabriel y algo me que reconforto mucho fue que mi hermano se llevó de maravilla con mi novio, y dándonos su apoyo cuando llegara el día que Rainer conociera a mi padre, Aaron Steinfield.
Desde que le había contado toda mi verdad, Rainer se ha dedicado a leer más sobre la historia de mi familia, cada día me preguntaba cosas sobre las que leía, pues decía que la versión de nuestra familia podía ser mu
RAINER.Termine de abrocharme la cazadora, mis ojos observando mi reflejo en el espejo de cuerpo completo de la habitación de Amelie. Mi novia salió del cuarto de baño, terminando de amarrarse el cabello castaño en un moño alto.-Después de cuatro lavadas de dientes, creo que al fin logre quitarme todo el sabor a acido- comento mirándome por el espejo.Me gire hacia ella. Tenía claro que no tenía sentido hacerla desistir de su loca idea de ir al bosque, conozco lo suficiente a mi chica para saber que no se quedara sentada sin hacer nada, pero al verla a través del cristal de la puerta, totalmente vulnerable y sin entender que le sucedía, me removió algo en lo
AMELIE.–¿Estas segura de esto?–La verdad no– respondíJackson me miro con inseguridad, y puede que este en lo correcto. Tome la pequeña daga que estaba en el suelo.–Amelie– llamo Rainer mientras detenía mi mano –no quiero que te arriesgues, he leído sobre esto y no muchos lo soportan.–Tranquilo– le sonreí –puedo con esto, lo prometo.Liberé mi brazo del chico y me senté en el piso, ambos castaños se miraron.Después de nuestro gra
RAINER.Confusión.Esta es la palabra exacta que define como me siento ahora, definitivamente sí. Mi mirada aún estaba sobre el profesor Russell mientras sus palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza, ¿un ser poderoso yo?, ¿de qué rayos estará hablando?Mire a la chica de ojos azul verdoso, se veía tan confundida como yo, o quizás más.–¿Qué es lo que sabe, profesor?– pregunto Amelie después del largo silencio.–Los orígenes de ambos, y lo importantes que son en estos momentos– poso sus manos sobre el escritorio. –uste
AMELIE.*dos semanas después*–¿se siente bien, señorita Fields?– pregunto la profesora Gómez.No, no me sentía bien, para nada de bien. Quería gritar, romper, quemar y destruir. Quería descargarme, liberar mi magia.Estas dos semanas había cambiado muchas cosas, partiendo por el hecho del entrenamiento de la magia negra con el profesor Russell, las luchas experimentales que hemos tenido Rainer y yo (a modo de desarrollar sus habilidades), los nuevos ataque de la criatura y las extraña niebla, y la última pero no menos importante, el cumpleaños dieciocho de Cameron.
AMELIE.–Asi que... tienes en tu poder uno de los grimorios más poderosos de magia negra que existe, y para colmo, es de tu abuela– sintetizo Jackson mientras recorría mi habitación. –y planean usar uno de los hechizos de este para detener a la criatura, suena lógico, creo.–pues en palabras simples, si– sonreí sin mostrar los dientes.–no creo que sea buena idea– expreso mi novio.Sabía que dirías eso, chico ángel.Después de nuestro entrenamiento y un descanso sobre el césped lleno de risas, volvimos a la escuela para asearnos antes de q
RAINER.Hace mucho que no estaba en la enfermería de Silverstone, pero preferiría mil veces que no estuviera como esta ahora. Algunos licántropos estaba heridos por las mordidas de los vampiro, y como me explico Cam, no existe cura para la mordida, por lo que morirán.–podemos disminuir el dolor, pero nada más– comento la profesora Bing, una bruja.El director nos había citado a la mayoría de nosotros aquí, excepto a Leah, Jackson, Kendrick y Diana.–señorita Donovan, si es tan amable de ayudar a la profesora Bing– hablo el director.Janett se fue junto a la directora. Cam
AMELIE.–Hola, papá.Aaron Steinfield me miró fijamente.–Hola, princesa.Volver a sentir los brazos de mi padre rodearme el cuerpo fue una de las mejores que me ha pasado. El hombre me apretó con fuerza contra su cuerpo, besando mi cabello.–Mi corazón– susurro acunando mi rostro– no te imaginas cuanto necesitaba esto.Mis ojos se cristalizaron. ¡Dioses!, había extrañado tanto a mi familia, y ahora están aquí.–¿Hay un abrazo por mí? – hab
AMELIE.–Tus tíos favoritos– respondió otra voz.Dirigí la mirada hacia su origen.–Bastian. Kelsey.–¿Cómo está mi sobrinita querida? – Bastian abrió los brazos para recibirme.Corrí hacia él, dejando que me abrazara con demasiada fuerza.–Has estado haciendo de las tuyas, por lo que se– sonrió. –Sin duda eres mi sobrina.–Bastian– soltó Kelsey con reproche, me miro. –¿Cómo estas, A?