RAINER.
Observé mi mano, aun sin creer lo que había pasado. Acabo de absorber fuego, ¡fuego! Todos me miraban sorprendidos, nadie se esperaba que hiciera eso, igual que yo.
–Increíble– dijo Janett parándose frente a mí.
Tomo mi mano y la observo detenidamente, Cameron se acercó.
–No tiene heridas, ni siquiera un pequeño rastro– la druida miro a el resto.
–Definitivamente eres otra especie– soltó Leah llegando donde nosotros. –Ninguno de nosotros puede hacer algo así.
–¿Qué hay d
RAINER.Me sentía en un sueño, de esos tipos de sueños que no quieres despertar jamás. Mirar a la castaña recostada a mi lado era una maravilla que casi parecía irreal, pero no lo era, Amelie estaba junto a mí, recostados en la cama de su habitacion con las manos unidos y las miradas conectadas.Después de nuestro momento en el bosque y que ella confiara en mi como para mostrarme otra parte de ella, decidimos volver a la escuela. Evitamos a toda costa que alguien nos viera, y gracias a los Dioses (como ella y sus amigos dicen, y como ya había empezado a decir) no nos habían descubierto. No quería separarme de Amelie y ella como leyendo mis pensamientos me invito a su habitación. Su habitacion era amplia, pues no tenía com
AMELIE.–Te quiero, mi pequeña lobita– dijo mamá a través de la línea, sonreí. –no lo olvides nunca.–También te quiero, saluda a papá y al resto de la familia de mi parte– la verdad no quería despedirme, pero algo me dice que su llamada no es casualidad.Desde que había contestado la llamada, tenía la mirada castaña de Rainer sobre mí. El chico se había sentado en la orilla central de mi cama y me había observado caminar de un lado a otro por la habitación mientras hablaba con mamá. Y parte de mi le agradecí en silencio que se haya quedado.–Lo haré
RAINER.Hacia bastante tiempo que no tenía insomnio, a tal nivel que se me hacía extraño estar despierto a las tres de la mañana. Sin duda algo extraño me estaba pasando. Observé a la chica castaña que dormía plácidamente sobre mi pecho. Sus largas pestañas le hacían sombra en sus pómulos, su respiración regular y tranquila me hacía cosquillas en el cuello y enredaba cada cierto tiempo mis dedos en los leves rizos de su cabello. Ni en mis sueños más locos me vi en este tipo de situaciones con esta chica, pero heme aquí, compartiendo la cama y velando el sueño de mi primer amor.Porque sí, Amelie sin duda había sido mi primer amor, y curiosamente nos hemos vuelta a encontrar. Tal vez Jackson tenga razón, y los Dioses me han mandado señales para estar junto a ella.–Z
RAINER.Decir que estaba nervioso es poco, estoy aterrado, jodidamente aterrado. No sé si era los constantes susurros en mi cabeza o el simple hecho de que mis padres son de caracteres bastante especiales (aunque mi madre adoro a Amelie en su breve encuentro), pero el saber que la chica de ojos azul verdoso va a compartir una cena con nosotros me tiene con los nervios de punta.Ella se veía completamente hermosa con ese vestido de manga larga granate y botines negros, con el cabello cayéndole en hermosas ondas castañas rojizas. Su mano apretaba la mía mientras caminábamos por las calles de Golden Valley.–Estas muy callado– comento ella sin mirarme.&ndash
AMELIE.La noche estaba inquietante, algo en el aire o el ambiente estaba perturbándome. Tenía que ser justo cuando estábamos con los padres de Rainer. Gracias a los Dioses el castaño se dio cuenta de mi estado, mis poderes se habían enloquecido cuando terminamos de cenar, pero los había mantenido a raya, hasta ahora.Pero ahora, con Rainer atacando ferozmente mis labios y el fuerte agarre de sus manos en mis muñecas me tienen la mente nublada. Solo puedo pesar en él y sus labios.Su cuerpo se apegó bruscamente a mío, haciéndome gemir contra sus labios. El castaño se separó de mi un poco.–¿Esa es una buena
RAINER.Ver a Amelie correr a los brazos de otro chico no es algo muy agradable de ver, pero por la expresión en el rostro de mi novia, y la sonrisa del chico cuando la castaña llego a su brazos, me hace pensar que se conocían en un ámbito más familiar.–No puedo creer que estas aquí, ¿Por qué demonios está aquí?– dijo la castaña cuando se separó del moreno. –es peligroso que estés en Golden Valley.–Tranquila, pequeña– le acaricio el cabello –tenemos todo cubierto.–¡Por los Dioses!– Amelie volvió a abrazarlo.
AMELIE.Observe a mi novio alejarse.–El chico de la cafetería, ¿Quién lo diría?– la voz de Greg me saco de mi trance.O mejor dicho de la espalda de Rainer.–Los Dioses trabajan de manera extraña– comente.Greg rio. –Eso lo sabemos de primera.Mire a mi hermano.–¿Cómo están todos en San Gabriel?, ¿Cómo va Kelsey con el aquelarre?, ¿y las locuras de Isaiah?–Todos estamos bien, tratando
AMELIE.Después de despedirme de Greg y haber aclarado mis ideas llegue a la escuela. Estaba decidida, Greg tenía razón, Rainer tiene derecho a saber quién soy en verdad, a pesar de que de solo pensarlo me aterraba de miedo, sé que puedo confiar en él, después de todo, ya sabe que soy una hereje.Lo busque en su habitacion, pero no se encontraba, note que sobre su escritorio estaban las anotaciones de la prueba de habilidades y el libro que había estado leyendo Jackson.De seguro está en la biblioteca.Camine hacia ella, pensando las exactas palabras que le diría. Cuando lo encontré estaba hablando con Jackson, y tenía un extr