Al caer la noche, Abril, se halla en la habitación de su abuela con su prima Rita, su madre había comenzado a trabajar, ya reposaba en su habitación.—Mi madre es muy terca, yo puedo con los gastos de la casa y con tus cosas abuelas—asienta Abril con firmeza.—Ya sabes cómo es tu madre, mejor no hablemos de ella. Déjala que trabaje, así la muy amargada está ocupada y deja de fastidiar—comenta la abuela con jocosidad.—Si Abril, cuéntanos de Alexander Lutter, ayer te fuiste con él estoy segura—dice Rita con emoción.—Sí, nos quedamos en una de las cabañas del bosque, nuevamente.—Como que le gusta la vida salvaje a tu galán, hija—menciona la abuela y todas se ríen de sus ocurrencias.—Digamos que, le gusta estar en contacto con la naturaleza.—Lo que, si he notado, las veces que no ha visitado que, es un hombre como que muy misterioso para ser tan joven—señala Rita.—Ya estas peor que Elizabeth, viendo todo raro, Rita—la abuela la mira con recelo.—En algo, Rita, tiene razón, Alex es m
Llega como perro por su casa a la mansión Lutter, la ex socia de Alexander, Madison Hurley. Esta mujer al parecer, no se resigna a entender que perdió a Alex completamente.—¿Qué haces aquí, Madison? —pregunta Heather sorprendida con su inoportuna visita.—Disculpa, querida, que haya venido aquí sin avisar.—Vaya que, es una sorpresa tu visita.—Ya te debes de imaginar a que he venido.—Madison no me lo tomes a mal, si viniste a hablar de Alex, es mejor que te vayas, mi hijo ya tiene pareja.—Precisamente de eso vine hablarte.—Madison, por Dios.—Tienes que, evitar esa relación a como dé lugar, Abril, es una trepadora—destila velozmente todo su veneno.—Tengo cosas que hacer, querida, con gusto te atenderé, pero otro día, te acompaño hasta la puerta—la despide con gentileza.—¿Me estas corriendo, Elizabeth?—Vamos—Ignora su brusca interrogante y la acompaña hasta la puerta.Al salir de la mansión, Madison se da cuenta de que Alex está en el jardín, retrocede y entra nuevamente, dirig
Los pensamientos de Alexander se tornan castaño oscuro, se encuentra en la casa de Zeus intentando hallar una respuesta que lo apacigüe, observa con detenimiento los detalles de la casa, la cual siente fría y opaca. Se pregunta: ¿Por qué, Abril, también está comenzando a dudar de él, así como los demás? Baja la cabeza con inquietud, por la trayectoria que están tomando sus ideas, mientras aguarda pacientemente por Zeus.—Allí está el joven, señor—indica Rodolf.—Es mi oportunidad, Rodolf—advierte Zeus sonriente.—Creo que está siendo muy imprudente, con el muchacho.—Yo sé lo que hago, Rodolf—lo observa y le proyecta una dura mirada antes de salir.Minutos más tarde, entra Zeus a su despacho y se encuentra frente a frente con Alexander, quien se siente un poco avergonzado por todo lo que lo aqueja, se sonroja y busca el valor para decirle a Zeus todo lo que invade en este momento su cabeza:—Zeus, disculpa que haya venido así tan repentinamente, pero necesito hablar con alguien como y
Ante que la duda y el miedo insistan en separarlos, Alex toma la delantera y va directamente a la casa de Abril, ya la fase lunar ha desaparecido y aparentemente, todo está en calma para él, por ahora. Se oculta de nuevo el lobo, se exhibe el hombre cálido y sereno que siempre simula ser. Sale Abril de la casa, con el estómago inundado de mariposas, que le revoletean violentamente por todos lados. Se asombra por su premura y murmura para sí misma: «¿De qué debemos hablar ahora?». En toda la noche, sus pensamientos se han mostrado hoscos para ella, imaginando que ellos posiblemente no tienen nada en común, y que esto de su matrimonio es una completa locura.—Alex, ¿por qué estas así tan desprolijo? —pregunta al verlo todo desarreglado.—Vengo del gimnasio—miente el apuesto Alex.—Tenemos que terminar lo nuestro.—¿No entiendo?—La no entiende soy yo, eres un hombre sumamente misterioso y siento que me ocultas cosas, así definitivamente, no podemos tener una relación y mucho menos casar
Comienzo de semana.Después de tanto derroche de pasión, les fue imposible a cada uno redactar sus documentos el fin de semana, no obstante, ya Alex tenía el suyo muy bien redactado y con las clausulas especificadas. Allí mediante ese conceso establecerá cuales son los limites, en los cuales podrá llegar con ella en esos fríos e intensos días de luna llena. Sus sombras bruscamente oscurecen su entorno. Irrumpe de la nada Abril en su oficina:—Amor, aquí tienes el documento que quiero, que firmes antes de nuestra boda. Léelo, allí planteo abiertamente que renuncio a tu fortuna.—Eres tan terca, está bien. En un rato lo leo y firmo, aquí también tienes el mío.—¿Qué estableciste en este contrato?—Siéntate, cariño, espero lo leas con calma y no te espantes.—Veamos—lee Abril con detenimiento y velozmente refuta—tus especificaciones son muy extrañas, como es eso que en los días de luna llena, dormiremos en camas separadas, es absurdo, Alex.—Te advertí que tengo mis fetiches.—Nunca me s
Casi culmina la primavera, el sol brilla con todo su esplendor, en el registro civil la máxima autoridad le dice a Alex:—Puede besar a la novia, señor Lutter.Abril lo mira fijamente, bosquejando una tímida sonrisa e internamente está muy aterrada, todavía los misterios de Alex siguen aleteando en su mente.—Ahora sí, eres completamente mía—musita Alex con seducción.—Todavía falta la boda por la iglesia.—Eso lo vemos después—murmura Alex, la sujeta entre sus brazos y la besa muy tiernamente en los labios.Abril lucía sencillamente hermosa, sus ojos brillaban con amor, por su parte, Alex, siente que su cuerpo vibra y le hierve inmediatamente la sangre, las ganas de poseerla son muy palpables. Rápidamente acaricia su mejilla, sintiendo como el deseo se le internaliza en la piel.Se acercan de inmediato, Rita, Harry y su colega Edward, para felicitar a los recién casados.—Ahora sí, prima, mi tía te va matar—susurra Rita.—No lo creo, ya soy la esposa de Alex. Me parece mentira—señala
Llega una de las asistentes de Alex al hotel, con todo lo que precisan para su luna de miel, Abril queda sorprendida con las innumerables cosas, que trajo la chica para su viaje, se acerca y ve la etiqueta de unos de los atuendo y sus ojos se abren de par en par, al ver la cantidad. Nada más el pareo cuesta unos 200 dólares, Abril, velozmente frunce el ceño, arqueando la cara con molestia y protesta ante tanta excentricidad.—Por Dios, Alex, esto es ridículo. Las prendas son muy costosas, con todo este dinero comería mi vecindario entero.—Ya te he dicho, que tienes que acostumbrarte al buen vivir, soy un hombre multimillonario, eso no es pecado.—No, pero me da pesar gastar tanto dinero, en tan solo tres vestidos de playa.—Ja, ja, ja, cálmate, mejor preparémonos para ir a desayunar.—Mejor comamos aquí.—Como tú quieras, bebé.—¡Amor! —exclama, Abril, aun maravillada por la cantidad de dinero que gastaron en unos cuantos vestidos.Alex la mira con humor, mientras se ríe de sus gestos
Días después…Bufete Lutter.En el despacho, Abril, sonríe muy amistosamente en compañía de Edward, Sandra que los acompañaba fue por cafés para todos. Alex sale de repente su oficina y se les queda mirando con aprensión, de la nada siente unos impensados celos y la rabia lo ensombrece completamente. Se le abalance al pobre Edward, dándole un duro puñetazo en la cara, dejándolo atónito e inconsciente. Abril y Sandra se asombra ante la reacción de Alex, rápidamente van en busca de ayuda. Al cabo de unos minutos, Abril, enfrenta a Alex y le dice:—¿Te volviste eso? ¿Qué fue eso, Alexander?—¿Qué se traen ustedes dos? Pude ver a los lejos, como se veían con complicidad.—No puedo creer lo que estoy oyendo, Edward, es uno de tus mejores empleados del bufete, hasta fue testigo de nuestra boda. Lo que dices es absurdo, que pasa contigo, Alex.—A mí no me pasa nada, no se a ti.—Date cuenta de lo que acabas de hacer, Edward, puede interponer una demanda en tu contra.—Claro, como lo defiendes